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GIJÓN Y SUS ESCAPARATES NAVIDEÑOS


ÁNGEL AZNÁREZ CLAUSURA EL CICLO DE CONFERENCIAS DE LA SIBI 2013

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12 de Diciembre, a las 19:30 horas, Conferencia de Clausura de

D. Ángel Aznarez Rubio
Notario (Gijón)

Nacimiento y personalidad: Modificación del Artículo 30 del Código Civil (Ley 20/2011, del 21 de Julio). Discursos Jurídicos para el principio y final de vida


Lugar: Sede de la SIBI
Plaza del Humedal, 3 (Gijón)
Edificio Gota de Leche


Entrada libre
Patrocinio de CAJASTUR

GUIÓN DE LA CONFERENCIA DEL NOTARIO ÁNGEL AZNÁREZ

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A PRONUNCIAR HOY EN LA SEDE DELA SOCIEDAD INTERNACIONALDE BIOÉTICA
           (Jueves, 12 de diciembre de 2013)
    
Lugar: edificio "GOTA DE LECHE", Plaza del Humedal nº 3, GIJÓN

Título: “Nacimiento y personalidad: Modificación del artículo 30 del Código Civil. Discursos jurídicos para el principio y final de vida”

Planteamiento general:

En el nuclear tema de la procreación humana, confluyen las ciencias naturales (biología, química y física), las sociales (derecho, ética, política) y la teología.
           
En relación con la Teología es importante recordar los diálogos fascinantes entre Dios, Abraham y Sara, así como los conflictos entre Jacob y sus dos esposas, Raquel y Lía.

Se recomienda la lectura, a estos efectos, del Libro del Génesis.

                        A.- PROCREACIÓN POR ACTO SEXUAL.-

                        Elevada y tradicional mortalidad en los partos antes de su “medicalización”.
                       
Problemas de esterilidad e infertilidad.
           
Artículo 30 del Código civil en su redacción inicial (hasta la Leyde 2011).-
            Requisitos: 1.-Tener figura humana. Suposición “masculina” de que la mujer puede generar monstruos, monstruos que salen por la vagina, que a unos gusta y a otros causa tanto miedo.
                                 2.-Vivir 24 horas desprendida la criatura del seno materno. Resulta que si la criatura dentro de las 24 horas cae al suelo y se muere por negligencia de personal sanitario, la madre no tuvo un hijo o una hija, sino que abortó.
           
La Ley de 21 de Julio de 2011 modificó ese artículo, estableciéndose en la nueva redacción que “la personalidad se adquiere en el momento del nacimiento con vida” (a partir del desprendimiento del seno materno). Y el legislador, que sigue empleando en el Código Civil un lenguaje arcaico (2011), es el mismo que en las “técnicas de reproducción asistida” (2006) utiliza un lenguaje técnico y científico.
           
Reglas tradicionales de filiación, resultantes de la procreación por acto sexual. 
           
Se analizará la génesis de ese cambio fundamental, teniendo en cuenta que siguen vigentes en el Código Civil artículos arcaicos bajo la sección “De las precauciones que deben adoptarse cuando la viuda queda encinta”, en los que se escribe de “preñez” y de viudas ricas.

            B.- PROCREACION SIN ACTO SEXUAL.-

            Surgen en los años ochenta del pasado siglo las llamadas “Técnicas de reproducción asistida”, que básicamente consisten en fecundar óvulos y espermatozoides fuera del aparato reproductor de la mujer e implantar posteriormente embriones en el útero.
           
Bajo la procreación sin acto sexual o cópula, hay básicamente dos técnicas, de diferente carácter y naturaleza.
           
--La inseminación artificial.
           
--La fecundación “in Vitro”.

            Por estas técnicas, de tener siempre un padre y una madre, se pasa a poder tener hasta tres madres y dos padres (el biológico y el jurídico).

            Aquí surge el importante tema del llamado “Estatuto jurídico del embrión”.
           
Conceptos de PRE EMBRION, EMBRION y FETO.

            La protección del embrión humano: reglas sobre el aborto.

            Nuevas normas trascendentales sobre la filiación: Importante Ley de 26 de Mayo de 2006.

            Un hijo que puede tener legalmente dos madres y ningún padre (caso de matrimonio de dos mujeres).

            El asunto de las “madres de alquiler o gestación por otra”:
           
Regulación prohibitiva en España.
           
--Efectos en España de la admisión en otros países que lo permiten como California (USA) o India (el turismo, a estos efectos, de españoles y españolas).

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                                    LA MUERTE

A.- En ese amplio e importante asunto, se tratará únicamente y en primer lugar de la causa o momento de la muerte, por cesación de la actividad cardo respiratoria y /o por cesación de la actividad cerebral).

Legislación española sobre ello.

La Posiciónde la Iglesia Católica.

Los “Certificados de Defunción” en España.- Aviso sobre la ligereza con la que muchas veces se firman por algunos médicos, estando considerados en la realidad cotidiana como un mero trámite para “quitarse el muerto de encima y lo más pronto”.-

Posibles responsabilidades penales de geriátricos, médicos y de otras personas.

Precauciones necesarias ante el cada vez más frecuente proceso de incineración, que “hace desaparecer” huellas de posibles delitos.

B.- En segundo lugar se hablará del llamado “Testamento vital”, también llamado de “Instrucciones previas”:

Breves consideraciones generales y desde la práctica notarial:

--No al “Encarnizamiento terapéutico”.

--No a la desprotección sanitaria en centros públicos por razones económicas y de ahorro presupuestario.

--No a dejar que enfermos con enfermedades cerebrales mueran en los pasillos, sin hacer intervenciones quirúrgicas que pueden salvar vidas.

--No a listas de espera en intervenciones en las que la urgencia es necesaria –enfermos tumorales o de cáncer-, cuyo retraso quirúrgico supone inevitablemente la muerte. Y aquí vuelven a aparecer -pueden reaparecer- presuntas responsabilidades penales y facilitar tráficos de influencias, con “enchufes” para intervenciones.


ÁNGEL AZNÁREZ, PARA EL DOMINGO 15 DE DICIEMBRE, DICE :

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Que, por medio de letras, las del alfabeto, los lectores, aficionados al cine, podrán ver una película que empieza alegre, muy alegre y que termina triste, muy triste.

Los lectores, aficionados a la música, podrán oír –también leyendo letras- algo así como el Bolero de Ravel (o de Raquel), que empieza a ritmo lento, lentísimo, y termina a ritmo loco, con los músicos locos y despeinados.

Privilegio de los lectores de “Las mil caras de mi Ciudad” es saber que la parte primera de lo del domingo, fue escrita mientras el autor escuchaba el long play de Bryan Ferry, tituladoBoys and girls; y que, en la segunda parte, la música acompañante fue el silencio, un silencio que es la música del luto.
                                              
"El Río Nalón y al fondo Fuso, municipio de Morcín" (Asturias)


                                                       
Fue leer lo anterior y María Loreto -que así se llama ella- agarró el aparato, tocó y sonó el rinrinrin.

--No me gusta –dijo ella- que usted, el autor, facilite tantas pistas sobre lo del domingo, pues la “cosa” pierde enigma. A veces –siguió ella- es usted tan claro como la luz.

--Mi querida María Lorena –respondió él- es que yo casi todo, todo, lo llevo por delante, la verdad incluida y, naturalmente, se me ve casi todo.

--Por cierto que hablando de delanteras –dijo ella- me gusto mucho, me llegó al alma, eso que acaba usted de explicar en la SIBI: “que los espermatozoides inician una travesía de epopeya y en cuesta en busca de los ovulitos, atravesando úteros y cavidades, subiendo hasta llegar a las trompetillas de Falopio”. Fíjese –añadió María Loreto- que fui preñada y reincidente, y nada, de eso no supe nada, aunque alguna vez alguna cosquilla.
 Otra Gota de Leche, la de Sevilla
--Es que, María Loreto –volvió a responder él- lo de los espermatozoides viajeros es sólo comparable con lo que cuenta el Libro del Éxodo, el de la Biblia. Pero eso, amiga mía, no es lo mejor –añadió él-; pues lo mejor es cuando el huevito, que baja, llega al nido o útero, ya abajo, y hace: “clock, clock”, casi como la bolita de la Lotería que cae del bombo y hace “clock, clock” avisando así de que ya está ahí, para que la cojan las manitas de los niños de San Ildefonso.

--Pues yo eso –dijo ella- tampoco lo oí, nunca.

--¿Oiga -preguntó él- estuvo usted escuchándome en la Gota de Leche?

--Sí, sí –aseguró ella-, estuve de pié ¡Ay, ay, había tanta gente…!

--María Loreto, María Loreto –dijo él-: ¿a que la Gota de Leche, antigua maternidad, es un sitio muy adecuado para conferenciar sobre partos?

--Sin duda, sin duda –respondió ella- que usted parecía un comadrón, pero sin forceps, y me gusta mucho oírle, habla tan bien…

--Déjese de sentimentalismos –dijo él- que hablé de cosas muy serias, de vientres, de úteros, de tubas falopianas, de entradas a chapuzo, de herramientas de parir, de mullidores de barrigas, ¡ufff y de mucho más!

--No me diga más –dijo ella- que después de eso, de oír eso, me voy a “meter” monja, para que en el silencio del claustro, durante la próxima preñez, lo oiga todo, primero el “cha cha chá”, luego el “cuchi cuchi” y más tarde el “clock, clock”.

--Yo, que usted, María Loreto -dijo él- no lo dudaría: ¡Métase, métase, y déjese meter y tocar, sea con toca o sin ella, pero siempre con toque, con mucho toque, y a vivir que son dos días….

FOTOS REALIZADAS POR EL AUTOR


"ENLACES Y EMPALMES", artículo del notario ANGEL AZNAREZ ("La Nueva España"/ 15/12/2013)

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"Monada de enlaces y equilibrios" (foto realizada en el barrio Old Delhi en Nueva Delhi (India)
            Tocó el silbato el jefe de la Estación (la del Vasco en Oviedo), al tiempo que meneaba arriba y abajo el farolillo, ya con el verde del adiós. Silbó la máquina vaporosa, negra como el carbón y zumbona como una folklórica, y dijo “vale” lanzando al cielo nubes blancas como inciensos. Y se puso en marcha el todo (el tren con destino a Collanzo) y las partes: la maquina con el conductor, el “tender” con el fogonero, hasta los topes ambos de carbón y agua, los vagones de pasajeros que eran tres y de tercera (clase). No había furgón de cabeza ni de cola, que, para furgones, los vagones, los tres.

            En los primeros metros de avance, el traqueteo del convoy fue regular, unos trac, trac, trac, pausados; pero a los doscientos metros se oyó: ¡cataplum pum pum! de mucho ruido y susto, como si aquello se destornillase o destartalase. Mi compañero de pupitre en los Maristas de Santa Susana (Oviedo) y de asiento en el tren, era Isidro Roza Alonso, mucho más inteligente que yo y que, por eso, pertenecía a la élite, a los muy escogidos de la Acción Católica–las “celebridades”-, como célebres eran los hijos del Gobernador Civil (“de padres gatos, hijos michos” dijo el refrán) y don Gabino de Lorenzo y Ferrera. Y en este momento se me ocurre otro eslogan turístico para Oviedo: “Oviedo, Ciudad de secano, aunque con dos cabos, Cabo Noval y don Gabino de Lorenzo, Cabo Honorífico”.

"La estación Jovellanos de Ov iedo, hoy, antes del Vasco"(foto del AVE en Sevilla)
            Y ante tanto ¡cataplum pum, pum!, alarmado, buscando la tranquilidad o seguridad que los inteligentes suelen dar a los torpes, pregunté a mi compañero:
            --Isidro, Isidro, ¿qué es esto, habremos descarrilado ya, tan pronto…?
            --No… tranquilo -me respondió- y añadió: es que hay un enlace o empalme con el Ferrocarril de Económicos, y las ruedas de los vagones saltan, saltan entre muchas vías y agujas.
            Nada me atreví a repreguntar y sufrí en silencio el dolor de las ruedas de los vagones por tanta aguja, acordándome de mi “sastra”, doña Delfina, la de Trascorrales, que, al probarme los pantalones, me clavaba las agujas y alfileres en zonas sensibles, como si confundiera mi anatomía, la colgante, con un dedal. Y ante todo esto, el vagón callaba, nada decía, que los ruidos eran de sus piernas, que eran ruedas.

            Ciento cincuenta metros adelante, el tren y nosotros, pasamos por un puente que atravesaba una calle, viendo a la izquierda el edificio de la Cruz Roja, donde el doctor Morán abría barrigas y arrancaba tripas y ulceras marrones, muy marrones; y viendo a la derecha una casa de ladrillo muy visto, adornados con geranios, en la que vivía el señor Verdeja y esposa, la señora González, así como la numerosísima prole –-luego se trasladaron a vivir a la Avenida de Galicia que, en aquel tiempo, era como Serrano de Madrid, y que, hoy, la Avenida de Galicia de Oviedo es como Ventanielles en aquel tiempo: Corea. Corea-.

            Siguió el tren y de repente otro puente: el de la Cuesta de la Vega, calle que tanto miedo me daba bajar en el Pegaso autobús municipal, procurando siempre agarrarme al cobrador que allí tenía despacho o garito -a la entrada subiendo por la puerta de atrás, la de subir y no salir-. Es que, estimado lector (aquí empleo el masculino genérico y que mis lectoras feminista no me acusen de sexismo sintáctico), yo viajaba mucho en ese autobús, pues me gustaba bajar al Palaisdesde que supe que era un palacio francés; también me gustaba mirar al imponente Garaje de la derecha y casi abajo, siempre muy triste por escaso de bombillas, y, como todos los garajes, lleno de pulpos.

            Y otra vez pregunté a Isidro:
            --¿Crees tú que saldremos sanos del túnel de San Lázaro, date cuenta que estos “vascos” son muy brutos, muy brutos, y que no me oiga el vagón? ¿Nos pasará algo?
            -- Isidro -con su natural aplomo y superioridad por ser de la Acción católica (yo era de la Juventud del Carmelo y del Niño Jesús de Praga, y gracias)- respondió:
            --Nada, nada pasará, pues el tren, por ser minero, está acostumbrado a correr por túneles y galerías. O sea, que tranquilo –concluyó-.

            Antes de llegar al túnel, como dando el tren una media vuelta por “las afueras”, vi a la derecha el trasero del Postigo Bajo, acordándome del Cine Asturias, que fue el primero en aquello de “sesión continua y permanente desde las cinco”; luego siguieron el Santa Cruz, junto a los Almacenes Generales del famoso don Arturo García Pajares, y el Roxy, a las puertas de La Argañosa–la película “Los ciento un dálmatas”se proyectó en el Cine Principado, un cine-bien y de clase, nada de barrio-. Las películas del Oeste del Asturias eran de arrebatar, y doña Aurora, la taquillera, era muy seria y recta, lo cual no impedía el desmadre en el interior de ese cine.

"Un rebaño como Dios manda y con "manita" en una esquina" (foto en casa del autor)
Los que estábamos en las primeras filas del Cine Asturias comíamos pipas y los que estaban en las últimas hacían “pepitas” en las barriguitas de “ellas”. Se oía todo, las risas y jadeos. Por eso, precisamente por eso, los de delante queríamos ir atrás, dejar de comer pipas y hacer atrás pepitas en las barriguitas de “ellas”; por eso, precisamente por eso, “ellas” querían comer pipas en las primeras filas y no que hicieran pepitas en sus barriguitas. Y mientras tanto trajín acontecía, doña Aurora de nada se enteraba, como tampoco se enteraban de nada las damas castas dedicadas en las mercerías (La más Barata) a “tomar los puntos de las medias”. Ese oficio -de tomar- siempre me pareció excitante, con su instrumental a base de mesita, flexo, la media de cristal agujereada y el aparato eléctrico de remendar que era como un torno de dentista.


"Un torerazo como el Hermano Gabriel" (Sevilla)
Entramos por fin en el túnel de San Lázaro y salimos de él sanos y salvos. Ya cerca del Hípico, el maquinista puso la máquina en punto muerto, pues, camino de La Manjoya, el tren rodaba sin marcha, ahorrándose también el trabajo al fogonero, que dejaba de atizar. Miré y vi, en La Pedrera, a la derecha, a dos “recogidas” en el Colegio Covadonga --colegio según unos y reformatorio según otros, tuteladas por Madres Capuchinas, tocadas y no encapuchadas-- que estaban al cuidado (las dos “recogidas”) de un rebaño o manada, de dos vacas y dos ovejas: todo pares. El capellán de aquel “Colegio” era don Alfredo de la Roza, que llegaba a trancas y barrancas para decir misa a las ocho de la mañana, y con los bajos de la sotana hechos un cristo por el barro de la caleya. La escena de zagalas y vacas me acercó a lo pastoril y me sirvió para entender, mas tarde, las explicaciones literarias sobre la novela renacentista y pastoril, a cargo del buenazo Hermano Gabriel, conocido por “el marista torero”, por sus manoletinas encima de la tarima y con el encerado haciendo de bestia cornuda.

Ya muy cerca de Fuso de la Reina, al final del puente sobre el Río Nalón, alto como el del Rio Kwai, el tren volvió a hacer ¡Cataplum, pum, pum! Y volví a preguntar:

--Isidro, Isidro, ¿Descarrilaremos y caeremos al Río? ¿Nos volarán el puente, confundiéndonos con japoneses, que tenemos cara de chinitos?
--¡Tranquilo y déjate de películas! Que no pasa nada que es otro enlace o empalme, a la derecha para ir a Pravia, que son del PP y a la izquierda para ir a Collanzo, que son del PSOE. Y no olvides que donde hay enlaces y empalmes–te lo repito- hay lío de ruedas y agujas –concluyó-.

Y me pregunto en este momento: ¿Dónde estará mi compañero Isidro, que era de una aldea, Carrandi, en los Picos de Europa, y en la que –según él- había lobos gigantes que comían vacas gigantes? El caso es que llegó Isidro a Oviedo, para estudiar, a casa de una tía que vivía en la calle González Besada, enfrente de Las Hermanitas de los Pobres, y un mal día desapareció. Siempre me acordé de él; me quedó su recuerdo, sólo el recuerdo, igual que mis muertos queridos: sólo recuerdos y recuerdos, o sea, mucha metafísica aburrida y nada de física alegre, y a mí lo que me gusta es la Física. Fue entonces cuando supe de la muerte, por lo que dejé de ser inmortal o infantil. ¿Y qué fue de Manjarín Quijano José y de Doñobeitia Menéndez Juan, y de tantos y tantos? Esto, queridas señorías lectoras, es muy serio.

Hace unos años, entré (en Gijón) en una ferretería, seguramente a comprar chinchetas, y el dependiente resultó ser Isidro. Le abracé y me lo contó todo, todo. Nos vimos varias veces después. E Isidro volvió a desaparecer; no volví a saber más de él, así desde 1993. ¡Qué mala suerte tienen algunos, qué mala suerte! Y otros ¡qué buena suerte, qué buena suerte! Es que lo tienen todo –mucho gracias a papá- y siguen pidiendo más y más…¡Fartones, que sois unos fartones!

 "Uno de los fartones" (foto realizada en el Museo del escritor Sciascia en Sicilia)
Al regreso de la excursión, cogí el Diccionario de don Julio Casares –el de siempre- y leí: ENLACE es “coger una cosa con lazos” y EMPALME es “unir por los cabos dos maderas o cuerdas de manera que cada parte sea prolongación de otra”. No haberlo entendido entonces no me importa; entenderlo y practicarlo hoy, me es prioritario.

.                                  (Continuará)

ILUSTRACIONES DEL AUTOR

MAÑANA VIERNES RECITAL POÉTICO DE ARMANDO VEGA

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Como regalo de Navidad, como comunión de las almas a través de la palabra, como generosa entrega de lo que es la parte de mi hecha sentimiento, emoción, vibración sensorial.
Como todo eso y más, va a ser el recital poético que el viernes día 20 voy a compartir con todos vosotros en Arte sano, (avenida de la Costa, nº 124) a las 8 de la tarde.
En un lugar tan especial como ese, con una atención tan especial como la de Chusa y Raquel, entre telas, cojines, lámparas, incienso y complementos traídos directamente de la India, envueltos en un universo de aromas y sensaciones, podremos compartir unos momentos muy muy especiales.
la palabra volando entre los múltiples aromas de los distintos inciensos, jabones y esencias.
Entre el vital colorido de telas y lámparas.
Los sentidos todos recibiendo una caricia mágica.
Un recital diferente en el que todos nosotros, público y poeta experimentaremos una hermosa vivencia emocional.
Agradezco de antemano que lo hagáis circular entre aquellas de vuestras amistades que puedan estar interesadas.    
                                                                    ARMANDO VEGA

EL artículo del domingo de ÁNGEL AZNÁREZ, se publicará el RELIGIÓN DIGITAL, en ASTURIAS MUNDIAL y en LAS MIL CARAS DE MI CIUDAD

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            Es la 5ª parte de la serie Vueltos a casar y con apetito: el asunto es muy serio.
           
            En esa 5ª parte, salen al escenario tres jesuitas, tres, y esta vez quedan en las bambalinas los frailes de la Orden de Predicadores. A los Franciscanos y Agustinos ni se les espera.

Al propio autor, al mismo, le sorprende el final, que es muy enigmático, pues “salen” las Fuerzas Armadas. Le sorprende al autor –se reitera- ese final, pues el principio, el medio y casi el fin del texto son muy de paz y nada bélicos. Todo lo preside la Misericordia.

Dado el peso o “solidez” del largo artículo, se aconseja a los lectores líquidos y gaseosos, que no se acerquen; que, simplemente, se abstengan, única manera de no perder su tiempo.

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Foto realizada por el autor: "Los de la banda"
Y ante un anuncio de tema tan serio ¿qué pintan estas dos fotos adjuntas?

La primera, la de la escoba, sí pudiera simbólicamente tener relación.

Foto no del autor
 La segunda, de mucho ver y nada que ver con el artículo, es jocosa; como divertida es la festiva Navidad en la que ya estamos. Y es Fiesta entrañable, porque es muy de dentro, del cuerpo y del alma; y no por las cantidades ingentes de entrañas animales que comemos estos días.

Se preguntará el lector –escribo “lector” en masculino genérico para no incurrir en sexismo sintáctico-: ¿Quién es el que aparece en la fotografía con sombrero? Ciertamente, esa foto no la pudo realizar el autor.

Se preguntará, asimismo, el lector dónde se hizo la fotografía. Le respondo que  en un lugar de la Península Ibérica, que mira al Océano Atlántico, a cientos de kilómetros hacia abajo de la Costa Atlántica de las Rías Bajas (no de las majestuosas y queridas Rías Altas (fui notario de Ortigueira, Cedeira, El Barquero y Cariño). El otro lugar, el de la fotografía, tiene denominación muy parecida, casi idéntica, al lugar que en el otro extremo, el Mediterráneo, Jesús desarrolló su vida pública.

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Esta vez María Loreto no tocó al aparato para que hiciera el rinrinrin.

Será –no lo sé- porque esté en un bajo de esos... a la vista de todos como es la moda indiscreta y actual, con acicalamiento por esteticien o esteticista. “haciéndose” la estética, la denominada “estética extractiva”, a base de cortes de pelo, de pilas y/o afilando las uñas y pestañas. La esteticien o esteticista, que puede ser mujer, hombre, mujer-hombre y hombre-mujer, sin duda, tendrá un “look”, un diseño personal muy “fáaaassshion”.

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Ha acontecido que, por sexta vez, acabo de leer el Gargantuade Rabelais, y esta vez me he quedado con lo siguiente: “Las tetas duras de las nodrizas hacen a los niños chatos”. He ahí la explicación sobre la “chatez” de los chatos; acaso también explique lo contrario de los otros. Empezaré a mirar a los chatos de otra manera…


Felices Fiestas

"VUELTOS A CASAR Y CON APETITO" (V), artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ publicado el "RELIGIÓN DIGITAL"

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 "Marchando con los piés de hierro"

 5ª PARTE

En la Religión Católicael casamiento es sacramento que sólo se desata con la muerte, o con otras cosas que son más duras que la muerte misma.

 “Los trabajos de Persiles y Segismunda”
 (Novela bizantina de don
Miguel de Cervantes)

  

Por la Revelación (y la Palabra) conocemos que Dios es misericordioso; también lo sabemos por la razón natural, pues no es pensable un Dios que condene a las mismas creaturas que crea –eso lo escribe Kant al principio de su escatológico texto El fin de todas las cosas: “No es posible un sistema según el cual todos estarían destinados a ser condenados, ya que no habría modo de justificar por qué habían sido creados”. Y la Teología alumbra lo que es la Gracia, recibida de Dios en fondo y forma de donación, de don, o sea, gratuito. Jamás, jamás –como escribimos en la 4ª parte- la Misericordia puede ser un argumento débil.

La Misericordia, pues, ha de estar –tiene que estar- en la entraña de la Iglesia, hija de ÉL y signo de Salvación; todo lo ha de presidir, lo principal o dogmático y lo accesorio o jurídico; y con consecuencias “prácticas”, no sólo teoría para discursos, sermones, retiros o ejercicios espirituales. Y es muy discutible y opinable, mucho, la tajante afirmación de Juan Pablo II: “No es verdad que por ser más pastoral, el derecho deba ser menos jurídico” (Discurso de 18 de enero de 1990 a la Rota Romana con ocasión de la apertura del año judicial.

Dios, cuya esencia está en La Misericordia, sorprende en el Antiguo Testamento cuando se enfada; es como si dejase de ser “misericordioso”. Más aún, Dios enfadado parece (aparenta) un ser ridículo y absurdo. Dos ejemplos paradigmáticos de esto último que se encuentran en el del Antiguo Testamento: El primero, al principio del Pentateuco, en el Libro del Génesis, con ocasión del Diluvio, se lee: “…Le pesó a Yahveh haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón, y dijo: Voy a exterminar de sobre la haz del suelo de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta los ganados, las sierpes y hasta las aves del cielo porque me pesa haberlos hecho. Pero Noé hallo gracia a los ojos Yahveh…”. Tiene su gracia.
"Obispos de Galicia en Lugo, todos, hace décadas. Sólo sigue Rouco, en Madrid, hasta el "bay, bay" (foto del autor).
 El segundo ejemplo está en el primero de los “libros sapienciales”, El Libro de Job –una de las obras maestras de la literatura universal- en el que Dios se pelea, enfada, alborota con un “satanás, que casi le “gana” la partida” (un satanás en minúscula, pues no es Satanás, el rival de Dios). Al desgraciado Job, Dios le riñe: “¿Quién denigra los designios de Dios por medio de discursos desprovistos de sentido? ¿Dónde estabas tú cuando yo fundé la tierra?”. Luego Dios explica a Job cómo creó el asno, el caballo, el hipopótamo y el cocodrilo. ¡Fascinante!

He de indicar que esos dos episodios de la Historia Sagrada, son esenciales en su trasfondo para el judaísmo, tal como resulta del Talmud, enseñanza y exégesis rabínicas. Los últimos textos sobre Job, leídos y sobre los que tengo noticias, son el libro La vida de Job de Pierre Assouline (2011) y el ensayo de Alexander Golberg, titulado The book of de Job, publicado en 2010 en el periódico The Guardian. Añadiré que los “enfados” de Cristo, en el Nuevo Testamento, son de otra naturaleza.

Precisamente por ser La Misericordiaesencia de Dios, los sucesores de Pedro lo han reiterado (las citas sobre ello de todos los papas del siglo XX y de Benedicto XVI son innumerables), como igualmente innumerables son los lemas de los escudos episcopales que llevan la palabra Misericordia y las inscripciones funerarias en tumbas y lápidas --aquí debo hacer al lector partícipe de mi recuerdo a don Mauro Rubio Repullés, obispo que fue de Salamanca, siempre perdedor, y que tanto me enseñó, que, en su sepulcro, en la Catedral Vieja, pidió que se escribiera únicamente “Misericordia, Señor” y así consta.
A los efectos de fundamentar mi posición favorable a encontrar caminos para que los divorciados vueltos a casar puedan recibir la Eucaristía, partiendo de La Misericordia, es ahora interesante recordar “episodios” del Papa Francisco. El actual Obispo de Roma mantiene en su escudo el lema de su ordenación episcopal -en un latín “pampero”-: Miserando atque eligendo. La predicación del Santo Padre en la Misa dominical celebrada en la parroquia de Santa Ana del Vaticano, el domingo 17 de marzo de 2013 (fue elegido el día 13 miércoles), se centró en la Misericordia (el texto evangélico en aquel quinto domingo de Cuaresma, fue el de la mujer adultera en escritura de San Juan.
"Reciente libro sobre el Papa"

El Papa predicó en la homilía: “El mensaje de Jesús es la Misericordia”, y concluyó: Il Signore mai si stanca di perdonare. Pocos minutos después, en su primer Angelus, desde el ventanal del palacio Apostólico, ocurrió un hecho excepcional: referencia papal al libro del cardenal Kasper (emérito), titulado Misericordia, con cita de la siguiente frase: Sentire Misericordia cambia tutto. La nominación entonces del cardenal Kasper, ahora, en este momento, es trascendente, ya que el cardenal alemán mantiene sobre la cuestión de los divorciados vueltos a casar, una posición abierta frente a posiciones radicales y herméticas.

Si -tal como he reiterado en anteriores partes- soy ortodoxo en lo dogmático, por argumentos de no contradicción y de coherencia, no debo ni puedo defender la disolubilidad del matrimonio canónico; indisolubilidad, pues, que es sacramental, o sea, dogmática, desde los concilios de Florencia y de Trento. Por tanto, la vía para que los divorciados vueltos a casar, sin desgana y con muchas ganas de recibir la Eucaristía, la puedan recibir, ha de encontrarse en otro itinerario.

Confieso que lo mejor sobre la dogmática católica sobre los sacramentos lo aprendí de Karl Rahner (el mejor resumen está en su libro Grundkurs des Glaubens); ya en los finales años sesenta del siglo XX supe de Rahner por medio de un profesor mío, que estaba haciendo la tesis doctoral sobre Rahner y su teoría sacramental, viendo la revista Concilium sobre su mesa). Un Karl Rahner, jesuita que, según el libro recientemente publicado sobre el Papa Francisco de Caroline Pigozzi, periodista, y Henri Madelin, también jesuita, escribió (así figura en la página 187 del libro) Discurso de Ignacio de Loyola a los jesuitas de hoy (1978), en el que dice que es importante para los jesuitas en cualquier situación “hacer la unidad entre el servicio de obediencia y la distancia crítica hacia la autoridad de la Iglesia…”. Texto relevante teniendo en cuenta que el Papa actual es jesuita).

Karl Rahner explicó muy bien cómo los siete sacramentos están entrelazados, y escribió: “…siendo muy problemático metodológicamente considerar los siete sacramentos aisladamente”. Además, Rahner estudia y analiza conjuntamente dos sacramentos: el del orden sacerdotal y el del matrimonio, bajo la rúbrica Los sacramentos de los estados de vida. En la línea décima, después de la rúbrica, Rahner añade: “la visibilidad sacramental del acto por el que Dios, de manera decisiva, llama al hombre a asumir una función decisiva en su historia universal, y también en relación a su historia de salvación, eso son los sacramentos del orden y del matrimonio.

 Esa vinculación particularmente estrecha -reitero la vinculación general entre los siete sacramentos- ha de tener consecuencias importantes. Si desde la Eclesiología y el Derecho Canónico se ha dado solución a los ordenados que no pueden seguir manteniendo su “estado de vida” sacerdotal, desde la Eclesiología y el Derecho Canónico ha de darse solución a quienes, disuelto el matrimonio por la vía civil y vueltos a casar, quieren participar en la Eucaristía, que es otro sacramento y que es más, el más importante de entre los siete, que ha de ir precedido a su vez de otro sacramento: el de la penitencia o reconciliación.

Y esa solución, manteniendo la indisolubilidad del matrimonio canónico -lo repito- ha de partir de un presupuesto: la validez en la recepción del acto sacramental, del orden sacerdotal y el matrimonio, pues son muy diferentes los conceptos de validez sacramental y de nulidad. Pretender como ocurre actualmente resolver problemas del “estado de vida matrimonial” manipulando el concepto de nulidad matrimonial es una barbaridad jurídica, un engendro. Eso mismo sería pretender resolver la “perdida del estado clerical” por la vía de las nulidades en la sagrada ordenación. Y eso es una barbaridad, tanto ad intra (dentro de la comunidad eclesial) como ad extra (eficacia civil de las sentencias eclesiásticas por disposición de Concordato).

 Pregunto: ¿Qué pasa si de conformidad con el número 3 del artículo 290 del Código de Derecho Canónico un ordenado in sacris pierde el estado clerical? Respondo: que sigue ordenado, que puede casarse canónicamente, que los hijos son matrimoniales y no sacrílegos, y que puede recibir la Eucaristía.

Se continuará próximamente en una 6ª parte tratando de profundizar en lo apuntado en los últimos párrafos, concluyendo con una referencia al clericalismo autoritario, que tal parece que la Misericordia no es igual para los clérigos que para los laicos. Y aquí surge un tema trascendente: Clerecía y Poder.  



"Guardia suizo preclaro, con ceño de preocupación, que descansa ya en paz" (foto del autor, a escasos días del atentado a Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro)


Un otrosí de Teología política:

Digo que he visto y vuelto a ver con reiteración el vídeo del discurso -no leído- del Papa a los obispos italianos desde el imponente Altar de la Confesión, en la Basílica vaticana. Sería muy interesante que los obispos italianos –muchos y demasiados-, junto con los monseñores italianos de la Curia, pensaran en deslindar o separar con filo de cuchillas su ministerio episcopal y la criminalidad organizada (la napolitana, la siciliana y la otra y las otras). Ahora tienen suerte, pues el Presidente de la Conferencia episcopal italiana (CEI), es el cardenal Bagnasco, que también es General de las Fuerzas Armadas, las italianas. Y el cardenal Bagnasco, de manera muy pía y beatífica, dijo al Papa que “le aseguraba el apoyo de nuestras plegarias, nuestro afecto y nuestro servicio ministerial”. Y todos aplaudieron, y al Papa se le vió ni nervioso ni tranquilo.


¡Felices Pascuas!




AMIGOS, QUE OS ASOMÁIS A ESTE BLOG CON CASI MIL ARTÍCULOS PUBLICADOS, OS DESEO UNAS FELICES FIESTAS

"DUDAS SOBRE LA VIDA Y TAMBIÉN ANGUSTIAS" es el título del artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ que se publicará el próximo domingo 29 de diciembre

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Es un artículo extremado, de extrema actualidad y de extrema sensibilidad.

El autor no puede decir que le resultó complicado redactarlo, no, de ninguna manera. Fue de alumbramiento natural, sin forzamiento y sin estrés. No tuvieron que acudir lo que en España se llamaron comadronas y que en Francia se siguen llamando “las mujeres sabias” (les femmes sages).

Lo más difícil, para el autor, resultó prescindir de sí mismo, gran obstáculo, para así no interferir en el libre albedrío de los lectores ante las cuestiones planteadas.

Y esto se destaca ante la peste de escritores y articulistas que confunden, estrepitosamente, los medios de comunicación con púlpitos de predicadores. Me resultan insoportables, por vulgares y faltos de recursos, quienes se dedican a decir a sus lectores lo que éstos han de pensar. A esa recua, la denomino “articulistas normativos”.

En “Dudas sobre la vida…” se concluye ante tanta duda, incluso de naturaleza política, con una llamada a la inteligencia política, tan escasa como necesaria –se escribe-.

Si la lectura en soledad y en silencio es la recomendable, pudiera ser interesante un acompañamiento musical, pero muy limitado: un “Stabat Mater Dolorosa”, que puede ser obra del compositor italiano Pergolesi, del checo Antonin Dvorak o del francés Francis Poulenc.  

También en esto el lector tiene la última palabra: de gustibus non dispuntandum.


Y una de las pocas certezas de un austríaco dudoso (Thomas Bernhard): “El arte consiste en tocar cada vez mejor el instrumento que se ha elegido”. ¡Adelante y a ello!




FOTOS CEDIDAS POR ÁNGEL AZNÁREZ

"LA RANA VERDE DE LANEO", artículo del periodista JOSÉ DE ARANGO (publicado en el diario"La Nueva España")

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      El texto que sigue lo escribió un  excelente amigo, periodista de buen oficio: JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ.  En su día se publicó en "La Nueva España" que, a juzgar por los artículos que traigo a mi blog procedentes del diario, puede considerarse  ya mi fuente de cabecera.    
        Me parece un texto socarrón, divertido y... pues eso, que ¡viva la rana verde! No vaya a trascender tema de tan vital importancia al Parlamento Europeo...



            No se habla de otra cosa en la villa de Salas y en los pueblos del concejo. La Confederación Hidrográfica está haciendo obras en el cauce del Narcea a la altura de Láneo y apenas si comenzaron las máquinas a actuar ya un grupo ecologista ha emitido un comunicado de protesta porque estima que esos trabajos ponen en peligro la supervivencia de la rana verde. Y hasta los vecinos de las brañas de Malleza, a los que el Narcea les queda algo fuera de mano, están consternados y bajan al atardecer hasta Casa Claudio de La Barraca para recabar información de última hora sobre el asunto. Ellos tiene mucho más cerca el río Aranguín porque viven en su ribera pero que en Láneo se queden sin ranas verdes les superan las preocupaciones propias como son los muchos plásticos que hay enganchados en los árboles ribereños aguas abajo de Vegacebrón.
            Ahora que el maíz ya está a punto para recoger por aquí preocupa mucho que el jabalí destroce las cosechas. También quita bastante el sueño que cualquier noche –o a plena luz del día- baje el lobo por Brañaseca, Lendepeña o por la Sierra del Pumar y haga de las suyas en el ganado que hasta que  llegue la nieve está aun en los pastos de montaña. Pero todo esto no es nada comparado con la preocupación generalizada ante el peligro que tiene la rana verde en la zona de Láneo. Y anda el personal cabizbajo, sin saber qué hacer, no atina ni tan siquiera a proponer una manifestación en el puente de Cornellana para exigir que la Confederación deje de inmediato los trabajos de Láneo que según parece tienen como objetivo una mejor defensa de las fértiles vegas de ese pueblo.

            Sería muy conveniente, ante tanta preocupación vecinal, que el alcalde de Salas, que todos los días viaja a alguno de los pueblos de su municipio, se dedique a convocar concejo abierto y provisto de la documentación que le puedan aportar los técnicos informe a los vecinos de las consecuencias que ha de tener para la economía, el desarrollo, el bienestar social y en definitiva para el futuro de todo el territorio salense esas obras en la ribera de Láneo si como consecuencia de ellas llegamos a quedar sin la rana verde. Ante un problema de tanta gravedad como el que los ecologistas denuncian en Láneo todo el concejo tiene que unirse, sin pérdida de tiempo para que se paralicen los trabajos de defensa ante las avenidas del Nancea.  Pudimos superar lo de quedar sin autovía desde Doriga pero no estamos anímicamente preparados para soportar que las ranas verdes de Láneo tengan que emigrar con la cantimplora al hombro a parajes más tranquilos. Sería una ruina de incalculables consecuencias.        

"DUDAS SOBRE LA VIDA Y TAMBIÉN ANGUSTIAS", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ (publicado en "Religión Digital" y "La Nueva España)

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El verdadero problema no está en la idea de que las mujeres hacen los niños; el problema está en que ellas hacen los hijos de los hombres. Sería mucho mejor si los hombres, solos, pudieran hacer ellos mismos a sus hijos. Eso es lo que dicen muchos mitos.
Françoise Héritier
    (Antropóloga)


Fue inmediatamente después de la conferencia que pronuncié en la Sociedad Internacionalde Bioética sobre El principio y final de vida (Discursos jurídicos sobre embarazos y muertes). Se produjeron cuatro hechos relacionados con la disertación: dos de índole personal y dos políticos. El primero fue con ocasión de tratar de entender bien, muy bien, el extraño embarazo de Sara, esposa de Abraham: “Abraham –se lee en el Libro del Génesis- cayó rostro en tierra y se echó a reír, diciendo en su interior: ¿A un hombre de cien años va a nacerle un hijo? ¿ y Sara, a sus noventa años va a dar a luz?” Más adelante, la que se ríees Sara: “Ahora que estoy pasada, ¿sentiré el placer, y además con mi marido viejo?” Y Dios obró el milagro: Sara preñó. Hay otros episodios de embarazos clamorosos en la Bibliacomo los de las esposas de Jacob, y el de la ballena por Jonás, profeta y díscolo.

Del mismo modo que para saber Teología cristiana, sea protestante o católica, hay que leer a los alemanes, para saber de la Biblia, hay que acudir a los hebreos, sean o no rabinos, y dejarse de pamplinas. Me puse a rastrear en los textos de Hans Jonás, alemán y “teólogo judío” (el entrecomillado es mío, teniendo en cuenta que la Teologíaes de cristianos más que de judíos), y encontré lo que no buscaba: Los derechos, el Derecho y la Ética ¿Cómo responden a la oferta de las nuevas técnicas de reproducción asistida, escrita en el lejano año 1986. En ese texto --ya entonces, Jonás advertía del peligro del individualismo y del libre mercado (en la actualidad proyectos ultraliberales sobre la biomedicina)-- la cuestión central es el derecho muy específico de tener descendencia, ello en referencia a los límites en el empleo de las técnicas de la reproducción asistida para tener descendencia. Y allí leí: “Es necesario que nuestra responsabilidad sea tan grande como nuestro poder y que abarque como éste todo el futuro de la humanidad en la Tierra”. 

El segundo hecho fue la lectura de la novela Nacimiento (Naissance) del francés y judío Yann Moix, una novela muy larga (1143 páginas), en la que el autor reniega de su nacimiento no consentido, describiendo el mismo o parto de su madre así (página 57): “ Mi madre tuvo terribles convulsiones. Jadeante, me expulso unos centímetros, permaneciendo un grueso trozo de mi carne dentro de ella. Ella sufría como una maldita, gesticulaba como una poseída. Eso no era ya un parto, sino un exorcismo”. Una novela “hebrea”, talmúdica, dura; en ella al nacido, su nacimiento biológico, le resulta insoportable, y detesta, por ello, tanto al padre como a la madre; también por no haberle permitido escapar al nacimiento. Es muy interesante, incluso bajo la forma de novela, ese punto de vista, el de los nacidos, que no quieren nacer.

Y ¡atención! que la cuestión dramática la podemos tener más cerca de lo que pudiéramos pensar. Me refiero a hijos que, en los mejores años de sus vidas, ahora están condenados a la nada, sin poder trabajar, sin posibilidad de hacer; sólo, impotentes, “ver” pasar los días. Hijos que pueden preguntar a sus padres por el terrible “para qué” nacieron. Y no vale la respuesta de que la culpa la tienen el sistema económico y los ladrones que de él se aprovechan; viejos y nuevos ricos, con pretensiones aristocráticas a base de baratillos. (Y en cuanto padre, creo calibrar la dureza de este párrafo).

El tercer hecho, ya político, ocurrió en la tercera semana de este mismo mes: una sentencia del Tribunal Supremo español que declara el no reconocimiento en España de decisiones extranjeras sobre el caso llamado de “madres de alquiler” (úteros alquilados), que es legal en unos países (Estado de California en USA, India o Tailandia) y prohibido en otros (caso España). El asunto trae cola, pues deriva de una Resolución de la Dirección Generalde los Registros y del Notariado de 18 de febrero de 2009 que admitió la inscripción en el Registro Civil consular de Los Ángeles de dos gemelos, nacidos a través de ese procedimiento en California -dicha Resolución, fue dictada en tiempos en que el Ministerio de Justicia, lo dirigía un ministro del Partido Socialista-; luego fue impugnada judicialmente, y ahora el T.S. da definitivamente la respuesta negativa.

El problema de fondo es muy grave, pues si el Derecho español prohíbe ese tipo de gestación –razones para esa prohibición no faltan-, no puede admitir que por la vía del “turismo de gestación” se consiga lo aquí es imposible. Pero la gravedad viene por la “otra parte”, que son los niños, unos niños nacidos con material biológico de españoles, aunque en útero de una tercera mujer. ¿Qué hacemos? ¿Hemos de quedar tranquilos dejando a los niños en un limbo jurídico, rechazando su inscripción en un Registro Civil español? Lo de “alquilar úteros para gestar” anuncia un futuro de gestación por máquina (útero mecánico), de gestación por animal e incluso en el cuerpo del hombre. --¡Qué rica en consecuencias sería esta última posibilidad!--. De ello trata Las batallas del cuerpo de la antropóloga francesa Françoise Héritier. Las enjundias jurídicas de eso exigirían libros y libros.

El cuarto hecho, también político, tuvo lugar el 20 de diciembre, con la aprobación por el Consejo de Ministros del Proyecto de Ley de protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, que trata de reformar la Leyde 2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo (en esas denominaciones “floridas” están reunidas todas las funciones del lenguaje). Y aquí surge una distinción muy importante a hacer: La procreación humana por medio de un acto sexual y la procreación sin acto sexual (también conocida por técnicas de reproducción asistida).

La reproducción por acto sexual requiere la heterogeneidad, una hembra y un macho, que se apareen, atraídos por el “apetitoso goce sexual”. Tener ese apetito es esencial, y, precisamente por no tenerlo, los “ositos Panda” andan tan escasos. Por el apareamiento con gusto salen los espermatozoides, que escapando de los mortales ácidos vaginales (esto es muy interesante, pues el “horror” a la vagina es patología muy masculina) inician el “éxodo” subiendo y subiendo en el cuerpo de la mujer al encuentro del gameto femenino, produciendo primero el ¡zas! allá arriba, donde Falopio, que es la fecundación y luego el ¡clock! abajo, ya en el útero, que es la “nidación”. Un bebé ya nacido que es persona y un bebé aún en el útero de la mujer que no lo es –ello según el Derecho-. Hay dos éxodos fascinantes: el de los espermatozoides y el de la Biblia, el del Libro del Éxodo (el segundo del Pentateuco).
 
magen del libro "Ayer soñé", de autoras jóvenes de la Escuela de Arte de Oviedo.
Es en la reproducción por acto sexual, unas veces con amor, otras con violación y otras con delirios alcohólicos, donde se plantea el problema del llamado derecho de la mujer a interrumpir el embarazo, en colisión con el derecho del “otro” a vivir a partir de la fecundación. En la otra forma de procreación, a base de técnicas “in vitro” -no por acto sexual- el problema que se plantea es justamente el contrario: ¿qué límites hay que imponer a la técnica, pues el llamado “derecho a tener hijos” no puede ser absoluto, la técnica no debe hacer todo lo que pueda para conseguir tener hijos. En un caso el problema está, pues, en el pretendido derecho de la mujer a no tener hijos, interrumpiendo la gestación, y en el otro el problema está en el pretendido derecho a tenerlos a costa de lo que sea.

  El lío que tenemos, entre manos y entre piernas, es total, y no puede ser de otra manera, al afectar a lo más profundo de nuestro sentimiento moral, de nuestras convicciones y creencias (todo se mezcla: Dios, Ciencia, Derecho, Moral y Ética). Se ha situado el cuerpo y la vida en el centro de la PolíticaLa Biopolítica-.Sila Política es por naturaleza polémica y belicosa, cómo no ha de serlo la “Política sobre la vida”. No es pensable lo contrario, que sería, disparatadamente, dejar la procreación humana en manos de técnicos y/o “gurús”, fuera de la Política. El debate público y democrático es esencial, sabiendo de antemano que los consensos son imposibles. En la Biopolítica es aún más esencial la concepción deliberativa de  la Política ((Habermas).  

Reparen los estimados lectores –lo reitero- en lo muy complejo que es todo esto. Ni el Papa Benedicto XVI dió una solución, cuando el 22 de septiembre de 2011, en el Reichstag (Berlín), afirmó: “En las cuestiones fundamentales del derecho, en la que está en juego la dignidad del hombre y de la humanidad, el principio de mayoría no basta”. “¡Decir eso, mi Santidad, bendito Benedicto, es fácil, muy fácil, solucionarlo más complicado!”. 

No hay alternativa a la mayoría, pues la unanimidad es disparatada, además de imposible. El patriotismo es el que puede obligar a tener que aceptar lo que ya, anteriormente, otra mayoría parlamentaria aprobó: única manera de evitar continuos retornos, con mareos de carrusel de feria. Todo dependerá de la inteligencia política, tan buena y necesaria, y tan escasa. A esa escasez remiten los hechos. 

FOTOS FACILITADAS POR EL AUTOR

Article 1

ÁNGEL AZNÁREZ PUBLICARÁ EL PRÓXIMO DOMINGO UN NUEVO ARTÍCULO. ÉSTA ES LA AVANZADILLA

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Salió un tanto cuadrúpedo el artículo del próximo domingo, 5 de enero, de ÁNGEL AZNÁREZ, pues empieza con equinos y acaba con pollinos.
           
Entre medias -nunca calcetines- muchos bípedos, unos implumes y otros “plumes”. Salen, entre otros, un Serafín, un don Atilano Rodríguez y el fogonero. Se puede ver el Phelaton Building de San Francisco (California), muy “felatón” como su propio nombre indica. El párrafo tercero huele a bígaros. Y para postres, se recomiendan los Carajitos del Profesor.




            Genealogía de los pollinos fotografiados:
           
El primer jumento o pollino es celta, de la Galicia profunda, o sea, de un municipio de Lugo, muy abajo, en tierra de lacones para “fartones”. Muy cerca del lugar hay un Monasterio de frailes, que, la última vez que visité, estaban muy gorditos, acaso por acumulación gástrica de berzas y de coliflores.





            El segundo borrico es mediterráneo; de una isla griega que fue invadida por los Dogos venecianos; unos Dogos más perros que los perros dogos. En esa isla, una emperatriz austro-húngara, terminó loca, muy loca, como es normal que terminen las emperatrices, las austro-húngaras y las otras.
De ahí, tal vez, la cara melancólica del pollino, que quiere esconderse.

            Los pingüinos de Navidad

            Esos pingüinos son australianos, de Sydney, que es adonde van los
ricos de verdad, no los de baratijas y bagatelas, a ver y oír la ópera Akhnaten, de Philippe Glass, interpretada por Paul Esswood y Angelika Schwartz.


            No se descarta que el día menos pensado, esa pingüinada se la pueda ver
de paseo por el Muro de San Lorenzo, en Gijón, de mucho pingüino, y que es un lugar habitual de disfraces a base de gorritos y de bufandas.

Con mirar, basta, y gratis el espectáculo.

            Lo de doña María Loreto

            Me hizo llegar por carta, pues está en Pajares, que no estuvo María Loreto en “la o en el esteticien”, que da igual y del mismo género, el día que yo la supuse entre tales manos. Me dijo que, por el contrario, estuvo en una reunión de la APA, de la comunidad educativa a la que pertenece; y que la reunión fue muy interesante, pues un padre biológico es “paido-psicólogo”, por la Pontide Salamanca, y el tal padre pronuncia unas disertaciones que duran horas. Me dice que tal padre, es también Presidente de una comunidad de vecinos.

            María Loreto prometió enseñarme lo mucho que está aprendiendo en esas reuniones de su APA
.
Lo espero, con ansia, mucha sed y apetito.
                                              
---------


Y que continúe la Fiesta, que para eso sacamos a los pingüinos. 

FOTOS  DEL AUTOR

"HIERBA PARA LOS CAMELLOS", artículo del periodista JOSÉ DE ARANGO ("LA NUEVA ESPAÑA, 5/1/2014)

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            Por si la Belmontina fallaba y había que echar mano del candil de carburo antes de que cayese la tarde de vísperas de Reyes ya se iba a la tenada y se llenaban tres paxos de hierba seca para que Gaspar, Melchor y Baltasar pudiesen dar la cena a sus cabalgaduras. Y en la mesa del comedor –esa sala que solo se utilizaba el día de la fiesta del pueblo- se dejaba una bandeja con bollinas y tres copas con una botella de jerez. A la mañana siguiente comprobábamos que los Magos se habían pegado unos buenos lingotazos y los camellos habían dejado apenas algunas briznas de forraje. En la zapatilla vieja encontrábamos un parchís, un rompecabezas, lápices de colores y si la economía estaba boyante incluso hasta unas madreñas nuevas, pintadas de negro y con dibujos. La carta no se enviaba a Aliatar sino que se dejaba junto a la zapatilla para que los Magos improvisasen según las posibilidades de su bazar ambulante.
            En los ya lejanos tiempos en que uno era redactor del diario gijonés “Voluntad” tuvo el honor de atender las cartas que los niños dejaban en el periódico para los Magos. No se habían inventado los teléfonos móviles, ni las consolas ni todos esos artilugios que los pequeños dominan ahora mucho mejor que los mayores. Un año una niña utilizó un papel para escribir la carta petitoria mucho mayor que un folio y tras decir que había sido muy buena, obediente, que comía muy bien, que no contestaba a sus padres y que era una delicia, ventilaba toda una cara de la hoja pidiendo cosas. Y ya al final, tras la firma, en un espacio muy reducido porque lo había ocupado todo, escribió tal que así: “Bueno, queridos Reyes os quiero mucho y si me traéis algo más, yo lo admito”.
            En los pueblos no había muchos regalos. Se iba a lo práctico. Zapatillas nuevas, madreñas, ropa de abrigo, algo para la escuela que ya la maestra había sugerido y revoltijo. Ni siquiera carbón, que para la cocina había leña de sobra. Todo esto ha ido cambiando tanto que ahora hasta la carta a los Magos la envían los niños por Internet. Lo dominan a la perfección porque están muy al loro de todos los sistemas nuevos que van saliendo y nos dan sopas con honda a los de la cuarta edad. Se ha ganado mucho en la rapidez para pedir pero me temo que es a base de poner mucha menos ilusión en lo que se escribe porque ni tan siquiera se utiliza un castellano digamos que normal sino que tiran por la calle de en medio y acortan las palabras y las frases hasta hacerlas casi ininteligibles. Claro que los Magos pueden con todo. Y al menos en mi pueblo no tengo conocimiento de que nadie deje tres paxos de hierba seca. ¡Pobres camellos¡.




"ATRÁS QUEDÓ", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ ("LA NUEVA ESPAÑA, 5/1/2014)

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                                                                       No puedo volver el tiempo
                                                                       Y quedarme siempre en antes.
                                                                       No puedo parar el tiempo
                                                                       Y no quisiera pararle.
                                                                          Ramón de Garciasol (1950)

 "Jinetes como los de San Lázaro, pero en Roma"
    Atrás quedó
el Hípico de San Lázaro, próximo a la vía del Vasco, con casetas de apuestas blanquiazules, adornadas con banderas y banderines de colores. Una voz ronca, el de la Federación, desde la tribuna del Jurado, anunciaba: “Caballo en pista Sirio, montado por la señorita Zendrera; preparado a la entrada de la pista, Atómico del Comandante Alonso Martín, y prevenido Cartago”. En los descansos, por los altavoces del Campo, se oía a “Los 5 Latinos” cantar enredos sobre un Telegrama: “¡Antes de que tus labios me confirmaran que me querías, ya lo sabía, ya lo sabía, porque con la mirada, tú me pusiste un telegrama que lo decía, que lo decía…¡” y seguía la vocalista latina con lo del Telegrama: “¡Destino, tu corazón; domicilio, cerca del cielo; remitentes, mis ojos son; y texto, te quiero!”. Los equinos saltadores ponían, espantados, tiesas sus orejas, por causa de tanto tururú, tururú, y también por los ruidos la locomotora del Vasco, tan próxima, que corría con su cabeza adornada con penachos de humo blanco.

El tren del Vasco dejó atrásla Fábrica de Explosivos de La Manjoya, que tanto asustó a los ovetenses el día de la “gran explosión”. Se cerró el Cine Aramo por peligro de que la imponente araña de cristal, colgada del techo, cayera sobre las cabezas de los que estaban en el patio de butacas, y también sobre la cabeza del caramelero (me gustaba más llamarlo bombonero). Caramelero que, con uniforme de color marrón y muchos botones, con gorro como de caporal del Ejército francés, vendía caramelos, chocolatinas Nestlé y chicles. En la nuca del apuesto botones se veía el nudo o lazo, casi pajarita, de las cintas, como de persianas, que sostenían el cesto a la altura de la cintura, con las dulzuras tan apetitosas para el descanso cinematográfico, entre Nodo y película.

        No obstante el miedo de los ovetenses a la Fábricade Explosivos, la Unión Españolade Explosivos estaba omnipresente, pues sus afamados almanaques lo mismo estaban en La Boalesa, tugurio en Santa Susana, que en el Negociado de “Vías y Obras” de la Diputación, que dirigía el ingeniero don Leoncio del Valle, o que a la entrada del Bar Azul, en La Escandalera, que olía a patas de centollo y a bígaros. De aquella explosiva Unión viene el apellido de los Crabifosse, que suena a explosivo, mucho.
 
 "Trenecito de vía estrecha", inglés"
         Nada más salir el convoy ferroviario, de vía estrechísima, de la Estación de La Manjoya --cerca de la casa del señor cura., muy querido, don Álvaro, hoy del Sagrado Corazón(Gijón)-- vimos desde el puente alto, muy alto, a los de abajo, los del Caleyu, que esperaban, diminutos, subirse al tren de la vía ancha, la RENFE. Y que la poderosa RENFE estuviera tan abajo y el Vasco tan arriba, sólo podía ocurrir en El Caleyu. Un Caleyu conocido no sé si por la lejía, la gaseosa o por la inmobiliaria de don Abilio, o por nada de eso, que ni falta les hacía de todo eso. Hoy, por el contrario, El Caleyu o sus inmediaciones es un emporio; un Silicon Valley riquísimo, pues allí están los jesuitas, “maestros del discernimiento” como San Ignacio y el papa Francisco. Y mirando están los de enfrente, de la competencia, los médicos del Centro, también de muchos rezos, que eso me dicen (no debe ser verdad lo de los rezos, pues conozco a varios médicos del Centro, que no rezan nada, nada, menos que yo)

Lo de los jesuitas ha de ser siempre emocionante para quien –como este autor-fue bautizado en la Iglesiade San Isidoro El Real, que fue la Iglesia de Jesuitas en Oviedo, antes de que los masones de entonces los expulsaran de la Ciudad.¿Qué fue de aquéllos, mis antiguos Maristas? ¿Con lo importante que llegaron a ser en Santa Susana, qué será, será, de ellos, ahora que Marcelino Champagnat es ya, por fin, Santo y no Beato, y por lo que tanto rezamos? ¿Seguirá el Hermano Serafín haciendo fotos y fotos, y peinándose al estilo de los peinados a base de cuatro pelos, como don Benedicto, latinista de las “Guerras de las Galias”? Es que don Benedicto, siempre con sotana, era más hueso que solomillo en el Instituto del Casto, casi como el histórico “Atila”, de imposible confusión con Atilano, Obispo del Doncel de Sigüenza y de La Alcarria, de olor a oveja y apellidado Rodríguez, que, por haber ya sido Obispo Auxiliar de Oviedo –éste sí que estuvo en la terna- sólo puede ser Coadjutor aquí, en esta Diócesis de coadjutores, como don Segundo.
 
" Obispo como don Atilano, pero con báculo chungo"


" El Queen's Fuso (Fuso de la Reina) como el Phelaton Building
La expedición ferroviaria de “los maristas” con destino a La Magdalenadejó atrásel imponente puente metálico, de gran altura sobre las aguas del Río Nalón. Ese puente y río que recordó al “Rio Kwai”, hoy recuerda a otro río. Y al fondo: la Estación ferroviaria de Fuso, que, al verla, caí rendido por su hechizo y encantamiento. Una Estación, rodeada con una marquesina y voladizos como de la “belle époque”; que era un triángulo isósceles, al lado izquierdo, la vía del Vasco a Collanzo, y al derecho, la vía del Vasco a San Esteban de Pravia. La Estación era, en realidad, una esquina. Por eso, cuando años después, aún con la mente alborotada, en Nueva York o en San Francisco, me puse delante de las esquinas más famosas del mundo, respectivamente, la del Flatiron o la de Phelaton (buildings), me dije que eso ya lo había visto antes: la Estación de Fuso, en el municipio de Morcín. Y el puente metálico de gran altura sobre el río, no podía ser el Nalón, tenía que ser el Hudson o la bahía de San Francisco. ¡Qué apropiado el nombre de Phelaton, por ser un auténtico “felatón”.
"Máquina de trenecido de vía estrecha, inglesa"

Parados en Fuso, el “estrés emocional” por tanto acontecimiento, no disminuyó sino que aumentó. El Jefe de la Estación salió de su garito y, con zozobra, tiró de la cuerda para que el badajo golpeara a un lado y otro la campana, volviendo a entrar, con igual zozobra, en el “puesto de mando”. El guarda-agujas corría acelerado a cambiar las agujas de la vía, maniobrando de prisa con barras y discos, poniendo el semáforo en rojo, de prohibido el paso. El fogonero no dejaba de atizar la máquina de vapor, cuya barriga, roja y glotona, todo lo engullía con voracidad. El interventordel tren, apresurado y con lapicero en la oreja, descorbatado, picaba con tiquismiquis los tickets de ida y vuelta, sonando “tic-tic” y “tic-tic”. Y el conductor de la locomotora agarraba con fuerza la palanca del freno, una palanca que hacía de brida o de rienda para sujetar al monstruo, que tenía ganas de correr desbocado, con humos como espuma en la embocadura entre las muelas.

En esa agobiante espera, inseguro, a mi compañero de asiento, Isidro Roza, pregunté la causa de tanta espera. Isidro, que era de Acción Católica –iba leyendo el Vela y Ancla, que era el libro infantil de Política (con el Doncel en las contraportadas en postura ambigua o de muy vago)-, me dijo, con su habitual sabiduría y aplomo, que estábamos a la espera de la llegada del tren de San Esteban, para los trasbordos. Efectivamente, nada más llegar ese tren, sin que nadie trasbordase, ni damas con moño erecto o fláccido, ni caballeros con lo mismo, reanudamos la marcha ferroviaria hacia Parteayer.

--“¡Cómo los rojos de Ablaña y de Cabañaquinta se van a mezclar con los azules de Grado y de Salas!” –exclamé yo-.

-- “Que no, que estás equivocado –me dijo Isidro-. Que en Salas y por allí hay también rojos, más rojos que las amapolas, que, además, tienen una “mina” –añadió-, y que por eso, por eso –siguió diciendo- se les llama Los Salaminos, sólo comparables a los de la otra gran batalla, la de Salamina, que perdieron los bárbaros persas.

Rufino F. C. cuyos ascendientes tenían en Oviedo un imponente negocio de ultramarinos junto al Cine Santa Isabel, preguntó, respondió: “¿Sabéis como se llaman los dulces postreros/potreros de Salas? Pues se llaman Los carajitos del Profesor

--Y preguntó otro: “¿A propósito, cómo se llaman, cómo, los postres dulces y suaves, muy dulces de Boñar, caminito de León?”

-- “¡Cómo, cómo, anda dínoslo!” –repreguntamos todos.
 
"Descendiendo con botas de Segarra"
Y entre tantas enjundias, llegamos, por fin, al apeadero de Parteayer, nuestro destino. Primero descendieron los de la OJE, que llevaban botas muy negras, como de militares, que, al parecer, las regalaban, unas, en el Gobierno Civil, y otras donde el Obispo capitoste, que decían que era también de la OJE. Luegodescendieron los de Acción Católica, cuyas botas eran finas y elegantes, las chirucas de Almacenes Generales (en este grupo, acompañó a Isidro en la bajada Moutas Cimadevilla J.M., hoy cuenta-cuentos, incluso el de La Buena Pipa, tal como el autor mismo). Finalmente descendimos los del descalzo Padre Luis, del Carmelo y del Niño Jesús de Praga, con botas duras, muy duras, de Segarra,en Fruela,entre el Termómetro del Banco Popular y El Navío, un navío que junto a los nabos Trubia (por las guerras “nabales”) fue lo más marinero de aquel Oviedo.


(Continuará)
                     FOTOS FACILITADAS POR EL AUTOR

ÁNGEL AZNÁREZ, el próximo domingo en "RELIGIÓN DIGITAL"

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Desde el observatorio (foto del autor)
Introducción al artículo:

El artículo del domingo, 12 de enero, sigue la serie (es el sexto) sobre cuestiones canónico-matrimoniales; en él hay reflexiones generales sobre la economía matrimonial y de sociología religiosa, estando muy presente la dialéctica entre clérigos y laicos, dentro de una misma Religión.

La serie puede acabar con el sexto (no mandamiento, aunque lo roce) o puede continuar con un séptimo. Todo dependerá de lo que diga el papa Francisco en el clásico discurso ante los miembros del Tribunal de la Rota Romana, con ocasión de la inauguración del Año Judicial.

Este año la expectación ante el discurso papal es máxima, teniendo en cuenta que Francisco, felizmente reinante, es el Papa que mejor está predicando sobre la Misericordia. Naturalmente que todos los papas han escrito y predicado sobre la Misericordia–Juan Pablo II escribió hasta una encíclica Dives in Misericordia (1980) ¡Escribió tantas y tan diferentes!-. La novedad es que con el actual papa, hasta la Divina Misericordiaparece distinta.

Y recuerdo lo olvidado: un especialista de la Misericordia es el Decano del Sacro Colegio Cardenalicio –el cardenal Sodano, el de siempre-, que dedicó a ella la homilía de la MisaProEligendo Pontifice, que se ofició en el Vaticano el 12 de marzo de 2013, horas antes de la elección de Francisco, Obispo de Roma. “Misión de Misericordia –dijo el cardenal, el de siempre- que está confiada de modo particular a los pastores de la Iglesia”.

Es una pena que dicha homilía, tan oída, haya sido tan poco escuchada.

Y es que los temas religiosos son apasionantes, pues en ellos cabe casi todo: Teología, Política, Derecho, Literatura, Sociología, Filosofía, Psiquiatría y hasta Farmacopea; esta última de mucho consumo y gasto por el clero romano, desfasando presupuestos, aunque se disponga de “economato”.

Sobre la fotografía adjunta:

La fotografía no fue hecha en Europa, en la que las cigüeñas hacen nidos en torretas peligrosas de luz eléctrica o en espadañas inseguras y estrechas de en iglesias rurales. La fotografía corresponde a África, al sur de un país de bereberes, muy cerca ya del Atlas. Se ve el confort que disfrutan la cigüeña y su cría, allí muy lejos y no aquí muy cerca, siempre más estresadas. Es normal que, desde el alto observatorio, la cigüeña lo vea todo, todo, con luz de rayo y sin trueno, y que si algo se oculte, lo pregunte y se responda; para ello, precisamente para ello, tiene un pico muy largo, muy afilado y muy recto o tieso.

Sobre los lectores:

Todos los lectores, todos, son muy queridos por el autor. Mas aún: los considera como de su familia; ahora que con las familias se pueden hacer virguerías, que si la biológica, la espiritual, la jurídica, la simple, la compuesta, la recompuesta, etc.

Pero el autor debe manifestar un especial cariño por los lectores ociosos, que son los auténticos aristócratas, no los de los negocios que no tienen ocio. La lectura requiere tiempo, buscar y rebuscar lo escondido; leer entre líneas y párrafos, para no caer en los cepos que el autor pone, con malicia, a los conejillos lectores –caen también pretendidas liebres, aunque éstas, aturdidas, ni se enteran-.

Solidez y no estados gaseosos o líquidos. Y tiempo, ocio, y no ajetreo. Ya lo contó Umbral: “Los que siempre tienen prisa, son unos horteras”.

Y por si se precisare, felicidades nuevas para el Nuevo Año.


"VUELTOS A CASAR Y CON APETITO", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ ("Religión Digital", 12/0172014)

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 MATRIMONIO Y PODER EN LA IGLESIA (6ª PARTE)


Que los Sabios venidos de Oriente nos enseñen cómo no caer en las trampas de las tinieblas y cómo defendernos de la oscuridad que busca rodear nuestra vida.
(Homilía de Francisco. Misa de Epifanía)



"Un clérigo chiíta en las calles de Teherán"
La condición de notario me permite oír y escuchar a muchos jóvenes que a mí acuden, antes de casarse, para firmar la escritura pública de Capitulaciones Matrimoniales. Los diálogos con jóvenes, antes de su matrimonio, unas veces bajo la forma civil y otras bajo la canónica, son fuente de mucha información. Me interesan, naturalmente, todos, si bien tengo especial curiosidad con los que se casan según las normas complejas de la Iglesia-una complejidad derivada del carácter sacramental, lo que supone que un contrato entre dos personas, sea, además o también, un signo de la Alianzaentre Dios y su pueblo-. Que, como escribiera -con rotundidad- Benedicto XVI, “a la imagen del Dios monoteísta corresponde el matrimonio monógamo…icono de la relación de Dios con su pueblo”; o que, como escribiera el papa Francisco –con menos contundencia- “un matrimonio, como unión estable de un hombre y una mujer, que nace de su amor, signo y presencia del amor de Dios.

Cuando pregunto a los que van a contraer matrimonio canónico, sobre el significado del signo sacramental, sobre la unión entre un hombre, que representa a Cristo, y una mujer, que representa a la Iglesia, y sobre el compromiso de fidelidad para toda la vida, unos sonríen con diversos significados y otros manifiestan su asombro. Es precisamente en la “cuestión matrimonial” dónde son muy visibles los destrozos de ese fenómeno, de sociología religiosa, que es la ruptura en la transmisión de los valores religiosos, o crisis en la transmisión de la fe. Y esa ruptura es llamativa tratándose de jóvenes de clases medias y altas, con ascendientes que fueron educados en la omnipresencia del fenómeno religioso durante el nacional-catolicismo español.
 "Hombre y mujeres"

 La familia, tradicionalmente baluarte o fortaleza en la transmisión de la fe, hace agua por muchas partes. Y esa ruptura en la transmisión de los valores religiosos parece que sólo tiene una ruta: seguir agravándose. Serán, sin duda muy interesantes las reflexiones que este mismo año se hagan ante la preparación del Sínodo de obispos, precisamente sobre este tema. Bienvenido sea, aún por necesidad, el actual revivir del importante papel de la mujer en la Iglesia(Donne e Teologia). En ese contexto resulta muy lírico lo escrito por el papa Francisco en su Encíclica Lumen Fidei: “La transmisión de la fe, que brilla para todos los hombres en todo lugar, pasa también por las coordenadas temporales, de generación en generación”. Razones, sin duda, no faltaron a mi bendito Benedicto XVI para preguntarse por las dificultades de la “pastoral matrimonial”. Eso es así, aunque el “deber ser” sea otro (se recomienda la lectura del canon 1063 del Código de Derecho Canónico).


Lo de pactar capitulaciones matrimoniales, generalmente antes de la celebración matrimonial es interesante, pues su objeto único es que el futuro matrimonio se rija, en lo económico, por la separación de bienes, excluyendo el régimen de comunidad, la llamada sociedad de gananciales. Es ya un hecho, en lo jurídico y en lo social, la “relativización” del vínculo matrimonial, sabiendo que la ley civil deja a cualquiera de los contrayentes la decisión última sobre la extinción matrimonial, reduciendo plazos y eliminando causas objetivas para poner fin a la unión conyugal. Siendo eso así, ¿qué sentido tiene un régimen económico matrimonial que hace comunes a los cónyuges las ganancias o beneficios obtenidos indistintamente por cualquiera de ellos? Si se trata de compartir lo mínimo, con la vista puesta en el “divorcio exprés” ante las dificultades, ¿para qué un sistema económico pensado para una intensa comunidad de vida?

Es normal que los futuros cónyuges, los más informados y/o aconsejados, huyan como de la peste de las normas de los gananciales que tantos enredos pueden causar. Unas normas, las de los bienes gananciales, con efectos y consecuencias económicas importantes e imperativas, lo que no ocurre con las llamadas “obligaciones” civiles, elásticas, de los cónyuges, tales como vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente (Código Civil). Y, desde luego, será una pretensión imposible que, estando la institución del matrimonio en profunda crisis, su realidad sacramental no se vea afectada –siempre cabe mirar para otro lado y seguir como si nada; que esa es la actitud, aparente, de muchos altos clérigos-.

"Un Cristo, el de Valdefuentes (Valderas, León)"
Karl Rahner, después de analizar los que llama “sacramentos de iniciación”·(bautismo y confirmación–el Catecismo añade la Eucaristía-), estudia los que llama de “estados de vida”, los dos sacramentos que introducen a un estado de vida, y escribe:“ La visibilidad sacramental del acto por el que Dios, de manera decisiva, llama al hombre a asumir una función decisiva en su historia individual, y también en relación a su historia de salvación, son los sacramentos del orden y del matrimonio”.Ciertamente que muchas analogías se pueden encontrar entre uno y otro sacramento, pero hay una diferencia esencial: por la ordenación sagradase adquiere el estado clerical -que nunca se anula, aunque se puede perder-, y el matrimonio, por el contrario, essacramento de laicos -que es consorcio para toda la vida-.

¿Y qué ocurre cuando un sacerdote dice al obispo que quiere dejar el estado clerical? ¿Y qué ocurre cuando dos esposos dicen al sacerdote que ya no se quieren y que no desean vivir juntos, que no se soportan? Pues ocurren “cosas” muy distintas. En el primer caso, para clérigos, cabe la pérdida del estado clerical, con dispensa añadida del celibato por el Romano Pontífice, y así todo resuelto. En el segundo caso, las posibilidades son mínimas; queda el recurso a meditar sobre el amor divino y humano, y, desde luego, rezar y rezar, rezar mucho; o como escribiera Juan Pablo II. (2004): ”Es preciso redescubrir la verdad, la belleza de la institución matrimonial”.

Y si en el sacramento del orden, salvo casos puntuales, a nadie se le ocurre, disparatadamente, ir a los tribunales eclesiásticos para que se declare la invalidez de la sagrada ordenación, en el matrimoniosolicitar la nulidad es moneda corriente; es la ocurrencia, también muchas veces disparatada y más general ante la falta de otras vías. Llama la atención que hasta ahora, los clérigos peritos no hayan encontrado solución al problema del acceso al “sacramento de los sacramentos” (la eucaristía), por parte de los divorciados vueltos a casar civilmente, manteniéndolos excomulgados como el excomulgado Zaqueo, el de Jericó, según el Evangelio de San Lucas.

Ese distinto tratamiento en dos sacramentos, que tienen en común ser “de estados de vida” –se reitera-, a algunos les parecerá bien, lo adecuado según el Derecho; a otros, preferentemente laicos, quizá no les parezca tan bien, viendo en ello un abuso de “posición dominante”. Es inevitable que algunos consideren lo anterior como un ejemplo más de los efectos desorbitados del poder de los clérigos en algunas religiones: clerecías desconocidas en el monoteísmo judío y desconocidas en el Islam sunnita, no así en el chiíta, que gira en torno a los poderosos, clérigos, los ayatolás.

"Un clérigo angelical"
Esto es también un problema en una Religión, la Católica, de mucho clero, que ha sido fundamental –justo es reconocerlo- para el gran objetivo que es la pervivencia del cristianismo mismo. El asunto debe tener su importancia. Hasta los mismos papas no dejan de alertar sobre los peligros del exceso de clericalismo en la Iglesia. Aún se oyen los desgarros de Benedicto XVI denunciando el llamado “carrerismo” y las luchas de poder entre clérigos –causa última de su renuncia al Vicariato de Cristo-. Y recientes son también son los pronunciamientos del papa Francisco, elegido con muy amplio consenso, precisamente, para frenar los desvaríos de altos clérigos romanos, enloquecidos por el Poder. La última denuncia papal tuvo lugar en la homilía de la Misade Santa Marte el 16 de diciembre de 2013: “Cuando en el pueblo de Dios no hay profecía, su lugar, vacío, lo ocupa el clericalismo”.

Y es que el tema de las clerecías, masculinas, y su poder es ya un clásico en la sociología de las religiones (Durkheim y Max Weber, entre otros). El Poder en la Iglesia lo tienen los clérigos -así de claro-. Es interesante recordar como en el seno del cristianismo primitivo, la separación entre clérigos y laicos fue un proceso evolutivo, definiéndose estos últimos por no ser clérigos, y no disponiendo de ningún poder en el seno de sus Iglesias (Pelletier).”En el siglo III –escribe José Fernández Ubiña en El cristianismo greco-romano- no sólo se consolida el papel directivo del obispo en la gran Iglesia, sino que se conforma un auténtico cursus eclesiasticus, a imagen del cursus honorum seguido por sacerdotes y magistrados del Imperio”. Y una clerecía, autorreferencial, que a veces parece necesitar del sustento del Poder para mantener un sistema de vida realmente complicado y radical, como “complicados” y radicales son algunos de los llamados consejos evangélicos, causa de múltiples trastornos.

¿Qué habrá de afán de poder, de control de clérigos, género masculino, sobre los laicos en un asunto tan sensible e importante como es el sexual y el matrimonial? ¿Será verdad que lo calificado como inmutable dentro del sacramento del matrimonio responde a la Revelacióno se trata de buscar, consciente o inconscientemente y como sea, argumentos para mantener el statu quo, un statu quo de dominio que también hace agua por todas partes? ¿Es que alguna vez el Derecho, también el Derecho Canónico, ante asuntos trascendentes, ha sido neutral? ¿Cómo es posible que se mantenga un concepto de “Teología de la Familia” tan estancado, habiendo corrido tanto la múltiple realidad familiar, la biológica y no biológica? ¿La crisis de la clerecía católica –escasez de clérigos por múltiples causas, incluida degradación del “estatus social” del sacerdocio- será la vía providencial para un replanteamiento efectivo de las relaciones entre clérigos y laicos, dentro de la Religión católica? Las respuestas a esas preguntas y a otras, nucleares, requerirán tiempo, mucho tiempo. Habráque esperar para ver, poco a poco, no ignorando las dificultades, los dolores y los traumas.

Y qué interesante es la distinción de Benjamin Constant, fundador de la antropología religiosa, que hace en su obra maestra De la Religión considerada en sus fuentes, formas y desarrollo (Editorial Trotta, 2008), entre religiones sacerdotales, en las que los sacerdotes imponen un orden fijo, opuesto a su transformación y condenadas al inmovilismo, y las llamadas religiones no sacerdotales o libres, más abiertas al perfeccionamiento. Y qué actual es su conclusión (Libro XV): “El espíritu humano tiene una inclinación a la investigación y al examen. Si su deber más imperioso, si su mayor mérito era una credulidad implícita, ¿por qué el cielo lo habrá dotado de una facultad que no podría ejercer sin falta? ¿Por qué lo habría sometido a una necesidad que no podría satisfacerse, sin ser culpable? ¿Sería para exigir de él el sacrificio absoluto de esta facultad? (la superstición es la abnegación de la inteligencia y el fanatismo es la superstición que se hace ímpetu)”.

"Un equilibrista"
Han sido muy interesantes todos los discursos de los papas a los miembros del Tribunal de la Rota Romanacon ocasión del Año Nuevo sobre el matrimonio; unos discursos que son continuidad y otros que son discontinuidad con matices; unos más claros (Juan Pablo II) y otros muy confusos (Benedicto XVI) –ambos papas no precisamente juristas-lo que resulta evidente.

Al papa Francisco, gran y novedoso predicador de la Divina Misericordia, le esperamos en la cita próxima ante los miembros de la Rota. Debería ser muy importante. En cualquier caso le escucharemos con las pilas muy cargadas y con la lupa colocada de observatorio.


FOTOS DEL AUTOR







LUIS ARGÜELLES, MANOLO ENCINAS Y JOSÉ AVELINO MORO

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                    (El Comercio, 15/01/2013)
El fallecimiento de Luis no me ha pillado por sorpresa, yo sabía que su salud era precaria y que una enfermedad cualquiera acabaría con su vida. Y así fue.
No por esperada me causó menos dolor, pues ello supone cerrar una etapa de mi vida y de quienes somos hijos de aquellos hombre que en la década de los setenta, con más ilusión que medios, con más fuerza que empuje social, se embarcaron en la tarea de recuperar, contra viento y marea, el patrimonio etnográfico de Asturias.
No sólo Luis,  Moro, o Encinas trabajaron para que no quedase enterrado en el olvido nuestro pasado, hubo algunos más que lo hicieron: Patricio Adúriz, Rafael Meré, Luis Alonso, Luciano Castañón, y todos los que no cito,  que sí recordarán  quienes tengan memoria y sean justos. Pero estos tres formaban una piña que hacía que familiarmente los llamásemos los tres mosqueteros: siempre juntos, detrás de las mismas causas, inasequibles al desaliento, todos a una, sin importarles que los llamasen aldeanos. Acaso lo eran.
 Hoy quedamos otros tres, ahora mosqueterinos: Belén, Luis y yo misma, ya con mucho menos ahínco del que ellos tuvieron, pero recogiendo el legado que nos dejaron. Que no es material, ni mucho menos, ellos nada tenían propio, nada material dejaron en herencia. Y además, esa herencia tardamos 35 años en recibirla: nos llegó en forma de reconocimiento público.  Por desgracia ninguno pudo recoger el fruto de su trabajo: demasiado tarde. Y a Manolo Encinas, ni le llegó.  Por eso yo comparto con su hija, hermana que no lo es de sangre pero más que si lo fuera, aquellos reconocimientos públicos que se hicieron: en el Pueblo de Asturias, en el teatro Jovellanos y en este diario El Comercio donde los tres, de una u otra forma, prestaron servicios.
Estos días sus hijos andamos revueltos, tristes porque Luis se fue, sorprendidos por la información que de su trabajo, siempre silencioso, se está facilitando ahora en los medios de comunicación. Estamos de alguna manera, redescubriéndolos. Eran nuestros padres, y por ello para nosotros importantes: los mejores. Eso  siempre fue así. Pero ahora constatamos  con cierta sorpresa, que  también lo fueron para otras personas, que el trabajo que hicieron no pasó desapercibido, aunque no se hablara de ellos durante muchos años, aunque nos pareciese lo contrario. Como decía, estamos recogiendo su legado, lo que nos hace muy felices, y nos ayuda a sobrellevar la pena que nos produce la marcha de Luis.
Por eso, siendo  yo la mayor, deseo desde el diario El Comercio, que fue casa de los tres, agradecer a todas las personas que de una u otra forma han paliado la tristeza que nos inunda.
 Con el fallecimiento de Luis se cerró una etapa de nuestra vida, ya no queda ninguno de esa saga de hombres ilusionados que a cambio de nada, y en tiempos en los que no estaba de moda asturianear, recorrían los pueblos en busca de cualquier cacharo en desuso, escribían en bable o reivindicaban la gaita como instrumento nuestro. Eran, sin duda, unos ilusos soñadores: eran nuestros padres. Y en el tanatorio, entre lágrimas y risas comentábamos, los tres, que allá donde estuvieren seguro, seguro seguirían juntos haciendo nuevos proyectos. Descansen en paz.

                                            


QUE LOS SEÑORES DIPUTADOS NO SE RASGUEN LAS VESTIDURAS ANTE LA LEY DEL ABORTO

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El aborto es un tema delicado, delicadísimo, del que nunca me gusta hablar, y por ende escribir. Pero hoy voy a saltarme esa máxima, aunque no sea más que para manifestar mi indignación por los debates parlamentarios que está suscitando.
Como mujer tengo la sensación de ser una pelota que sus señorías utilizan para lanzarse unos a otros. Utilizan chascarrillos, mofas, recriminaciones que no vienen a cuento en un tema tan serio como es el derecho a abortar, o el derecho a nacer. Posiblemente ambos en el mismo nivel.
No creo que ninguna mujer, si no median causas de fuerza mayor, esté a favor del aborto. Y si alguna lo estuviere per se, posiblemente no tenga plena consciencia del trauma que supone abortar, de las secuelas que suelen padecer quienes lo hacen. No obvio que hay personas –hombres o mujeres- que pasan de todo y que son insensibles también a todo. O casi. Esas/os, revindicarán el aborto como pueden revindicar cualquier otra cosa.
Si no he entendido mal, la ley que está en estudio tiene como finalidad proteger la vida del no nato. Hasta ahí me parece bien: bien está proteger al débil. Salvo en el caso de violación –creo que recoge el proyecto-, en   que sí podría interrumpirse el embarazo. Perpleja me deja la excepción. ¿No se protege a ese naciturus? ¿Cuál es la diferencia entre ése y niño y otro cualquiera? En qué quedamos, lo único que preocupa a sus legisladores es la vida que se está gestando o se cuelan por ahí otros  intereses con olor  a moralina desfasada.
Qué bonito es posicionarse en contra del aborto, principalmente si se es hombre, cuando el tema toca de lejos. Qué bonito es entrometerse en la libertad de la mujer para decidir. Supongo que para opinar con conocimiento de causa habría que ponerse en la piel de la mujer abocada al aborto. Que nadie se engañe, que lo señores diputados del Partido Popular no se rasguen las vestiduras porque un colectivo femenino pida que no se modifique la ley hasta los extremos que se pretende. Puede, y ni  tan siquiera estoy segura de ello, que sean necesarios algunos retoques, pero de ahí a lo que pretenden hay mucho trecho. Que una tiene que tener derecho a decidir si desea parir a un niño con malformaciones, si quiere poner en peligro su vida, que una tiene derecho… a lo que tenga derecho.  Porque esta ley, por muy permisiva que sea, nunca obligará a abortar a quien no lo desee. Y la mayoría de las mujeres no lo desean y quienes quieran hacerlo lo harán, con ley y sin ella. Siempre ha sido así. 
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