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LA TRISTEZA DE UNA REINA: SOFÍA DE GRECIA

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Una reina feliz

Hoy ha sido el 75 cumpleaños de la  reina Sofía. Dicen en los medios de comunicación que la celebración se hará en la intimidad familiar. La noticia, la verdad, que no me  da  ni frío ni calor y me importa lo justo: nunca he sido monárquica. Aunque no me estorban sus privilegios, sí me incomodan  las marrullerías de algunos de los miembros de la familia real, que aprovecha su condición para estafar, nada más y nada menos, que  en nombre de una ONG dedicada a los niños. Tremendo. Pero vuelvo a Sofía, a una mujer de la que siempre se dijo que  era una excelente profesional. Curiosamente su profesión debe de ser la única que no se elije. ¿O, sí? Lo pongo en duda, porque desde que entró  Letizia en escena  ya no parece  necesario tener pedigrí para casarse con un príncipe.
Su semblante lo dice todo

Que no majestad, que los españoles no tenemos la culpa de su mal humor
Junto con la información, la TVnos mostró  unas fotos de la vida de la reina. Ciertamente ha envejecido como todo el mundo, por supuesto. Pero lo que más llamó mi atención es la transformación de su gesto. Antes siempre sonriente, alegre, cómplice con los suyos. Ahora está triste, tensa, con un gesto agrio. Vamos, que el reinado no debió de compensarle mucho. Pues nada, doña Sofía, felicidades y que la familia le sea leve. 


"VUELTOS A CASAR Y CON APETITO II" (2ª parte), artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ publicado en "RELIGIÓN DIGITAL"

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"Reunión de jueces, civiles y no eclesiásticos"

   PRIMERO, LAS NULIDADES     
La novia ha entrado ya en la sala de fiesta,
                                                                       roja como una rosa;
                                                                       moviendo la cabeza ante ella van
                                                                       los músicos alegres.
De William Wordsworth, esposo de la Mary y poeta inglés.  


Ante la imposibilidad actual de recibir válidamente la Eucaristía quienes se han vuelto a casar, previa disolución por divorcio de matrimonio anterior, tres son las posiciones que se mantienen, todas respetables. En primer lugar están los que consideran este asunto cerrado, que dicen un no rotundo con argumentos en textos sagrados y en el Magisterio pontificio. En segundo lugar están los que dicen un sí, también rotundo, por gracia de Dios omnipotente, su perdón y misericordia. Por último estamos los del “tal vez”, buscando y hurgando, con Fe y Razón, para encontrar un posible sí que deseamos.  
"Mural de la Catedral de Los Ángeles (USA)"
Debo dejar claro, con carácter preliminar, lo siguiente que es personal: A).- Soy ortodoxo en lo dogmático y en lo litúrgico, sin transacción, al tiempo que crítico en asuntos organizativos, los de “aquí abajo” (mi posición sobre la inmatriculación en el Registro de la Propiedad español de los bienes eclesiásticos fue rotunda). Y ser crítico, aunque sólo en esto último, no es fácil; pues para ser “crítico” hay que estar distante del objeto de crítica (la palabra “crítica” procede del verbo griego crino (con o de omega) que significa separación, y yo estoy dentro. Por mi ortodoxia no puedo aceptar “trágalas” o hacer líquidos (liquidar) Dogmas o Liturgia. B).- Para evitar mosqueos, que son acciones para espantar moscas, escribo que contraje único matrimonio canónico y que en ese estado permanezco a Dios gracias, más gracias a Dios que a las mías, escasas.
"Fue un gran Papa, hoy de mucho mérito"


C).- El Papa Benedicto --mi pensamiento sobre este gran Papa teólogo (luego acróbata) está en mi artículo publicado el mismo día, 11 de febrero, del anuncio de su renuncia ¡Adios, mi bendito Benedicto!--, el 26 de enero de este año (2013), sólo dieciséis días antes de la renuncia, en referencia a la validez del matrimonio en el plano natural y sobrenatural declaró:”Sobre tal problemática, sobre todo en el contexto actual habrá que promover ulteriores reflexiones”. Por ello y en ello, con cautela y buscada humildad, reflexiono.

Empiezo por orden diverso de importancia, de menos a más, si así se pudiera decir: por lo jurídico, luego por lo pastoral y finalmente por lo sacramental. Y para tratar todo ello, propongo a mis lectores y lectoras un viaje: desde Roma iremos a Nueva York, regresaremos a Roma, y, luego, nos trasladaremos a la alemana ciudad de Freiburg im Breisgau.

El consentimiento de los contrayentes fue básico en el Derecho Romano y lo sigue siendo en el actual Derecho Canónico; únicoel de los contrayentes. Fue la Iglesia primitiva la que combatió la intervención de la familia, con consentimientos añadidos al de los contrayentes. Eso supuso que se criticara a la Iglesia católica por provocar la “destructuración“ de las familias, empezando por la familia romana. Lo último y más reciente sobre ello lo escribió Francis Fukuyama (el del errático “Fin de la Historia”). Fukuyama, a finales de  2011 publicó el libro The origins of Political Order. From Prehuman Times to the French Revolutions” (New York, Farrar, Straus & Giroux). El capítulo 15 de la segunda parte del libro se titula: El cristianismo rompe la familia; en él cita al antropólogo Jack Goody sostenedor de que las rupturas familiares, de las que culpa a la Iglesia, fueron por  intereses institucionales de la propia Iglesia, así como que el celibato sacerdotal se debió a intereses materiales (“estrategias de herencias”) y no a exigencias de Teología.
 
"Monumento eucarístico de una Catedral de Galicia, que hay cinco y dos concatedrales"
Destaco que el Código de Derecho canónico rebaja la edad para contraer matrimonio respecto a la legislación civil: “No pueden contraer matrimonio –dice el Código Civil español- los menores de edad (mayoría de edad a los 18 años) no emancipados” (con dispensa a partir de los catorce años). El Código de Derecho Canónico dispone que “no pueden contraer matrimonio válido el varón antes de los 16 años completum(cumplidos) ni la mujer antes de los catorce, también completum” (canon 1083). Este dato de la edad es importante para recordarlo a los que dentro de la Iglesiase ponen “muy exquisitos” con lo del consentimiento matrimonial.
 
"Siguen los enredos"
No creo aceptable un mayor laxismo–ya es actualmente mucho- en el asunto de las nulidades matrimoniales canónicas por defecto de consentimiento; y no creo aceptable que un mayor laxismo, en nulidades, sea la vía para el acceso a la Eucaristía de los vueltos a casar previo divorcio o divorcios. Conozco las complejidadesde un consentimiento, el matrimonial canónico, que da origen, además de un contrato, a una institución fundamental, y que es un sacramento, objeto de teologías unidas y no yuxtapuestas. Con un problema añadido, que la propia Iglesia reconoce: la gran mayoría de los futuros contrayentes poco quieren saber; lo que quieren es que el sacerdote los case y que no les “de la lata” con los cursillos prematrimoniales. En este punto son de recordar las palabras de Benedicto XVI: “Nadie puede reivindicar el derecho a una ceremonia nupcial”.

Sería interesante –ahora no posible- entrar en los hilos sutilísimos que “diferencian”, en materia de las nulidades canónicas, el pensamiento de los Papas Juan Pablo II y de su sucesor --remito a la lectura del importante, fino y último Discurso de Benedicto XVI dirigido al Tribunal de la Rota Romana, días antes de formular su renuncia al Vicariato de Cristo, en el que señala: “… El beato Juan Pablo II…precisó en cambio--. También sería interesante, ahora tampoco posible, entrar en el concepto de nulidad, cuya plena comprensión exigiría partir del Derecho Romano, del quod nullum est nullum producit effectum, que no es totalmente verdad. Ahora y aquí, sólo me es posible señalar que la Iglesia y sus tribunales son libres, en su ámbito, lo canónico matrimonial, de establecer y sentenciar lo que juzguen conveniente, naturalmente, con los límites debidos. Mas el problema se complica si quieren que su fuero propio, tenga efectos jurídicos en fuero extraño: en el ámbito de lo civil, del Derecho y del Estado. 

Los efectos jurídicos que se derivan de una declaración de nulidad, de un matrimonio, tienen mucho de artificio: se hace inexistente lo que existió, lo cual es un imposible. Por ello, en las nulidades matrimoniales ocurren situaciones raras como la siguiente: Si un matrimonio con hijos es declarado nulo, resulta que los hijos son matrimoniales, e hijos de un matrimonio inexistente; hijos matrimoniales de un soltero y de una soltera. Muchos razonablemente se preguntarán: ¿Qué es esto?

Y en    asunto matrimonial, la nulidad muchas veces es buscada incesantemente para presentarse otra vez en sociedad, de cara a un ulterior matrimonio canónico, como soltero o soltera, que queda mucho mejor –eso creen- que divorciado o divorciada; ya solteros poder entrar de nuevo, de nuevo, con trajes de nupcias en parroquia, catedral o basílica. Lo eucarístico en estos casos, siempre con las excepciones debidas, resulta accesorio. Y las cuestiones de filiación, de los hijos, las psicológicas y/o antropológicas son a tener en cuenta por la Iglesia, que tiene la enorme responsabilidad de ocuparse de todo y de todos.    

Si en el ámbito civil las nulidades de contratos, testamentos, etc. fueren como algunas nulidades canónicas, no habría seguridad jurídica. Por ello los jueces civiles son tan exigentes a la hora de sentenciar una nulidad. Los jueces eclesiásticos parecen mucho menos exigentes, sin duda porque la legislación que aplican es trasunto o reflejo de planteamientos teológicos.  Pongamos un ejemplo: La sentencia de la sección 1ª de la Corte di Cassazione (Italia) de fecha 20 de enero de 2011 negó el reconocimiento civil (artículo 8 del Concordato Iglesia-República italiana) a una sentencia dictada por un tribunal eclesiástico declarando nulo por un problema de consentimiento, no obstante la muy “prolungata convivenza” de los esposos.

En esto, en el diferente concepto que sobre la comunidad de vida entre los cónyuges tienen las legislaciones civiles y la canónica, radica uno de los problemas graves. Frente a la intemporalidad de la ley canónica en lo de la convivencia conyugal, el Código Civil español (artículo 76) dispone que la acción para demandar la nulidad de un matrimonio civil contraído con error, coacción o miedo grave caduca si los cónyuges hubieran vivido juntos durante un año después de desvanecido el error o haber cesado la fuerza o la causa del miedo. Podríamos añadir que el Codice civile italiano, en caso de violenza,  errore y simulazione,al contraer matrimonio, limita igualmente el tiempo de la acción de nulidad si los cónyuges hubiesen cohabitado un año (artículos 122 y 123); y que el Code civil francés baja del año a seis meses cohabitación (artículo 181). Hay un riesgo, cada vez mayor, que los tribunales civiles se nieguen a reconocer efectos civiles a las sentencias de los tribunales eclesiásticos. Y eso aún cuando esos jueces se encuentran que en su legislación nacional existe el divorcio exprés a petición de una solo de los cónyuges. Eso ha llevado a que algunos se pregunten El matrimonio: ¿Contrato basura o bien social? (Libro del romanista García Cantero y de otros, editado en 2005 por Thomson.Aranzadi, 250 páginas. Nulidad y divorcio conceptos diferentes, mucho.   

   El Reverendísimo Prefecto para la Doctrina de la Fe, Gerhard L. Müller, que por arzobispo es excelentísimo, y fratello del también arzobispo J.L. Cipriani, que por cardenal es eminentísimo, en el artículo (el de Müller) La forza della grazia en  L´Osservatore Romano de 23 de octubre último) escribe: “Una verificación de la validez del matrimonio es importante y puede conducir a una solución de los problemas. Donde no sea posible verificar (riconstrare)una nulidad del matrimonio…”. Comienzo señalando una cuestión subjetiva, muy personal: por semántica no me gusta que se junten las palabras forza(fuerza) y grazia, pues la brusquedad de la forza no casa bien con la sutileza y finura de la grazia. Y que sí, que sí, que conozco la tradición, desde la Patrística, en emplear la palabra forza; no obstante lo cual –reitero- no me gusta ese ayuntamiento de forza y grazia.

Valoro el texto del Arzobispo Müller al que respeto (interesante lo del privilegio paulino); a su artículo me seguiré refiriendo en partes sucesivas, al tratar lo pastoral y lo sacramental, incluso lo antropológico. Pero el texto transcrito me deja con dudas, no me gusta; tal vez por mi convicción de que por la vía jurídica no es la adecuada para resolver, resolver bien, el problema de la Eucaristía de los vueltos a casar. Y desde luego, no recomiendo forzar (esta vez sí, forzar) lo de las nulidades. Esa es mi tesis que eso es el presente artículo. Ya se verá si podemos resolverlo mejor, por lo antropológico, lo pastoral y lo sacramental.

Que mis leyentes recuerden a modo de introducción importante de la futura 3ª parte, que hay dos sacramentos que se aproximan por ser los dos sacramentos de estados de vida: el del matrimonio y el del orden sacerdotal.  


Continuará, pues, Dios mediante.                      FOTOS CEDIDAS POR EL AUTOR

"UNA MANIFESTA INJUSTICIA", artículo de JOSÉ MARCELINO GARCÍA dedicado a VÍCTOR ALPERI

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Andaba ya con la languidez que tiene la ropa de quien va a morir. Y la noticia de su muerte conmovió a muchos en forma de acto de contricción por la manifiesta injusticia que este escritor sufrió en su propia tierra, en la que nunca fue del todo comprendido. Es cruel que ciertas figuras de las artes y de las letras necesiten de la muerte para ser consagrados por una sociedad poco generosa, que solo elogia aquello que ya no es, que no puede oir su elogio ni alentarse en su panegírico, como si solo la muerte hiciera merecedor al hombre de todo lo que en vida le ha sido escatimado y discutido. Víctor Alperi se acostó para morir en su refugio de la calle Asturias de Gijón y Así, de esta manera, en medio del frío de la indiferencia, concluyó su éxodo. En los últimos meses, Víctor nos decía a Carmen Gómez Ojea y a mí que la vida era ya para él un espectáculo demasiado largo, donde las escenas teatrales se repetían con las mismas frases. Empezaba a caminar con dificultad este escritor nacido en Mieres, estudiante de Medicina en la facultad de San Carlos, luego abogado y doctor en Derecho. Empezaba a ver mal Víctor, este narrador de historias con varios tomos de novelas, de cuentos y libros de viajes, de poesía y crítica, de cocina y ensayo, que también llegó a reunir una importantísima biblioteca que él ofreció por poco dinero y nadie quisao, algunas tardes, con paso breve y vacilante, se encaminaba desde el rincón de su vejez hasta el Dindurra o el Arrieta, para tomar un cafelito, con velador de mármol, con Carmen Gómez Ojea, la gran escritora asturiana, nacida en Carreño, que nunca lo abandonó, y conmigo. Allí hablaba de su vida, de su alegre vida madrileña llena de literatura, de los maestros que él conoció y con los que alternó: Ruano, Azorín, Cela, Ángel González, Dolores Medio, del Café Gijón, y también de su dolor literario. Acompañé su ataúd hasta Mieres. Allí quedó, al lado de sus padres, bajo un pequeño altar, en una capillita toda blanca y sin flores, como si fuera un niño que hubiera llegado hasta allí a recibir su primera comunión.
     (Publicado en "El Comercio", 4/11/13)

ÁNGEL AZNÁREZ, NOTARIO: "VÍCTOR ALPERI, VIVE EN EL RECUERDO"

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Mañana en la Colegiata de San Juan Bautista  del Palacio de Revillagigedo (Plaza del Marqués, Gijón), a las 19,30 horas, el ATENEO JOVELLANOS  ha organizado un homenaje al escritor recientemente fallecido. Nosotros, para que, como dice el notario, "Viva en el recuerdo" publicamos el artículo  que don Ángel le dedicó  tras su fallecimiento.       

                        Ayer me enteré del fallecimiento de Víctor Alperi, que fue victorioso de nombre, de pila bautismal, y, tal vez, no victorioso de vida. Si así hubiere sido, no victorioso, compartió con muchos, muchísimos, acaso todos, eso tan difícil, ¿posible? que se denomina “triunfar en la vida”. ¿Cómo se puede decir en verdad que aquí triunfamos? La muerte recuerda el fracaso de aquí -lo del Cielo es otra cuestión-.

                        Hace unos meses estuve con él. Yo, cual médico amigo que ha de palpar en intimidades, y él, cual paciente que se deja, se deja, y no deja de contarme… A los pocos días, me trajo, con mucho afecto cuatro libros por él escritos: Dorado Palacio de Lisboa, Cartas de amor de una monja portuguesa, Madre de salvación y Mieres, sinfonía de los Valles.   


                        Ante esos títulos, nada le pregunté, pues ya lo sabía: la insistencia suya en la madre y en el amor; un amor, éste tan “peculiar” como suele ser el amor de una monja. Por lo de Portugal –le dije- que estaba en la línea sentimental de grandes escritores allí nacidos y amantes de lo suyo (el prosista Saramago y el poeta Torga), y aparentemente distantes lejanos de un escritor nacido en Mieres.

Quedó Víctor contento al prometerle que, desde su regalo, mis viajes a Portugal -hasta ese momento siempre acompañado de los relatos viajeros de aquellos dos escritores, más el libro de don Miguel (Unamuno) Por tierras de Portugal y España- tendrían la compañía de su libro, que sería el cuarto.  

Y si fue prometido, así fue hecho.

Cuando me dijo que quería hacer una dedicatoria, extendí sobre la mesa, separadamente y con intención, los cuatro libros para ver cuál escogía. Víctor, sin decirme el porqué, escogió precisamente Madre de Salvación, nada extraño; en él escribió: A Ángel Aznárez, este libro sobre lo más hermoso que existe en el mundo: el amor de las madres. Un fuerte abrazo

¡Qué interesante y a la vez qué complicado es para los hombres un amor sublime, desmesurado de madre! Nacemos de madres y muchas veces el problema está en eso tan duro, que es el separarse de la madre. Añado: y tan necesario (para los hombres), pues acercarse a las mujeres, a las otras, que es lo “otro”, supone un separarse de la madre. Algunos, de eso, ni quieren hablar. Esa es su opción, unas veces fruto del consciente, libre y racional, y otras del subconsciente, caprichoso y tozudo.

Declaro mi respeto absoluto a Alperi y a las personas, sea cual sea el resultado de la elección. Mis afectos, que son mucho más que respeto o consideración, en eso, en la opción, nunca han reparado ni les importa.

A Víctor Alperi, que fue escritor, con cariño, seguiré recordando.

Y ese recordar, que es prodigio de la memoria, se hace presentes a los que ya ausentes para siempre. Parece “cosa” de magia”; es como una pequeña victoria frente a la muerte, y de Víctor también.


 Ángel Aznárez (23 de octubre de 2013)


                        

"EL CERCO FERROVIARIO A OVIEDO, VALLE Y POZO", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ publicado en "LA NUEVA ESPAÑA" (edición de Oviedo, 3/10/13)

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                      UN REPASO JOVIAL AL OVIEDÍN DEL ALMA

 "Da igual, las de Oviedo que las de Gijón"

            Oviedo, valle y pozo, poza entre montañas, con muchos cuestos y vericuetos, es ciudad introvertida, de anatomía femenina (todo hacia dentro), de olor de alcanfor, y de señoras con faja-tubo. Es ciudad intramuros de muralla o murete. Los ovetenses son de cogollos, meollos y de muchos bollos –es normal el actual bollo preñado de los de La Balesquida, que andan a leches y paraguazos, como los que hubo en la Plazadel Paraguas, que fue de leches-.

Gijón, plana y chata, es ciudad extrovertida, de anatomía masculina(todo hacia fuera), del olor de oricios, y de señoras con batas estampadas o espantadas. Es ciudad extramuros, pues el muro de la playa de Lorenzo, santo y mártir, no es tal ya que tiene “escalerona” y veinticuatro escaleras, la última más allá de la “Lloca” arrinconada. Y los gijoneses son abiertos y universales, muy de carro-matos (hasta los helados de Los Valencianos se vendían en esos artilugios a motor), y muy de la Reconquista por ser Pelayosu mascota, lo que no les impide tener una calle principal con nombre de moro, el moro Munuza.

            Aunque todo lo anterior, prólogo y cortesía, da para un libro, anuncio que no lo escribiré, pues escribir libros me da mucha vergüenza, y que conste que no llamo desvergonzados a todos los que escriben libres; sólo a bastantes. Quedémonos, por ahora, en Oviedo, que, a Gijón, iremos otro día. Dejo manifiesta mi condición de natural ovetense -aclaro también, por si acaso, que no por ello soy de anatomía femenina, pues todo lo tengo también hacia fuera, y no soy precisamente castrado de narices-, aunque mis hijos son de madre gijonesa, todos de la misma, lo cual tiene mucho de mestizaje y, por mucho que les explico el porqué son mestizos,no lo acaban de entender. Confieso, ahora que no me oyen, que yo tampoco lo entiendo.

"Monstruo mamón de leche sin vaso y no en La Peral (en la Manjoya de Oviedo)

 Además del cerco amurallado, Oviedo tuvo otro cerco, el ferroviario, pues el Oviedín del alma lindó con vías férreas, de vía ancha al norte (RENFE) y de vía estrecha por los demás lados (VASCO y ECONÓMICOS). Para acabar con este cerco, los muy “creativos” tuvieron una idea genial hace años y de mucha pasta: ingeniaron lo que se llamó el “Cinturón verde”, que lo de verde acaso fue para despistar, y alguno se escapó corriendo o a gatas, a calzón quitado en ambas posturas (lo del verde acaso por ser el color de la esperanza). O sea, lo que se entiende por “poner pies en polvorosa” Y es que los trenes, que se inventaron para salir y marchar, encerraron aún más a todo el “Oviedín”. De eso, de trenes, va el presente y los que sigan, de “Ropa tendida”, todos colgados del tendal, libres y no sujetos con pinzas de madera.  
"Una maquinona como la del Vasco a Collanzo". (De la colección ferroviaria del autor).
            Siendo impúber o niño impúbero, me trasladaron de la calle Campomanes a la del Sacramento, lo cual, visto desde la distancia, resultó muy acertado. En esa calle, mejor caleya, tuve de vecinos a canónigos ricos con amas, y otros que fueron “dragones de la clerecía”, como el cura don Gonzalo, besucón, capellán de Adoratrices -monjas madres, monjas legas y “recogidas” a las que ponían un mandilón gris y un moño de castaña en lo más alto o copetes-. También don Gonzalo tuvo beneficio catedralicio, fue natural de Toro, de vinazo gordo y de Olivares, conde y duque, y con ama legítima: su hermana.

 Viví en el entonces número 20 de Sacramento, un edificio que ahí sigue en pié, y que sigue siendo lo que fue: muy bizco o estrábico, pues a la izquierda mira a la sacramental calle y a la derecha a Muñoz Degraín. El piso era alto, el 5º, lo que permitía otear el campo a través, desde los Catalanes hasta la Sierradel Aramo. Durante muchos años el tren del Vasco fue mi despertador; a las 7,40 horas llegaba el primer convoy del día a Oviedo desde Collanzo, acercándose por La Manjoya y metiéndose en el túnel de San Lázaro, debajo de la lúgubre Malatería, como por ensalmo.
"Asombrado mirando melancólico al Vasco tren"

El “chu-cu-chu”, los jadeos y soplidos de la máquina a vapor, muy negra, al subir la pequeña cuesta en dirección al túnel, eran tales que despertaban al mismísimo Morfeo. A las 7,55 llegaba el segundo tren, éste procedente de Pravia, aunque menos ruidoso, pues la máquina de vapor era pequeña y galana, pintada en verde; la máquina del tren de Collanzo era una soprano y la del de Pravia una bailarina. Me gustaba más la de Collanzo; no obstante fui a Pravia más veces que a Collanzo. Ahora todos los años y en el mes de noviembre, desde Moreda, el día de San Martín, después de la tragonería a base de de panchón y fabada, y mientras mis “humanitarios” amigos -entre ellos los rudos Celsín González y Manolín, de muchos fuegos, cien- chupan chupitos y chupetones, subo al tren (en Moreda) y voy a Collanzo, idea y vuelta. Previamente saludo a don Ramiro, amigo allerano, con artilugios, en la calle Arquitecto Reguera de Oviedo, para encalvados de pelo y con crece-pelos regeneradores. 

"Dama y pollino"
Muy visto el tren Vasco desde la distancia, quise verlo de cerca. Salté la tapia del prado (el de Los Catalanes), bajé hasta el Hípico, giré primero a la derecha y luego a la izquierda, pisando patatales y lechugas, y llegué a la vía ferroviaria. Antes, dejé a la izquierda la casa de ladrillo muy visto y muy vasto de María, conocida como “la de la Pedrera”. Fisgué el corralón, lleno de gatos y de gatas. Mucho después, leyendo el clásico “El libro de los gatos” (siglos XIII-XV) concluí que los de María eran mejores, unos gatazos y gatazas. En el corralón vi también al guardador de las vacas, todas muy flacas, con una boina de mucho rabo (el guardador, no las vacas también de mucho rabo, en otro sitio). 

María subía a una pollina que llamaba “cuca”, para ir a la calle Rosal, a repartir leche, la que ataba a un poste, justamente enfrente de la casa en la que vivían los múltiples Santullano, casi en la esquina de Santa Susana. Un tío de ellos, Gabriel, mucho mayor, fue compañero mío (Jurídico del Aire). La asnal era pequeña y movía sus patas traseras con mucho estilo y seducción –no me consta, no obstante, preñez alguna-.

 " Máquina a vapor de Talleres Alegría" (Gijón)
Ya, junto a la vía, quedé espantado de tanta grandeza ferroviaria, la de los trenes a Collanzo, con máquina con chimenea de embudo y “tender” con carbón, y tres vagones de madera; y la de los trenes a Pravia, con maquinita verde, y dos, sólo dos, vagones. Al poco de entrar el convoy en el túnel (San Lázaro) salía una humareda blanca, muy blanca, como de polvos Talco, de bote verde y con rayas. El humo y nube tenía encanto y mucho encantamiento, pues podía esperarse la presencia de una bruja, de Blancanieves, o de Aladino con su lámpara.

Y ya, junto a la vía, en dirección a La Manjoya, girando dos veces  a la derecha y siguiendo la vía del tren, me acerqué a la casería “La Peral”, que aún existe, muy ruinosa, y que se ve saliendo de Oviedo en dirección al Caleyu. Por cuesta y empinados, de la vía subí a saludar, en La Peral, a Luz, la casera e inquilina, que tenía un marido de mucho genio, el cual, donde antes tuvo una pierna, portaba un conglomerado de madera, correas y hebillas sujetadoras. Eso se resume en tres palabras, que las podrán escribir los lectores, no el autor. Doña Luz, lechera, de mucho rojo en el rostro y potente de carrilleras, me dio un vaso de leche; me enseñó la vacada, con un macho astado y muchas hembras de potentes ubres; y me llevó a la pomarada, en la que sólo había perales.

                                           Continuará


LAS FOTOS HAN SIDO CEDIDAS POR EL AUTOR
    

ÁNGEL AZNÁREZ, NOTARIO, RESPONDE A UN COMENTARIO DE MARÍA LUISA, LA DE LA CALLE SACRAMENTO

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                                                                       De Merleau-Ponty El ojo y el Espíritu:
                                                                           Solo se ve aquello que se mira
                      Estimada María Luisa:


Contesto a su comentario que figura al pié de mi artículo El cerco ferroviario a Oviedo, valle y pozo. Me interesa hacer notar, desde el principio, que una vez publicada una escritura, su autor debe callar; a él no pertenece por ser ya de otros, los lectores. Pero usted, María Luisa, en su comentario recordó a mi madre, que, por llamarse Amor, sus amigas llamaban “Amoritos”; ante eso, ante ese recuerdo tan importante para mí, no puedo guardar silencio. ¡No se imagina usted, María Luisa, la que en mí armó! Por ello, no sólo hablaré sino que me despelotaré –anuncio el despelote- a su vista y a la del gran público.

Me gustó que usted se fijara en las fotografias (unidas al texto). Son efectivamente importantes, mucho. No debo atribuirme mérito, pues las “encuentro” con mucha facilidad; no me suponen esfuerzo, y le aseguro que son fotos por mí realizadas (Internet me utiliza, no al revés); unas son de aquí o de cerca, y otras lejanas. Paso, ahora, a explicar la fotografía que en mi artículo aparece con el nombre de “Señoras”.

"Procesión el día de Todos los Santos (2013) al Cementerio en el pueblo de San Miguel del Valle (Zamora)"
La semana pasada, puente de “Todos los Santos”, me recluí en un pueblo zamorano, profundo de la Castilla-Leónprofunda; en mi casa hecha con adobes y no con ladrillos. Me dediqué a ver ovejas y machos con barbas chivas para preparar mi próximo artículo “Vueltos a casar y con apetito”, dedicando la 3ª parte a “lo pastoral”, que se publicará aquí y en Religión Digital, el domingo 17 de noviembre. El viernes día 1, después de participar en la procesión al Cementerio de San Miguel del Valle y de rezar el requiescat in pace, me acerqué a una Villa zamorana próxima, distante a quince kilómetros. El nombre de esa Villa, cuya primera letra es B y con topicazo falso de “Buena Villa y mala gente”, dejo que lo encuentre el lector o lectora –soy juguetón-.

"Colegiata de Santa María", en villa zamorana"
En lo alto de la Villaempinada hay una Colegiata románica, dedicada a Santa María, la cual visito cinco veces al año, encontrando cada vez algo diferente que me fascina (esta vez encontré en la Sacristía, de artesonado del siglo XVI, una mesa camilla, mueble genial para la pastoral matrimonial). Paseé con tranquilidad –la prisa es de horteras- por el parque que se llama “Jardines de La Mota” (es localidad zamorana, no Medina del Campo, isabelina y vallisoletana) y llegué al estanque con hojas de nenúfares, que aspiro con humedad y que tanto me inspiran. Antes, a la izquierda, en dirección al Castillo (hoy Parador), vi que debajo del quiosco de la música, una puerta estaba abierta; por mi curiosidad pecadora, sacrílega, entré; y resultó que eran los retretes: el de Señoras a la derecha y el de caballeros a la izquierda; del anuncio del de Señoras es la fotografía. Así claro y simple.

La fotografía del payaso, que también está en el artículo, data de 1993; fue realizada en una actuación callejera en Edimburgo (Escocia), durante el grandioso Festival (el del año 1993) –en ese año asistí a una interpretación excepcional de la tragedia Los Persasde Esquilo-. Otra foto: la de la máquina negra, de vapor, forma parte de mi colección ferroviaria; esa máquina fue regalo de mi amigo Carlos P., gran periodista de El Comercio, hijo de mi buen profesor de Historia del Derecho y nieto de un notario ejemplar, de Gijón con apellido de Oviedo, Álvarez  Buylla.
"Sacristía con mesa-camilla en Colegiata", también parroquia".

Creo, María Luisa, que con esto, sólo con esto –no sigo con más fotos-, su pregunta indirecta habrá sido contestada. Y ahora paso a lo de la calle Sacramento. Es curioso; su vecina Teresa Álvarez que vive en el Prado Picón (la quinta casa o chalet a la derecha subiendo hacia el Seminario (no por las escaleras desde La Plazuela, sino arriba, desde la calle Sacramento), en llamada telefónica, me hizo la misma observación, dudando de lo del número 20 de Sacramento.

Le reitero la exactitud de lo del número 20. In illo tempore, el número 20 correspondía a uno de los tres portales del llamado “El bloque”, de dos portales mirando a Muñóz Degraín y de un tercero a Sacramento, el mío o 20. Entre ese portal y el 18 (chalet pintado de blanco y con rayas azules en el que murió el canónigo don Benjamín Ortiz) había un solar, con una cochera en que se guardaba el coche oficial de don Agustín de Saralegui, Director General entonces de la Caja de Ahorros. El coche era un lujoso Vauxhall de la época, que conducía el chofer llamado Rodrigo.

Desde la cocina de mi casa presencié cómo en ese solar se edificaba lo que hoy son los portales números 24, 26 y 28 de la calle Sacramento; por eso, hoy, lo que fue mi portal, el número 20, es el 30 (acompaño fotografía del esquinado número 20; arriba, en la quinta planta, en la terraza jugué, regué geranios inodoros y asusté –me veían y salían corriendo- a las Madres Carmelitas, simulando con mis manos tener potentes anteojos para romper su rígida clausura (el convento estaba delante, en Muñoz Degraín) ¡La caraba, la caraba! Mi dormitorio era el que corresponde a la quinta ventana contando desde la derecha; en ese cuarto todos los días era despertado por el primer tren del Vasco que llegaba a Oviedo desde Collazo, reiterando que el segundo era el que procedía de San Esteban de Pravia.
"Edificio al frente, con portal en calle Sacramento,a la derecha, formando parte del "Bloque" con tres portales; dos entrando por la calle Muñoz Degraín. En el circular 5º piso, con terraza, vivió el autor". (Oviedo, Asturias)

No tengo la mínima duda y lo repito, desde aquí, a don Álvaro Iglesias Fueyo, nuevo rector de la Iglesionagijonesa, que días pasados, cerca del Muro, me lo discutió. Anoto que no conocía a don Álvaro, y que me causó una magnífica impresión y de mucho gusto; ahora comprendo el desconcierto de los desconcertados fieles de la “bizantina” iglesia ovetense de San Juan (siempre pensé que esa Iglesia es lo único que de Bizancio queda en Oviedo, pues Menodora o doña Dora, como emperatriz bizantina,  fue escribana municipal en Gijón, en Gijón). Y don Álvaro, además, se tapa con clergyman, que así me gusta por ser lo procedente.

¡Fíjese, doña María Luisa, hasta dónde llegamos! Aquí debo parar. La imagino, usted, entre visillos, cual dama de Martínez Gaite, observando mis andanzas por Sacramento y el Prado Picón. Ruégole que haga lo de la antedicha  Teresa Álvarez, amiga, que, lo que pareció atrevimiento, resultó ser hospitalidad, la cual, desde su balcón, me llamó diciendo: ¡Angelín, sube, que te invito a un café! Naturalmente que subí y hablamos mucho, y recordamos a los Pérez Montero viendo su chalet, y a otros, a otros muchos, y también a mis padres.

Sólo me queda avisar a mis lectores y lectoras para que sepan que, si me importa el pasado, es para el presente todo y en parte para el futuro, con la seguridad de que no padezco neurosis ni soy un Peter Panque se niega a crecer. No.  

Recibe usted esta carta, doña María Luisa, como prueba de mis respetos, y con la esperanza de que el resto de leyentes lo hayan pasado bien. Quedo en preparación para el lunes próximo, día 11, que, con mis amigos “humanitarios”, estaré en Moreda, por lo de San Martín, y subiré a Collanzo en tren.                           
  
LAS FOTOS QUE ILUSTRAN  LA CARTA SON DEL AUTOR


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La foto y el texto que sigue no pertenecen al notario, se trata de una curiosidad: Y tratando don Ángel con tanta frecuencia temas del Papa, pues la publico aquí, detrás de su texto. Esperando que no se me enfade, no es más que una anécdota tan divertida como entrañable.

EL PAPA Y LA NARIZ DE PAYASO


Para apoyar a una organización solidaria que trabaja con niños

Redacción, 07 de noviembre de 2013 a las 11:26
Cuando bajaban por las escaleras, Francisco aprovechó el encuentro para apoyar su lucha caritativa colocándose el símbolo universal de la comedia
El papa Francisco volvió a demostrar su gran sentido del humor al colocarse una nariz roja en la boda de dos miembros de una organización solidaria que utiliza payasos para animar a los niños, según el portal Daily Mail.
El Sumo Pontífice apareció en el Vaticano para felicitar a los novios ​​de la Asociación Arcoiris Marco Iagulli Onlus. La fotografía es del final de la Audienciageneral de ayer 7 de noviembre, celebrada en la Plaza de San Pedro.
Como es habitual, al final de la Audiencia el Papa saluda a los "sposi novelli" allí presentes, entre los que estaba la pareja citada. Aunque esa pareja, como las otras, ya llevan varios días (incluso semanas) casados
Cuando bajaban por las escaleras, Francisco aprovechó el encuentro para apoyar su lucha caritativa colocándose el símbolo universal de la comedia.
Más temprano, había sorprendido al mundo cuando, al término de la audiencia general en la Plazade San Pedro, abrazó a un hombre afectado por neurofibromatosis, una enfermedad neuronal que produce tumores en la piel y deformidades en los huesos.



MAÑANA, MIÉRCOLES, EN EL ATENEO JOVELLANOS SE HABLARÁ DEL PAPA FRANCISCO

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A las 19,30 horas, el periodista y director de  "RELIGIÓN DIGITAL", JOSÉ MANUEL VIDAL, en el salón de actos de la institución (C/ La Colegiata, 2, Centro Cultural Cajastur) pronunciará la conferencia: "¿LA PRIMAVERA DEL PAPA FRANCISCO SE HARÁ REALIDAD EN LA IGLESIA?". La presentación corre a cargo de ÁNGEL AZNÁREZ, notario. 

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"Francisco es la esperanza de una nueva primavera para la Iglesia, ahora que se cumple el 50º aniversario del Concilio Vaticano II. Una apuesta por una Iglesia valiente, comprometida, que vuelve la mirada a los empobrecidos de la Tierra y devuelve a los creyentes la esperanza de un futuro más humano".

José Manuel Vidal nació en 1952 en Sobrado del Obispo (Ourense). Estudio Filosofía y se licenció en Teología y en Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca. Doctorado en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, lleva más de 30 años en el universo de la información religiosa. Es director de Religión Digital (www.religiondigital.com).
LA ENTRADA ES LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO

LLAMAMIENTO DE UNICEF. ¿PONDREMOS LOS SEGUIDORES DEL BLOG NUESTRO GRANITO DE ARENA?

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Hola,


Te escribo en relación al devastador tifón que ha arrasado Filipinas este fin de semana, sembrando el caos y la desesperación entre la población.

Se estima que entre los afectados hay 4 millones de niños que necesitan ayuda urgente. Existe una especial preocupación por el impacto en la salud de los niños, ya que el tifón ha producido daños en los sistemas de agua y saneamiento. Además, muchos niños corren el riesgo de caer en redes de tráfico de menores. Para evitarlo, es vital localizar, identificar y mantener en espacios seguros y protegidos a estos niños cuanto antes.

UNICEF ya está trabajando en el terreno para cubrir las necesidades inmediatas de agua, saneamiento, nutrición, educación y protección de la infancia afectada. Desde nuestra central de suministros en Copenhague se van a enviar 60 toneladas métricas de ayuda de emergencia, que incluyen materiales sanitarios, equipos médicos y de refugio.

Ante una emergencia de tal magnitud, estamos movilizando a todos nuestros aliados para apoyar el trabajo de UNICEF en la zona. Vuestro apoyo, ayudándonos a difundir este llamamiento de emergencia.

Puedes colaborar con una donación y de 1,20 euros, enviando la palabra UNICEF al 28028

Además, estamos abiertos a cualquier otra colaboración que en el marco de vuestro entorno pudiera surgir, si lo veis viable.

Una vez más, en nombre de todo el equipo de UNICEF y de la infancia por la que trabajamos, gracias por hacer posible nuestra labor.

Quedo a tu disposición para cualquier duda o cuestión

Un fuerte abrazo,

Pablo Suarez Moro
Coordinador UNICEF Asturias
Tel: 985 34 64 53
Email: psuarez@unicef.es


"CONFERENCIA EN GIJÓN: ENTUSIASMO POR LA ENCUESTA PAPAL", artículo publicado en RELIGIÓN DIGITAL por su director, JOSÉ MANUEL VIDAL

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Gallegos y asturianos, primos hermanos. Independientemente de quiénes sean los primos y los hermanos (eterna disputa galaico-asturiana), la verdad es que un gallego se siente en casa entre asturianos. Así me sentí ayer en el Ateneo Jovellanos de Gijón, donde estuve pronunciando una conferencia sobre el Papa Francisco y su primavera. Con una sala llena, unos presentadores de lujo y un interesante debate posterior con los asistentes.

La figura del Papa Francisco ilusiona y actúa como un imán. Contribuir, en la medida de mis pobres posibilidades, a esa oleada es un placer. Me encanta explicarle a la gente qué es lo que ha pasado, está pasando y puede pasar en el Vaticano del Papa del fin del mundo. La gente quiere saber, se hace preguntas y busca respuestas.
Tras la acogida del presidente del Ateneo, Álvaro Muñiz, un emprendedor orgulloso de su patria chica y de los logros que están consiguiendo en diversos ámbitos, y de Isabel, su eficaz secretaria, pasamos a la conferencia. En la mesa de presentación, Fidel García Martínez, directivo del Jovellanos, que puede presumir no sólo de saber cosas del Papa, sino de haberlo conocido personalmente en Buenos Aires, cuando era sólo obispo auxiliar del cardenal Quarraccino.
José Manuel Vidal, Fidel García y Ángel Aznárez
El presentador oficial, nuestro colobarador, el prestigioso notario Ángel Aznárez. Un notario que, además, es un gran teólogo de la política (siguiendo las huellas de su maestro Karl Smidt), que sigue la actualidad del Vaticano al día y que está tan bien informado de los intríngulis eclesiásticos de aquí y de allá que suelo bromear con él, diciéndole que pertenece a varios servicios secretos.
Lo que más me llamó la atención, en el debate posterior, fue el entusiasmo de la gente ante el cuestionario sobre la familia y la moral sexual enviado por el papa a los fieles y a los obispos de todo el mundo. Por vez primera, la gente se siente parte de una Iglesia-pueblo de Dios, a la que el Papa quiere consultar, pedir su opinión. La gente está deseando participar. Encantados de coaborar, para que al Papa le llegue el "sensus fidelium". Sin filtros, sin intermediarios.
Porque, escarmentada, la gente no se fía de los filtros ni de los intermediarios. Creen que las respuestas no van a llegar a través de la Conferencia episcopal. O van a llegar, pero "cocinadas". Y piden otros canales de salida o de llegada de las respuestas.

Público en el salón de actos del ATENEO JOVELLANOS
Desde RD les ofrecemos ese cauce. No para sustituir a otros, a los oficiales, ni mucho menos. Sólo para sumar y aportar y multiplicar el efecto, novedoso e inédito, de la consulta papal a las bases, al pueblo de Dios. Gracias a los amigos de Gijón.
La estancia en tierras asturianas tuvo otro broche de oro: una larga conversación con Don Gabino Díaz Merchán, el arzobispo emérito de Oviedo. A sus 87 años, con sus achaques, pero con una mente lúcida y despierta. Conversamos largo y tendido sobre su infancia (el asesinato de sus padres, cuando tenía sólo 10 años), la reconciciliación, el Concilio, Tarancón, su éopoca de presidente de la CEE y la ilusionante etapa que se abre en la Iglesia con el Papa Francisco. Pronto editaremos la entrevista. Una gozada poder conversar con una referencia y toda una autoridad moral del episcopado y el único obispo vivo que asistió a la cuarta sesión del Concilio Vaticano II. Memoria viva de la Iglesia conciliar, postconciliar y de la Transición española. Gracias, Don Gabino.





José Manuel Vidal

ÁNGEL AZNÁREZ ANUNCIA Y PROMETE:

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El próximo domingo, 17 de noviembre, se publicaran en medios de comunicación (de diferente naturaleza) artículos de su autoría.  

Aquí se publicará uno, el domingo; a los pocos días otro, y así, sucesivamente, en sesión continua, como en los cines de barrio.
 

En todos ellos, LA FEes importante.   En el que se publicará en Religión Digital, se termina con dos letras jesuíticas: S.J. 

"DELANTE DE LA ESTACIÓN DEL VASCO" artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ publicado en la edición de Oviedo de "LA NUEVA ESPAÑA"

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(17/11/2013)
          Muchas veces vi acercarse el tren Vasco desde  La Manjoya, imperioso, lanzando la máquina, negra y zumbona, humos de vapor, fugaces como voladores; con menos fuelle ya cerca de La Pedrera, y como el Ratoncito Pérez cuando entraba en el túnel de San Lázaro, que no era túnel sino una alcantarilla. Muchas veces, para acercarme a la vía, salté tapiales de prado y pisé sebes, en las que rocé ortigas y espanté avispas que a mí venían a picar, mirándome y viéndome flor. Lo que fueron prados hoy son buildings, grandes buildings,que los levantaron los del “acabose” inmobiliario, ya acabados.
“Un vagón casi como el del Vasco”
(de la colección de trenes del autor)

Ya debería tocar subir al tren, pero no sé, no sé; no sé si será hoy u otro día, que ya se verá al final. La subida al tren y el viaje fueron  a causa de una excursión escolar al monte de La Magdalena, el que está delante del Aramo. La Magdalena, “monte sagrado”, siempre fue más de los carbayones que del resto de astures -los de Gijónsiempre prefirieron tirarse al mar, mojándose todo, todo, incluso la parte más animal de su autonomía (el culu moyau), con U de dativo latino (para dare).

A propósito de los dativos, se me ocurre un lema, turístico, que a ver si aprenden los de las nuevas profesiones, esos creativos, organizadores de eventos, gestores de suelos y de bajos vuelos: “Gijón, ciudad de dativos; Oviedo, ciudad de genitivos y Cangas de Narcea, por los muchos ruidos y bocazas, villa de vocativos”. Pero centrémonos y volvamos a lo nuestro, a la entrada de la Estación, que esta escritura, alegre, es propensa a los enredos como los de los cerezales dulces y a algún que otro carajal, de fruto amargo.

  Comprenderá el lector/lectora  la emoción que -como se dice ahora, en tiempo de tantos embargos y embragues-, embargaba al viajero, que, por primera vez, iba a subir al Vasco, que tanto miró. Una emoción más sentida que la de London al subirse al Orient Express, años después, con destino a Constantinopla, para terminar comiendo hojaldres calientes, exquisitos, en un Cuerno de Oro.

Antes de bajar a la profunda sima -que eso era el andén del Vasco en Oviedo desde la calle Jovellanos- los viajeros, aún no mozos y siempre en fila como la de los indios, se reunieron delante de la Estación, en la calle Jovellanos, teniendo a la vista el comercio de instrumentos musicales “Sucesora de Víctor Sáenz”, pegante a la confitería de Camilo “y” Blas (siempre del 2x1), surtida de imponentes tarros de cristal con melocotones en almíbar, que curaron sarampiones y escarlatinas. Digamos que Camilo “y” Blas, en Oviedo, siempre fue, además de confitería, una botica.
 Donde estuvo “Sucesora de Víctor Sainz” en la calle Jovellanos de Oviedo
Aclaro con precipitación y precipicio, en un único punto y aparte, que aquel Jovellanos nada tuvo que ver con Jovellanos XXI, tan de actualidad, en el que pretendieron edificar un Beverly Hills de Hollywood o una Torre de Babel mesopotámica. El color resultó marrón, como el papel de estraza marrón, envoltorio de barajas, barajas de oros y espadas.

No obstante la emoción, miraba con hosco semblante a la “Sucesora de Victor Saenz”, a la tienda, no a Pilarina, que era la sucesora, ni a Paquita que era la factora mercantil; ambas ninfas y “mujeres que eran un cielo” como decían las cursis del british Club de Tenis. Y qué de panderetas vendían las ninfas en una ciudad, Oviedo, de tan poca pandereta, aunque de bastantes panderos. La historia fue que por Reyes me regalaron una bandurria, que nunca quise –aquí a mi lado la tengo y llamo la malquerida-, y no un laúd que siempre quise y nunca tuve ¡Menos mal –exclamo hoy- que tales contrariedades me ocurrieron con instrumentos de cuerdas y no con el otro, también de cuerdas y de vientos, de vez en cuando! Bandurria canija y grillera, de mucho gri-grí, y laúd poderoso y más ronco que los grillos. Y en este momento preciso “saco” del olvido a un personaje importante de la música, la menor, de aquel Oviedo: don Jesús González López.

“Bandurría La Malquerida"
El bueno de don Jesús fue mi profesor en la orquestina o rondalla (y un entre paréntesis importante: lo que seguirá trata de que con la descripción, el lector o lectora vea sin interferencias la película de los hechos, sin el mínimo deseo de indelicadeza hacia una persona ausente que aprecié). Don Jesús –digo- siempre con el pelo cortado al cero, era de cabeza redonda como una O, sin cuello, con gafas de gruesa montura y con orejas como abanicos; también era ancho de espaldas, con barriga de Buda, y con unas piernas cortas, delgadas como alambres en arco.

 Para impartir las lecciones, primero subía a una tarima, luego subía a una banqueta –un autentico músico de aupa-, y desde allí, cerca del crucifijo áulico y del retrato del Beato Marcelino, dirigía con su laúd a la orquestina. En la primera fila estábamos Pepín González y su laúd, el hijo de Pepe Ge., de Turón y de la Caja de Ahorros, y yo con mi bandurria, que  aburrido como ostra, le daba con fuerza a la púa triangular rompiendo las cuerdas. En la última fila estaban los preferidos de don Jesús, los veteranos Pedro Cid Viña y Félix García Díaz, éstos guitarristas.  
“Pensador: ¿Quién soy yo?"
Desde mi bajura, veía la imponente figura de don Jesús, allá en lo alto, y siendo el escribiente muy entendido en Historia Sagradadesde la cuna -ahora de eso los niños nada saben nada, que es básico para Ciencias y Letras-, miraba a don Jesús y dudaba: ¿será un nuevo Jonás, recién salido del vientre de la ballena, camino de Nínive, o será Melchisédech, rey de Shalem, el amigo de Abraham?

Aunque siempre fui músico de orquestina, lo que quería era tocar la marcha triunfal del caballero “Tannhaüser”, que me excitaba tanto; pues nada, nada, ni hubo manera ni forma. A lo más que llegué fue a poner músicas al himno del Auseva, que empezaba con un Allegreto“Auseva faro de gloria, Auseva cuna de historia” y que terminaba con un Lento, muy lento: “ El Coléeegio, mi páaaatria, mi féee, mi ilusiooón” -¡Jolín, y me entero ahora, lo que me perdí!-. Y que conste que dimos conciertos en sitios de postín, como en el Casino de Trubia, que nos invitaron a Cola Cao y a galletas María ¡Manda huevos!

El director de la orquestina era el Hermano Marista Fabián Alonso Clemente, el cual tenía un rasgo sorprendente: era natural de un pueblo del Páramo leonés, no obstante ello, era rubio como son los rubios de verdad, sin teñidos, sin pelos rojos ni azafranado. Cuando años después me explicaron la repoblación de las tierras leonesas por los astures –la presura, según don Ignacio de la Concha- siempre añadí: “y por teutones merovingios”. Confieso que de los merovingios no sé nada, nada, pero esa palabra siempre me gustó, y tanto, que si tuviera otro hijo, le llamaría Merovingio, don Merovingio Aznárez, que suena como un laúd, no como el sobrino “bandurrio” del Marqués de la Rodriga, que se llamó Julián, que fue de mucha caña por Cañedo y muy largo por Longoria. Y, para el colmo, fue torero, el torero de la calle Campomanes, la mía. Cañedo, Caunedo, Caunedo y Cañedo, torerazos.   

Lo de la repoblación del Páramo leonés, me lo enseñaron con lo de la “Monarquía Asturiana”, que tanto interesa a historiadores, a románticas y a fabuladores; y también a los vetustos del RIDEA, que, por ser más de dos, no llamo “Duo-Dinámico”. Y además al canónigo Hevia Ballina–“¡ppppsssss, venga aquí, no se me escape,  que no hay manera de sacarle los colores, pues siempre los tiene fuera…!”-.
“Un capotín para torerazos”.

Es que el buen canónigo con líos de archivos y yo compartimos muchas cosas: a ambos nos gusta Villaviciosa; tenemos ambos canonjías de fe, que la suya, por ser de catedral, es “como Dios manda” y que la mía, por ser pública es “como el diablo manda”. A propósito, esto de fedatario público me está creando problemas, pues por ser eso, resulta que soy escriba y publicano, o sea, lo peor de lo peor según el Santo Evangelio (si fuera mujer fedataria, sería, a buen seguro, la adultera, la de las pedradas de hipócritas ¡ufff, ufff, qué de hipócritas, ayer y hoy! Y por último, comparto con el reverendo Vallina el mismo periódico, si bien él se ubica o lo ubican en la parte trasera y yo en la delantera, del periódico, del periódico.

Llegados aquí, ya sabemos que hoy no subimos al tren, que ya lo perdimos y marchó. Lo cogeremos, sin dudarlo, próximamente, que lo dedicaremos al Vasco, al tren y sólo al tren, tan de Oviedo. Un aviso: el destino último será un apeadero, muy cerca de La Magdalena; haremos parada antes, en Fuso, en Fuso de la Reina, de interés por ser estación de trasbordos.  
Libro del torero de la calle Campomanes Julián Cañedo Longoria y dedazo del autor

LAS FOTOS HAN SIDO FACILITADAS POR EL AUTOR

  

"DIVORCIADOS VUELTOS A CASAR Y COMUNIÓN (III)", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ publicado en "RELIGIÓN DIGITAL"

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3ª PARTE

                                                     AHORA, LO PASTORAL

                                                                         Solo se ve aquello que se mira.
                                                                                 (Merleau-Ponty)
                                             “El ojo y el espíritu” (ed. Minima Trotta, 2013, pág. 21) 

En la 1ª y 2ª  parte se separaron lo jurídico, lo pastoral y lo sacramental en el tema  de la Eucaristía de divorciados, casados de nuevo; ahora, de entrada, sobre aquel tríptico, deseo matizar. Estoy convencido que el clasificar y el poner el 1, 2 y 3, o la A), B) y C), son meros recursos o técnicas para tratar de entender la realidad de las “cosas”;  son recursos o artificios para comprender, para entender con más facilidad, si bien lo nuclear y esencial es uno, que muchas veces se esconde a los ojos del ver. Hay clasificaciones que hicieron historia, por ejemplo, las de Aristóteles, que tan aficionado fue a ellas, no obstante, me .declaro monista.
¡Qué cosas hay que ver!

He de relativizar, pues, la clasificación entre lo jurídico, lo pastoral y lo sacramental: lo esencial y único es la Salvación y el Reino, el de Dios. A manera de ejemplo, discuto una clasificación que ha hecho fortuna: la del fondo y la forma. ¿Dónde está la diferencia –es un ejemplo- entre el fondo y la forma en un consentimiento, en el matrimonial o en el testamentario. El consentimiento es declaración de voluntad, que nace en el interior y que se manifiesta en el exterior donde ha de ser recibida (declaración recepticia). El interior querido tiene una envoltura protectora, que, cuanto más protectora, más garantiza lo realmente querido.

Quien recibe, sea (por ejemplo) sacerdote o notario, una declaración de voluntad -el fondo-, en caso de no respetar el cauce protector –la forma- será cómplice de atropellos al verdadero querer. Un notario, embarullador o atolondrado, será responsable de que el papel firmado por un testador, nada tenga que ver con su verdadera voluntad mortis causa. No es posible, a mi juicio, un fondo sin forma. Por ello mi ortodoxia en lo litúrgico, que nada tiene que ver con espectáculos teatrales o de mimo (algunos ritos tridentinos).
 
"Ovejas mirando al dueño que no es el pastor"
Al Código de Derecho Canónico, para el consentimiento (el fondo) le basta con que no haya ignorancia en lo básico del matrimonio: un consorcio permanente entre un varón y una mujer, y para la procreación. (Es curioso que un Código tan preciso y en materia tan concreta, la matrimonial, añada lo de la prole a la procreación, que es defecto por redundancia ¿hay procreación sin prole? y que sea tan indefinido en lo sexual: una cierta –dice- cooperación sexual -cooperatione ALIQUA sexuali-. Más adelante, en el canon 1108, número 2, se determina, correctamente, la forma: “…El asistente (Ordinario, párroco, sacerdote o diácono delegado), que, estando presente, pide la manifestación del consentimiento de los contrayentes y la recibe en nombre de la Iglesia”.

Y ¿qué es lo pastoral? A dicho efecto, pensando naturalmente en el tema que nos ocupa -calificado por el Arzobispo G. Müller en su La Forzadella grazia de problema pastorale di vasta portata; ilpiu grave problema pastorale- escribiré dos apartados; el segundo el más importante.

Primero: Es lo pastoral también un ministerium de Jesucristo, luego de la Iglesia; pero sin los límites tan imperativos y fijos como lo jurídico y lo sacramental. Es más elástico o flexible. Por ello los papas siempre han tratado de tensar o centrarlo. Juan Pablo II, cuya doctrina sobre el matrimonio es muy interesante, digna de estudio, en su Discurso a la Rota Romana el 18 de enero de 1990, a propósito de la inseparabilidad en la Iglesiade lo jurídico y pastoral, advirtió:” No es verdad que para ser más pastoral, el derecho deba ser menos jurídico. El Papa Benedicto XVI, en su primer Discurso a los miembros de la Rota romana el 28 de enero de 2006, después de destacar que las sentencias eclesiásticas (nulidades), pueden influir en que muchos fieles pueden o no recibir la Comunión eucarística, denunció una oculta y supuesta contraposición entre derecho y pastoral. Eso es muy interesante, para no olvidar; pero se debe recordar también lo escrito en la 2ª parte: un “forzar” lo jurídico, puede ser peligroso para la propia Iglesia, que ha de ser cuidadosa con “privilegio concordatario” (?), como pudiera ser el asunto de la eficacia civil de las sentencias canónicas de nulidad (otras confesiones religiosas carecen de él).


El Papa Francisco, volando de Río a Roma, en relación a la Comunión de los divorciados vueltos a casar, arriesgó mucho hablando únicamente de la pastoral matrimonial:” hay que tratarlo –dijo- en la pastoral matrimonial profunda”. Un mes después el Arzobispo Prefecto G. Müller, en su artículo de L´Osservatore Romano, parece que quiso dejar las cosas más próximas al sitio debido. Y al Papa Francisco volveremos más adelante.

Segundo: Lopastoral es esencial en cuestiones matrimoniales, pero no se basta; excluido lo jurídico, queda lo sacramental. Y es esencial pues el ministerio pastoral no tiene otra finalidad que Jesucristo, que reiterativamente repitió: “Yo soy el Buen Pastor”. Y por Jesucristo vino la Salvación y el Reino de Dios, que todo lo demás es instrumental.

En este mismo año (Éditions du Cerf), se ha publicado el magnífico Dictionnaire Encyclopédique d´Éthique Chrétienne, bajo la dirección de los profesores Lemoine, Gaziaux y Müller. Me interesó especialmente la voz Salut (Salvación), a cargo de Olivier Riaudel (páginas 1803 a 1811). Después del estudio etimológico, se analizan las diferencias sobre su sentido (Salvación) en el Nuevo Testamento, terminando con la elaboración de una reflexión (nueva) sobre el Cristo Salvador. Un Cristo –se lee- que anuncia la salvación a los que acoge en su llegada (conversión de Zaqueo); que salva en situaciones de impasse (la mujer adúltera), y que purifica de las enfermedades (la lepra). Y un San Juan que, en su Evangelio (3,17), escribe: “Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgarlo, sino para que el mundo sea salvado por él”.
 
 "Desgarro de mujer"(Jerusalem)
Y ahora volvamos al Papa Francisco: desde hace años vengo denunciando –en ocasiones mal comprendido- el fenómeno contemporáneo de la denominada “papolatría” (adoración a los papas), muy del siglo XX y del XXI. Y lo denuncié porque es una manera de idolatría, que es un pecado; un pecado muy grave si se es fiel a la Historia Sagrada (el mismo Papa Francisco no deja de denunciarlo). Pues bien, del mismo modo que no me agradaron en exceso las palabras del Papa en el avión, regresando de Río de Janeiro, por sus imprecisiones (tampoco me gustaron las de mi bendito Benedicto en el avión con destino a Camerún y Angola en el año 2009), en la mañana del último 3 de noviembre, por la predicación previa al Ángelus de ese día, el Papa Francisco me conmovió. Fue una maravilla de predicación, que, por ser eso, la grabé, y a la que volví varias veces.

Fue con ocasión del episodio evangélico (San Lucas) de la conversión de Zaqueo, que, como dijo el Papa, era “una oveja perdida, despreciada, un ex comunicato”; Jesús va a la casa del pecador y los habitantes de Jericó le critican por eso -¿cómo entra en la casa de un pecador? se preguntaron-. Y el Papa añadió:” Dios no olvida a las personas que ha creado, es el Padre, siempre vigilante…Jesús, reconociendo el deseo de Zaqueo de acercarse, se puso a su lado, y con su perdón hizo más fácil la conversión”. El Papa Francisco terminó su predicación: “¡Jesús no te desilusionará, no deja de perdonar, perdona siempre. Lasciati guardare da Gesù”! (con gesto de firmeza).

Para analizar el tema de la pastoral matrimonial, en referencia especial a los divorciados vueltos a casar y con deseo de Eucaristía, tenía preparadas citas del Magisterio conciliar y de los papas, empezando por Pío XII. Incidentalmente digo: vuelvo a reivindicar la lectura de los documentos de Pacelli, de muy alto nivel y olvidados; un Papa jurista, que precisamente por ello fue equilibrista, de piruetas en el suelo, tan equilibrista que se pasó en lo del espinoso tema de sus silencios respecto a los judíos; el Papa Benedicto, por teólogo, es un trapecista, de piruetas en las alturas, siendo su renuncia de eso, de trapecista y no de equilibrista-. ¡Cómo no entender a Pio XII, jurista, que en mi propio trabajo de tal –aunque modestísimo- no hago otra cosa que debatirme continuamente entre la ética de convicción y la de responsabilidad (Max Weber)!
 
"Un muro terrible, que es escultura" (Jerusalem)
La predicación del Papa Francisco hizo innecesarias aquellas citas. Uno puede “ver” –prodigio de la inteligencia- al pecador Zaqueosubido, ridículamente, al árbol sicomoro (higuera salvaje), y también puede “ver” al Hijo de Dios pidiendo que se acerque para darle la mano salvadora. Por ello, por ello,  uno puede imaginarse también a un pecador que quiere comulgar, y no se imagina a Jesús diciéndole NO. Ese sería el no de los escribas y fariseos, o sea, el de los presuntos guardianes de las esencias y de la Ley.
La clerecía y la jerarquía de la Iglesia, una Iglesia que, precisamente, es sacramento fundamental de salvación (SIGNO de SALVACIÓN), no puede desempeñar el papel de aquellos guardianes. Claro que para ello, en la jerarquía católica ha de separarse lo que es ministerio o servicio pastoral de lo que es poder puro, en el significado más detestable: afán mundano de mando y de dominación sobre los demás y sus conciencias. Falta harán “sanitarios” para limpiar roñas, y fístulas pestíferas y/o ponzoñosas.

¿No es, por otra parte, esencia del cristianismo (no así del judaísmo) que la Fe y la Gracia son dones gratuitos de Dios? ¿La fe cristiana no es un hecho divino, es decir, un acontecimiento en el que Dios tiene la iniciativa, que va de Dios al hombre (Teología) y no del hombre a Dios (Antropología)? Sobre esto, sin poder extenderme ahora, remito al filósofo, antropólogo y “profeta” judío Yeshayahou Leibowitz.

No tengo duda que por exigencias pastorales, los divorciados y vueltos a casar pudieran recibir la Eucaristía; pero pido cuidados. Ya escribí en la 1ª parte, que el rigor y no las “trágalas” son necesarios. A dicho efecto “lo sacramental” es necesario, la doctrina sacramental cristiana, que ha de abrir la vía a lo necesario pastoral. Unos sacramentos que “divididos” en siete (Concilio de Trento) –para entendernos- son uno: Don de Dios en Jesucristo para el Reino. Regreso, pues, al monismo proclamado al principio.

Para lo sacramental (varios sacramentos están implicados), tema de la 4ª parte, viajaremos a Freiburg im Breigau; nos encontrarnos con Karl Rahner S.J.


Las fotos  de las ovejas y de la paloma fueron realizadas por el autor el 1 de noviembre de este mismo año. Si el lector, curioso, quisiere saber en qué exacto lugar, deberá releer la Respuesta en forma de carta a María Luisa. Las fotos de la esculturas las hizo el escribiente en una de sus frecuentes estancias de estudio en Jerusalem, cerca de un museo muy importante para el mundo judico.

"NIÑOS Y NIÑAS DE HOY", artículo del presidente de UNICEF-ASTURIAS, ÁNGEL NAVAL BALBÍN, con motivo del DÍA UNIVERSAL DEL NIÑO

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Todos los niños y todas las niñas del mundo tienen los mismos derechos. Así lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) que ahora cumple 24 años, pero vivimos en un planeta de profundas desigualdades e injusticias que socaban los derechos más elementales de millones de niños.

Katerinetenía un hijo que enfermó gravemente. Vivían en una zona de selva y para llegar al hospital había que cruzar un río. Katerine no tenía dinero para pagar lo que costaba el billete del deslizador que cruza el río, y su bebé no sobrevivió. 

La pobreza provoca muertes como esta, que se pueden evitar. Y se consiguen evitar miles cada día, como revela la historia de Regina, en Mozambique, el tercer país más pobre del mundo. Tiene 22 años y tres hijos, su marido no tiene trabajo y cada día no es fácil sacar a la familia adelante. La buena noticia es que todos sus niños están vacunados contra varias enfermedades mortales, y no les ha costado nada.

En lugares como Filipinas o Siria, donde millones de personas se han quedado sin nada en terribles situaciones de emergencia, las familias huyen de los escenarios del desastre o del conflicto en busca de lugares seguros y sus vidas pasan a depender de la ayuda humanitaria.  

Es urgente salvar vidas, pero hablar de derechos humanos va mucho más allá. Supone hablar por ejemplo de participación en la sociedad, o de acceder en igualdad de condiciones a servicios básicos de calidad. Para lograrlo, la ayuda a medio y largo plazo es fundamental, porque va minando las raíces de la pobreza y construyendo sistemas básicos. Las organizaciones como UNICEF trabajamos día a día en esos dos frentes: brindando el apoyo necesario para la supervivencia, y en programas a largo plazo para el desarrollo sostenido de comunidades y países.

Es un trabajo de todos que suma grandes logros gracias, en primer lugar, a los propios gobiernos y comunidades de países con pocos recursos que deciden que la infancia es una prioridad, y a las miles de ONG y entidades públicas y privadas que trabajan por la infancia en los rincones menos afortunados de la tierra. 

Este esfuerzo mundial no sería posible sin el decidido y sostenido apoyo que, desde los países con más recursos, prestan personas, empresas, administraciones públicas, fundaciones, medios de comunicación y entidades de distintos ámbitos. Por eso todos tenemos motivos para celebrar los avances para los niños y sentirnos partícipes de los progresos para su supervivencia y desarrollo.

Hay muchas estadísticas que demuestran esos avances y, entre todas ellas, destaca, por lo que supone en vidas salvadas, la reducción de la mortalidad infantil en un 47%  en 22 años. Este porcentaje significa que entre 1990 y 2012 se ha evitado la muerte de unos 90 millones de niños menores de cinco años.

Lamentablemente, a pesar de los avances, 18.000 niños mueren cada día porque sus familias no tienen medios para garantizar su subsistencia: la desnutrición está detrás de la mitad de estas muertes, como causa indirecta y, junto a ella, de forma directa, enfermedades como el sarampión, la neumonía o la diarrea. No hay crisis que lo justifique.

Son situaciones extremas, de hambre, de guerra, de vida o muerte. En otras partes del planeta, en el mundo rico, los niños también necesitan que sus derechos se vean plenamente cumplidos. En España, que es la economía número 14 del mundo, la pobreza infantil ya supera el 27%, con más de 2,2 millones de niños que viven por debajo del umbral de la pobreza, sufren distintos niveles de necesidad y riesgo de exclusión porque sus familias no tienen ingresos suficientes para mantener los niveles de bienestar que deberían ser accesibles para todos en un país como el nuestro.

Todos, en cualquier lugar del mundo, en cualquier momento y en cualquier situación, tienen exactamente los mismos derechos. Sigamos luchando por ellos.

En Asturias lo hacemos: las organizaciones de infancia, los miles de socios y colaboradores que nos apoyan, empresas, fundaciones, administraciones públicas, el Parlamento, los medios de comunicación y entidades de distintos sectores (la cultura, el deporte…) para, juntos, promover los derechos de todos los niños y niñas. Gracias por este compromiso de todos.

ÁNGEL NAVAL BALBÍN
Presidente UNICEF Asturias


ÁNGEL AZNAREZ, para el próximo domingo 24 de noviembre, fiesta de las Santas María y Flora, ANUNCIA:

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¡Qué será, será...lalalá!
            Que aquí, en lo digital, después de desayunar, y allí, en lo periódico, desde la madrugada, se publicará un artículo del autor. Sólo debo decir que empieza con vampiros y que termina con un número de matrícula ¿Será la de los vampiros?
                                                           ------------------------------------
           
Y antes, el siguiente diálogo de mucha lógica y con ojos de pez de roca:

Se oye un rinrinrín telefónico, ronco como un ronquido.

--Oiga, oiga –dijo ella-.
           
--Diga, diga, al aparato –dije yo-.
           
--¿Y por qué lo de la foto?… –preguntó ella-.
           
--No sé bien, no sé bien –respondí -.
           
--Pues si no lo sabe usted que es el autor o el actor…-dijo ella-.

--Es un decir, señora mía –seguí explicando -, que como el domingo será  fiesta de una Santa precisamente llamada Flora, lo mejor, tal vez, es una foto de una floristería.

--Pero no, no, no es por eso –precisé-, que será posiblemente por tratar de asuntos de sexo.

--Pero, ¿cómo que de sexo? –repreguntó ella con cara compungida, como recién salida de la incubadora o del sleeping-. Es que -siguió- mis estados, el civil y el militar, son lastimosos, pues no sé, ni lo que soy, ni lo que estoy: si casada, viuda, divorciada, con matrimonio nulo o putativo. Y eso del sexo, ya sabe usted que muchas veces no levanta lo que tiene que levantar y otras veces traspasa hasta techos y pirámides…

--A propósito ¿Usted cree –volvió ella a preguntar- que seré putativa?

--Yo qué sé –contesté-; que eso lo deberá usted preguntar a la Curia y a las curias, que los que allí trabajan son unos artistas, que todo lo hacen, todo, por amor al arte.

--Y añadí: ¡Cuánto siento, cuánto lo suyo! Permanezca tranquila, que creo –balbucí yo volviendo a lo del sexo- que del sexo fetén no se tratará en el artículo. Será del sexo de las plantas, -continué- que eso, eso, son las flores, genitales de plantas, mi muy estimada famélica; que también las flores tienen pétalos, ovarios y filamentos como usted, y de muchos colores, no sólo marrones.

--¿O sea –preguntó ella- del sexo de las plantas?

--Naturalmente, naturalmente, del sexo botánico, –afirmé yo-. No va a ser –sólo faltaría- del sexo de los ángeles, que es el mío, que soy Angel, y de los buenos, no de los hijos de Satanás, que tanto nos acosan y nos persiguen con soberbias y sobre todo con envidias.

--¿Quiere usted decir, don Angel, del Diablo?

-- Sí, sí, del mismo. Que usted, sin saberlo, lo llama en griego (diábolos) y yo prefiero llamarlo en arameo (Satán)

--¡Aaahhhh, Oooohhhh! –exclamó ella-.

--Y aquí finito, finito.



            

"TENGO UN AMIGO EN GIJÓN", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ ("LA NUEVA ESPAÑA, 24/11/13)

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Fantasma, pajarito y flor
Mi amigo es un prócer, casi como el Prócer genuino(Jovellanos), éste nacido viudo, siempre triste y rodeado en Gijón de fantasmas y vampiros ¡Qué bien hicieron los de la Casa Natal en comprar el “cajón de los vampiros”, aunque para encerrar a tantos fantasmas maulas, se necesitarán baúles! Mi amigo, el prócer no el Prócer, es escritor de libros y libretas, y presenta a otros con bombo y platillos y panderetas y carracas. La última presentación fue la de otro prócer, mi Pepín, que no bastándole ser una Braña y presidir no una Peña sino muchas, las célebres “federadas” del Sporting, quiere -ambicioso él- ser el psiquiatra de Dios ¡Dios me perdone! Las depresiones de Dios es el título de su último parto u oscuro alumbramiento. Es que Pepín, una de dos: o está loco - es un tarumba-, o es un poeta.

Mi amigo –que no es boticario- reúne en la trastienda de su tienda, entre tarros y tarrinas, mejunjes y potingues, a la “crema de la crema” de la sociedad gijonesa, que, por tanta crema, llamo la de los petisús o piononos. El liderazgo es de antiguos alumnos de jesuitas, que, por eso mismo, casi todos tienen discernimiento. Entre tanta aristocracia, reconozco mi plebeyez al haber sido maleducado en Oviedo por frailes menores y de babero, que me enseñaron el Catecismo a bastos. En todo el cotarro, soy un tercero, como Lucio Apuleyo, el delAsno de Oro. -¡Jolines! es que ni puedo ser de los Antiguos Alumnos del “Inmaculada”, como don Ceferino Menéndez que es autoridad ahí, también amigo, y de veraneos majoreros en Fuerteventura, que es detalle de dandí, dandí o dandi.

Mi amigo, el primero y no dandi, recientemente, en uno de sus escritos o billete de periódico, me citó con una frase mía: “que los gijoneses tienen una pulsión “freudiana” (esta palabra la escribiría el doctor Braña, el de las Peñas), que consiste en acabar con todo lo guapo que la naturaleza dio, que fue mucho”. Y lo guapo –añado- puede ser lo mismo de cosas o que de personas. Así, hasta que El Rinconín no se convirtió en una Rinconera, no pararon; la bella Escalerona ahí la tienen, un adefesio, convertida en retrete para hacer pipí. Y un aviso: que la Estación de ALSA, por bellezón, cualquier día van a acabar con ella y a lo bestia, que es hacer pisos.

Con las personas pasa lo mismo: ¡las guapas, “a por ellas”! Que la Alcaldesa Moriyónno lo dude: si un día le quitan el sillón, no será por pérdida de sus instintos e inteligencias, sino por guapa, guapa. A mi compañera escribana, Dora –prefiero llamarla Menodora, que es nombre como de emperatriz bizantina- no dieron puntapiés y punterazos a su escribanía, la municipal, por faltas de fedataria de mala fe, sino por guapa, sólo por guapa.
Comadre, no comadrona

A Begoña Piñero, jefa de comadres, que vive, como buena comadre, rodeada de genitales (tiene una tienda de flores, flores que son los genitales de las plantas), ya la estoy oyendo protestar porque discrimino y no escribo de guapos gijoneses. A propósito, Begoña, también como buena comadre, es de armas tomar, pues acaba de tener un ri-fi-ra-fe u órdago con el Obispo, lo cual me sugirió un dialogo, Dialogo entre el Obispo y la comadre, que podría ser de comedia, no de capa y espada, sino de capa (por el Obispo) y de bolillos encajados (por la comadre).

Y oyendo a Begoña, la Piñero, veo a Begoña Hüergo, que fue concejala de los policías, que parecía dura como un policía, y era –es- delicada como una begonia flor y roja como una buganvilla. Y estoy “viendo” a otra Begoña, a otra concejala, Begoña Fernández, que, por su semblante de mística, parece estar siempre como de Primera Comunión, y a la que regalaría rosas amarillas y un lirio. Y para delicias, además de las Begoñas, los cachopos gigantes, a compartir por longitud y volumen, de La Begoñina, taberna o barín, en Cimadevilla de Gijón.

 Es que Gijón, respetado público, es la ciudad de las “Begoñas” y de la Virgende Begoña; que, por eso, sólo por eso, es como la ciudad de Bilbao, aunque mucho menos bruta por no ser vasca, y no ser los gijoneses tan brutos como los vascos de Bilbao, ahora Bilbo para evitar lo de Bilbado, que es de pijería analfabeta.

Y vayamos ahora con los guapos. Hay uno, muy convencido de serlo y estarlo, que porta un prendedor-sujetador no abajo sino arriba, a la altura del nudo de la corbata; eso que es de efecto estético, también puede ser de prudencia, pues si hay un brusco desplazamiento de abajo arriba, arriba, los de abajo, ya tienen donde agarrarse. En cualquier caso, el del prendedor y nudo gordo de corbata, que ande con cuidado, pues por exceso de estética, cualquier día, los gijoneses se “los” amputan. Otro caso es el de ese, no sé si también Conde o marqués, al que recientemente las autoridades locales mandaron a hacer gárgaras con polvorones; y que sepa, que su generosa oferta de papeles historiados para el Municipio, fue rechazada por ser el oferente, conde o marqués, un apolíneo o simétrico, de arriba a bajo, de la copa a la raíz. No es frecuente que un latifundista, conde o marqués, sea simétrico, pues los de tal clase, por imperativos de cromosomas y mecánicos –que eso son las herencias- a menudo, son bizcos o tienen una oreja mayor que otra.

Mobiliario urbano todo-junto y estético
Y mi amigo, el del principio y prócer ¿Dónde está? ¿Dónde estás, amigo mío? ¿Acaso en Casa de Ataulfo que cocina comestibles y no restaura incomestibles, y que es visigodo de nombre, por eso su buena cocina es gótica, como una catedral gótica? No, no, seguramente estará en la droguería, sita en la cristiana calle del moro Munuza, vendiendo jabón Chimbo o Lagarto, piedra pómez, venenos contra la tiña, artículos de barbería para fregar barbas o lociones capilares para copas o cabezas resecas como las de los árboles desplumados.  

Para cazar brujas o hechiceras brujas







Mi amigo gusta que se le llame droguero; y a eso, yo me niego. Para mí, el amigo, es mucho más; es todo un alquimista como los genuinos, los de la Edad Oscura.Y repare el lector que la decoración de los escaparates de su droguería es a base de escobas patas arriba, inversas o al revés, como son las de las brujas, sean brujas con pirulí o sin él.

Convencido estoy de que en noches, de mucha luz o lúgubres, mi amigo cumple como Dios manda, y eso aunque es de los inmaculados y de la Asociación de los antiguos. Y convencido estoy que convierte, por arte de alquimia, sus muchos polvos, sean de lo que sean, de talcos blancos o de yesos amarillos, en oros, en oros; unas veces a lo bruto y otras a lo pulido y suave: pepitas pulidas, de oro, de oros.

Mi amigo prócer ni compra ni vende oro, lo hace por arte de alquimia
Mi amigo, prócer, polígrafo, presentador, sanitario, alquimista, distribuidor de Titanlux, y con número de matrícula en la Cámara de Navegación por empresario, se llama Alfonso Peláez, y yo le llamo mi querido Alfonsín.

FOTOS DEL AUTOR



GIJÓN SERÁ "CIUDAD AMIGA DE LA INFANCIA EN EL 2014"

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EL PROGRAMA DE UNICEF, "CIUDADES AMIGAS DE LA INFANCIA", PROMUEVE LA COLABORACIÓN MUNICIPAL EN RED EN FAVOR DE LOS LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS, Y SON YA OCHO LOS MUNICIPIOS DEL PRINCIPADO QUE SE HAN INCORPORADO AL PLAN
Foto de la presentación del plan en Somiedo
La incorporación a esta red supone la creación de un Plan de Infancia municipal y de un Consejo de la Infancia, encargado de promover una mayor participación de los niños en la vida pública de Gijón. El sello de Unicef también compromete al Ayuntamiento a impulsar todo tipo de políticas tendentes a favorecer el desarrollo de los derechos de los niños. Esa es la propuesta que hizo públicamente ayer la alcaldesa. 

El objetivo de esta iniciativa es promover la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño en el ámbito local a través del trabajo conjunto con entidades locales españolas.

En el marco de un interés común por la infancia, el programa insta a Administraciones y Gobiernos locales a desarrollar e implementar estrategias relacionadas con el bienestar de los niños, defendiendo sus derechos, fomentando su participación y haciendo de las ciudades entornos más habitables por todos, especialmente para los más jóvenes.

Desde su instauración a nivel internacional en 1996, 750 ciudades han sido reconocidas como Ciudades Amigas de la Infancia en todo el mundo.

Para llegar a ser Ciudad Amiga de la Infancia es necesario seguir unas líneas de actuación. Entre ellas, trabajar con la infancia del municipio a través de una participación real de los niños en la toma de decisiones, tanto a través de Consejos de Infancia como de Foros Estables de Participación Infantil en Ayuntamientos. Paralelamente, previo análisis y evaluación de las políticas implementadas y sus presupuestos, se impulsa la planificación y puesta en marcha de las nuevas estrategias que tengan en cuenta los intereses de la infancia en todas las áreas del municipio.

ÁNGEL AZNÁREZ SIGUE ANUNCIANDO -esta vez para el próximo domingo, 1 de diciembre- dos artículos. UNO EN LA PRENSA CONVENCIONAL Y OTRO EL LA DIGITAL, "RELIGIÓN DIGITAL"

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El de la convencional es como un cajón de afilador de pianos; tiene púas, alicates, tornillos y botones, teclas, sujetadores de corbatas, corta-uñas, y dulces para chuparse los dedos, muy importantes en un afilador de pianos. Para que los futuros lectores se hagan una idea, siempre aproximada, del contenido del artículo, empieza con caballerías culonas y termina con el cantante Antonio Molina. En medio, otros cantantes, Los Sabandeños, con su Pajarito, Pajarito, Pajarito, canario, canario.
"UN TRENECITO PERSA"
El de la Digital, también muy serio; es la 4ª Parte de una serie sobre “Los Divorciados y la Comunión”. Tiene profundidades de Altura, con arrebatos de Teología. Eso no ha de impedir –al contrario es muy apropiado- que tal artículo vaya acompañado de una fotografía importante e interesante, en la que se ven muchos espárragos, muchos, incluso para freir.


"EL REY JERJES ENTRE HUMOS"
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Una vez escrito lo que antecede, vuelve a repetirse el rinrinrin del teléfono, como el de la semana pasada y a la misma hora; ronco como un ronquido.

--Diga, diga, dijo ella.

--No, no, diga usted, que es la que llama, dijo él.

--¿Cómo esta usted?, dijo ella.

--Yo muy bien, cariño mío, dijo él.

   Y dijo ella:

--¿Por qué me dice lo de “cariño mío“, si no sabe quién soy ?

Dijo él:

--Porque me gusta ser siempre cariñoso al principio, a ciegas como las citas, siempre al principio, no al final, que es difícil, pues quedo en ese vacío, como de romanos (vacuuuuum), y que los hombres tratamos de llenar con humo, mucho humo.

…Dijo ella:

--¿Usted creeque el vacío ese -el vacuuuuum, suyo o de los romanos. se llenará a partir de ahora con humos de vapor, de esos nuevos cigarrillos, que más que pitillos parecen plumas, plumas estilográficas?

Dijo él:

--¡Ay, ay, mucho humo de vapor, mucho estilo y poca grafía, no obstante tanto espontáneo escritor, pero nada, nada, humo sin carbonilla, como el Sporting y ese Sandoval, el entrenador, tan de Ruiz Mateos y de su familia!

Dijo ella:

--Pues a mí no me gusta nada, nada de nada; ahí en la esquina mi pareja o aparejo, en la tumbona, a calzón quitado, y ahora con plumas en la boca, y yo en la mesa camilla caliente por el brasero…

Y ella, cambiando bruscamente de tema tan desagradable, preguntó:

--¿Y lo de ese tren tan raro –la foto- tan pequeño y con tantos elefantes?

            ...Volvió a responder él:

--Ese tren es de mucho enigma. Si toca usted la tecla del aparato para aumentar la imagen, verá, en el cartón marrón, debajo del tren, unas palabras muy raras, rarísimas, que son palabras persas, del país de Khomeini.

Dijo ella:

--No entiendo nada

Dijo él:

            --No me extraña, “mi” tampoco comprender.

Y continuó él:  

--Es mas extraño aún si le cuento que, por fotografiar ese tren, en una calle de Teherán hace tres años, me detuvieron unos Guardianes de la Revolucióndurante unas horas, pensando que yo era enemigo de ellos, un Yanqui, o Yankee. 

Dijo ella:

            --¡No me diga!

Dijo él:

--Pues como lo oye

Preguntó ella:

--¿Y para qué fue allí?

…Dijo él:

--Para poner una flor en la tumba de Xerxes I, rey de Persia, hijo de Darío, sin parentesco con mi excelente compañero de tertulia en la Televisión del Principado hace mucho llamado Darío, asesor y economista de no sé si de CC.OO o UGT.

…Volvió a decir ella: 

--No me diga.

Volvió a decir él:

--Pues como lo oye

Volvió a preguntar ella:

--¿Y como se libró de los ayatollahs?

Contestó él:

--Rezando, vida, rezando.

Y continuó él:

--Anda, amor, no me preguntes más ¿tienes un cigarrillo de los de humo y carbonilla, no de los de pluma y vapores de agua?

Y transcurrido un ratito, él preguntó a ella, como con temor:

--¿Gozaste, vida?

Respondió ella:

.--¡Ay, ay, uf, uf, uuuufff! Tengo que colgar el aparato; tengo una clase en un taller de literatura en el que me apunté y hoy toca que nos expliquen cómo hacer pareados!

Dijo él:

--Déjese de pareados y que le expliquen los tercetos, siempre los tercetos, que son más entretenidos, estén encadenados o no, y sobre todo no olvide los infinitivos: antes de dejar entrar, dama mía, siempre y previamente, dejar salir; en caso contrario ¡qué barullo!

                                                           ----------------

 FOTOS DEL AUTOR

"EL REVERENDO Y LA VAGONETA", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ ("La Nueva España", 17/12/2013)

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Tren de lujo de la colección ferroviaria del autor
 El Reverendo Antonino, que así se llamaba el profesor de Gramática del Auseva, tenía unas manoplas que silbaban como trallas antes de llegar a los carrillos, imberbes y rosa, de sus pupilos, que veía como culonas bestias de tiro y de mucho arre, arre que arre. El tal Hermano tenía solo una idea a la que reducía el todo gramatical: siempre sujeto, verbo y predicado. 

 Allí estaban en fila como indios sus discípulos, en lo alto de la ovetense Estación del Vasco (calle Jovellanos), que oían y olían la tubería de escape del autobús urbano, un Pegaso, blanco y azul de Trabanco, que iba de Ceca (Buenavista) a Meca (Colloto), y allí miraban los discípulos las temibles escaleras que bajaban al andén ferroviario; un abismo, una sima y un despeñadero. Ya lo escribió el atómico Demócrito: “La verdad está en el abismo” (vacuum en latín y en buthô en griego). Antonino repitió su trinidad de siempre: sujeto, verbo y predicado. Y añadió: “primero por lo del sujeto, tened en cuenta que si bajando cae uno, caeréis todos, que cada uno es una ficha de dominó; luego, por lo de los verbos, siempre en infinitivo, antes de entrar, deberéis dejar salir; y después por lo de los predicados o complementos, para bajar, siempre iréis por la derecha, y para subir también; jamás por la izquierda”. 

 Aquello, en aquel entonces, me resultó incomprensible –por eso me acuerdo, que sólo recuerdo lo incomprensible, que era casi todo-. Más tarde lo entendí mejor, mucho mejor que el mismo Hermano Marista. Por lo de caer uno y caer todos, jamás pertenecí a mafia alguna --por eso, sólo por eso, firmé miles de escrituras públicas, no millones, no, y de la Caja quiso la Divina Providencia que las justitas, y teniendo, además, en cuenta que, reunidos tres, dos suelen ser tontos de remate. Y a mi padre siempre le agradecerá que no haya tenido la ocurrencia de montar una mafia de padres, hijos y hermanos, que es tontería de la peor, por ser a base de gametos (masculinos y ovulitos), huevos, blastocitos y cigotos, de mucho azar y azarosos. 

"Un trenecito persa"
 Por lo de los verbos, lo de dejar salir antes de entrar, siempre me pareció de delicadeza y consejo para los que más lo necesitan, que suelen ser los adulterados por adulterio. Y por lo de los complementos, lo de siempre a la derecha, me pareció complemento directo o indirecto, nada circunstancial, pues fue propio del duradero nacional-catolicismo, de muchas procesiones y desfiles.


"Lugar adecuado para escuchar a Los Sabandeños o sabañones.
En este preciso momento de la escritura, “se me fue”, se marcho la luz, pues estoy entre nieves, muy cerca de Coladilla, pueblo leonés del mejor yogurt y de cuajados insuperables de ovejas, vacas y hasta de toros, también cerca de Cármenes, más arriba de Villamanín. Por el apagón causado por las nieves, deje de oír a Los Sabandeños, que me daban calorcito canario con su canto, entre Saltona y Seguidilla, que dice así: ¡“”Tengo un canario, tengo un canario, que me trae las noticias de tus agravios, y yo pensando que tus labios eran dos rosas; cual presidiario, un pajarillo alegre picó en tu boca, y tú pensando que mi boca eran dos rosas, dos rosas, lalalá; y un canario volando lleva un letrero que dice: ya no quiero más jaulas, lalalá…””!


"La de los mejores cuajos y cuajados"
 Ya abajo, en los andenes de la Estación del Vasco, miré a la bonita marquesina –hasta ese momento sólo conocía a una marquesa, María Teresa Garralda, marquesa fetén y no su consorte herrero, que vivía entre Santa Susana y Campomanes, por ello vecina mía. A mi compañero de pupitre, Manjarín Quijano José --que llamaba “el mandarín”, no Manjarín, pues era un mandarín como el del flan chino-- le dio por contar el número de ventanas que, por el frente, tenía el mamotreto pasadizo entre las vías; él contó 20 y yo 19. Y justo debajo, en el extremo izquierda, vimos a dos forzudos con mono de azulete, empujando ruedas y giratorios para que la máquina del vapor entrara y saliera de la Estación siempre mirando al frente y no marcha atrás dando la espalda. Aquella maquinaria, negra y zumbona en La Manjoya, estaba en Oviedo mansa como un peluche, cual gatita de solterón. Y la grité ¡Miauu, miauuu!, y me salió un miau de gatazo. 

 Y aquí un inciso por incidente: Ha unos días volví a encontrar en Gijón a un cura bueno, don Álvaro Iglesias Fueyo, que es “basileus” de la Basílica gijonesa del Sagrado Corazón. Me contó cosas curiosas de la Estación del Vasco, pues a ella llegaba –me dijo- desde su joya Manjoya natal. Como las vivencias son de don Álvaro, no mías –díjele-, que a él correspondería contarlas, animándole a ello. Traté de curar al cura bueno de su melancolía por el Oviedín y por los “sanjuaninos”, recordándole lo que escribió un gallego célebre y casi poeta: “¡Cuidado, cuidado, que la abstinencia engendra fantasía!”. Le dije que tranquilo, que tuviera en cuenta que los mejores de Oviedo vivimos en Gijón, y que si un pecador ovetense como yo, vive como dios en Gijón, él, que es un santo, lo suyo, en Gijón, será de Paraíso; y lejos de corradas de obispos, pues en Gijón no hay corradas sino corridas. Además –añadí finalmente- hace días un erudito y poeta local, en noche de Dindurra, se levantó del asiento, y con cara de Jovellanos, proclamó: “Gijón, Ciudad-Flor, la Flor del Peloponeso”.


  Ya tomado el tren y sentado en el interior del vagón o vagoneta, primerizo yo y en la tercera edad él, el vagonazo, por ser la primera vez, por novedad y por asombro, le interrogué con muchas preguntas: Dime -vagoneta mía- ¿descarrilaste alguna vez, saliste de la vía brincando? ¿Piensas hacerlo hoy, que nos tienes que dejar sanos y salvos –con el Antonino haz lo que quieras- en el apeadero de Partealler, al pié de La Magdalena, entre Fuso y Ablaña? Dime -vagoncito mío y amor - ¿Dónde te hicieron, en Irún, en Beasaín o en Getafe, ciudad esta de vendedores de humos y de lenguaje “cheli” que es el habla de Sandoval, el entrenador del Sporting? ¿Tus ruedas, tan redondas y de metal, de un solo eje, las habrá hecho un metalúrgico federado de FEMETAL, habiendo ingresado el IVA como manda dios? ¿Qué te gusta más –carroza mía- la opera seria como algunas, solo algunas del Campoamor, o la opereta “buffa” como la de los de la FADE, que están juntos, revueltos como los huevos, dándose lo que daba tanto Antonino en los carrillos; y todo, todo, en la calle Luis Fernández? (me refiero al pintor y no al oculista, aunque los dos trabajaron mucho el ojo, no siendo precisamente tuertos, ni con ojo de vidrio; siempre los dos ojo avizor).


 – ¡No, no, no me mires así, tosco y con refunfuño, que me recuerdas --carrete mío-- a otro Carrete, aldeano de Turón y futbolista del Oviedo, que, como tú, sus piernas de futbol eran ruedas, ruedas, no piernas! 

"El merengazo"

¿Por qué -carro mío- estás tan desnudo, como Adán y Eva antes de pecar, sin hojas de higuera, sin visillos, sin persianas, sin tangas ni taparrabos de la talla XXL como los de rabones y los rabudos por rabillo? Anda, cuenta y cuenta ¿Por qué no eres azul azulete como el vagón de juguete que está en el escaparate de la agencia “Wagons-Lits Cook”, la que está en la calle Noval, casi esquina a la de Principado? -Tú, tú, es que te pareces –seguí yo- más a los vagones del tren de La Panoya, en Fruela, que circulaba por el escaparate de la derecha (en el de la izquierda sólo había muñecas que miraban ellas), muy cerca del lugar en el que había un Rey Mago o Paje, tieso y de cartón –allí donde hay un rey, hay muchos pajes- con una caja para recoger cartas, que parecía ser de caudales. Hoy, aquel lugar mágico, es la sede de Sogepsa.

--Ya sé que con tantas preguntas estás –carroza mía- hasta los mismísimos topes. Has de comprender que los niños sólo hacemos eso, preguntar y preguntar, y tú me has de responder como responden siempre los mayores, con respuestas incomprensibles y absurdas.


"La genuina, la "vasca" de Collanzo"
Y antes de que empieces a marchar –carro mío- que ya el jefe de la Estación anda con el silbato del tararí y el farol grande --grande como un merengue de la Confitería “Las Dueñas”, en Palacio Valdés y Magdalena, apellidadas las confiteras con dulzura Lamelas-- tengo que hacerte una última pregunta: ¿Por qué no estás parcelado, que diría un gestor de suelos, o por qué no estás dividido horizontalmente en compartimentos de estanquera, que diría un constructor fino? 

 Pues --respondió él cabreado, fue su única respuesta-- porque ni soy vagón del Correo a León, del Expreso a Madrid, ni de esos de pijería que llaman coche-cama, que, cada cama, tiene bacinilla y derecho a cocina; y a eso llaman de lujo. Soy de vía estrecha y vasco, y no quiero cantos, que, para cantante por ser minero, ya tengo uno: Antonio Molina.

 Y el “trenecito” empezó a andar con destino a Collanzo, con parada antes en el apeadero de Partealler, que está después de Fuso, girando en el cruce de vías, naturalmente por minero, a la izquierda. 

                                                                                                                      (Continuará)
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"LOS DIVORCIADOS Y LA COMUNIÓN (IV)", artículo del notario ÁNGEL AZNÁREZ ("Religión Digital", 1/12/13)

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"Graffiti en Berlín"
                                                                                    
Jesús, al ver aquello(vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y cambistas de dinero) hizo un látigo de cuerdas y echó fuera del templo a todos, con sus ovejas y bueyes; tiró al suelo las monedas de los cambistas y volcó sus mesas. Y a los vendedores de palomas les dijo: Quitad eso de aquí. No convirtáis la casa de mi Padre en un mercado.
                       Evangelio de San Juan
 4ª PARTE                                                      


            Los temas matrimoniales y, en general, los que tienen relación con lo sexual, levantan pasiones y tormentas. Es como si se hiciera un corte o incisión en zona inflamada; mucho dolor e hinchazón. Esto no es ajeno a la Iglesia católica, más bien diría que muy próximo, pues, al parecer, muchos católicos, laicos y sobre todo clérigos,  son excitados o perturbados por lo sexual y lo matrimonial. De ahí que escribir sobre ello, incluso desde el interior de la “casa” y con todos –son muchos- los “papeles sacramentales” en regla, sea de alto riesgo. Claro que eso asustará a melindrosos y remilgados, no al que leyó el Evangelio y el libro del profeta o nabiDaniel “Daniel en el foso de los leones y el Sueño de las cuatro bestias”, permaneciendo seguro aún siendo uno de “Los jóvenes hebreos en la corte de Nabucodonosor”.
 
"De un zoo de California y para causar envidias a los de Nabucodonosor"
Muchas pruebas tenemos de cómo el tema del matrimonio, los problemas de la vida conyugal, y del sexo en general, levantan polvaredas y vendavales dentro de la Iglesia. Una prueba –entre varias- fue lo ocurrido en el Concilio Vaticano II. Ante tanto cisco y tensiones en torno al capítulo del matrimonio y la familia en el esquema XIII (Gaudium et Spes o “Constitución pastoral sobre la Iglesiaen el mundo de hoy”), Pablo VI retiró de las discusiones conciliares el asunto del Birth control o de la píldora, confiándolo a una comisión secreta y no conciliar, en junio de 1964 (comisión que, por cierto no duró mucho), y pidiendo con insistencia, según el libro de Christina Pedotti La batalla del Vaticano (2012), que el capítulo sobre el matrimonio condenara el uso de cualquier medio anticonceptivo que no fuera la castidad.

También, para evitar ciscos y tensiones, el 11 de octubre de 1964, el Secretario General del Concilio leyó en alta voz una carta de Pablo VI dirigida al cardenal Tisserant en la que se decía: “de ninguna manera es oportuno un debate público sobre este tema (el celibato sacerdotal), que exige suma prudencia y es de máxima importancia”. Quien desee profundizar en las turbulencias sobre el tema sexual y matrimonial en el Concilio, que lea las actas del mismo.

Confieso que hoy, no obstante mi fidelidad de oveja no descarriada, al leer los muchos párrafos dedicados en el Catecismo al Sacramento del matrimonio (“Sacramentos al servicio de la comunidad”), sigue sorprendiéndome la reiteración -obsesiva- con la que se trata el mismo y su indisolubilidad. Por todo lo anterior, pregunto: ¿Qué es lo más fácil y seguro? Pues dependerá –me respondo-; que si se quiere hacer “carrera eclesiástica” –el llamado carrerismo- del que tanto se quejaba mi bendito Benedicto, lo mejor es lo de siempre: escribir y escribir páginas de lo mismo, incluso en L´Osservatore Romano, sin salirse una línea del guión oficial y seguro. Eso, a los que no estamos ni en salidas ni en metas de carreras eclesiásticas, nada nos interesa; de ahí los lujos que nos permitimos.
 
"En Caleruega (Burgos) de Santo Domingo de Guzmán"
El Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM, de esta misma semana, escribe: “No ignoro que hoy los documentos no despiertan el mismo interés que en otras épocas, y son rápidamente olvidados”. Totalmente acertada esa oración gramatical, y, con el máximo respeto, digo a mi Obispo de Roma que, además de no ignorar, hay que tomar ya medidas, pues está en juego eso tan importante que se llama la credibilidad y la confianza, que consiste en hacer lo que se dice que se ha de hacer.

Y en esa línea, de la simple literaria (en el mejor de los casos), está el artículo sobre la indisolubilidad del matrimonio La Forza de la Grazia, del arzobispo Muller, Prefecto para la Doctrina de la Fe, que, a mi juicio, me pareció debole y  diabolo (por ser separador), aunque comienza con la fuerte palabra Forza. Y pregunto al Prefecto, con mis respetos y consideración: ¿Qué antropología científica es esa que considera il valore antropologico del matrimonio indissolubile, pues aquí tengo otras que dicen lo contrario? Y lo peor: a muchos nos pareció que, con ese artículo, el Arzobispo quiso quitar alegría a las palabras “alegres” del Papa Francisco a la vuelta de Río de Janeiro, mientras volaba y nubes. Que, para bombero, apagador de incendios, excelentísimo y reverendísimo monseñor Müller, ya tenemos al mejor, al Padre Lombardi, admirado y admirable, por lo que hace en el escenario, a la vista de todos, y, sobre todo, por lo que hace escondido tras las bambalinas. ¡Padre Lombardi, Padre Lombardi, todo un Rudolph Nureyev, en el Vaticano!

Y aquí surge un problema, muy interesante teniendo en cuenta que el pasado domingo, 24 de noviembre, fue la fiesta de Cristo-Rey. Sé de la naturaleza sacramental del matrimonio –no me canso de repetir que en lo dogmático y litúrgico me considero ortodoxo-, pero no puedo aceptar que se prive a los católicos de lo que dijo en el aula del Concilio Vaticano II Monseñor Carlo Colombo, el gran teólogo del Papa Pablo VI (1909-1991): “El Derecho natural de todo hombre a buscar la verdad, especialmente en el campo religioso y moral, y a seguirla según el modo como se manifiesta a la conciencia de cada uno. De esto deriva la libertad de investigar, y que la mente humana ha de rendirse a la razón y no a la coacción”.

Y añado: ¿Eso último no pidió mi bendito Benedicto, el maestro de Müller, y lo está repitiendo el Papa Francisco? También en esto debemos desobedecer a los papas? Sí, sí dirán todos, incluso aquellos partidarios de la hermenéutica original a base de argumentos a contrario y ad absurdum; es decir, que para entender lo que el Papa dice o escribe, hay que leer o escuchar a contrario.

La fiesta de Cristo Rey, el domingo, escuché dos homilías, ambas excelentes. La primera fue en la Misa dominical (12,30 horas) en la Iglesiade Santo Domingo (Oviedo), escogida aleatoriamente. El predicador, Fray Ricardo Agüadé, de la O.P.–al que no conocía, pues acostumbro a estar presente sin presentarme- predicó lo siguiente:” Cristo fue el antimodelo de rey; su lógica no fue la dominación ni la de los sistemas opresores y Cristo propone y no impone”. Añadió:” El pecado del ser humano es un  pecado de poder, origen de los demás pecados (avaricia, soberbia, mentira, lujuria y miedo”. Y continuó: “La tentación del poder, económico, social y religioso, que oprime y machaca a los demás, persigue a Jesús hasta el desierto de la Cruz, y, en todo momento, lo rechaza y denuncia”. Y concluyó:” Es una pena que muchas veces en la vida eclesial, reproduzcamos los modelos de reinado, no de Jesús, sino de este mundo”.

 (Por el interés de esa predicación, suscitado en mí desde el inicio, la tengo grabada en mi portátil).

La otra homilía fue la del Papa Francisco, en la Misa de clausura del Año de la Fe, ese mismo domingo. El Papa, que detesta al igual que este modesto “yo” la “papolatría”, cada vez me conmueve más (recuerdo lo del 3 de noviembre), con sus textos extraordinarios. Empezó Francisco destacando la centralidad de Cristo, en la creación y ¡ojo! en la reconciliación, en el pueblo de Dios y en la Historia, y concluyó con la centralidad de Jesús en nuestros deseos de alegría y de salvación”. En medio predicó:” Jesús pronuncia solamente la palabra perdón y cuando el hombre tienen el coraje de pedírselo, nunca deja caer tal demanda”.

No deseo molestar -no quiero molestar- si escribo que me acuerdo del grito del gran teólogo dominico que fue Congar: “¡Más Cristo y menos Iglesia!”. Y ese sentido recuerdo se hace sin la tentación mínima de luteranismo y sin buscar hogueras ni anathema sit--un excomulgatocomo Zaqueo--.

En la Exhortación ApostólicaEVANGELII GAUDION, El Papa Francisco escribe (47):”La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre…Tampoco las puertas de los sacramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera…Estas convicciones también tienen consecuencias pastorales que estamos llamados a considerar con prudencia y audacia”. Más adelante (112) escribe: “La salvación que Dios nos ofrece es obra de su misericordia”. “Esta salvación –escribe en el apartado 113- que realiza Dios y anuncia gozosamente la Iglesia, es para todos y Dios…”. Estos textos en lenguaje sencillo y no el laberíntico, con gorgoritos filarmónicos –que también me gusta mucho- de Benedicto XVI, se hicieron públicos el 26 de este mismo mes y año. Pues bien, el Arzobispo Müller, un mes antes, el 23 de octubre, escribió a propósito del argumento de la misericordia en relación a la Comunión de divorciados vueltos a casar, lo siguiente: “es un argumento débil  en materia teológico-sacramental”¡argumento debole, argumento débil la Misericordia de Dios… exclamo yo! ¡Qué Misericordia tan débil, debole!

Y aquí, al Arzobispo Müller le escribo en su propia lengua materna, lo siguiente que es muy bonito, más bonito en alemán que en castellano e importante, mucho: Die Einen sagen so, die Anderen sagen no. Sie sehen, meine Herren, man weiss es nicht”. 

 
"Mercado de verduras en Berlín, con esparragos hasta para freir"



(Advierto a mis payasos que no trato de hacer alardes, esta vez en alemán).

Gracias a un alemán, precisamente, Carl Rahner, creo haber entendido la doctrina sacramental cristiana, tan importante, y haber entendido que la Iglesia es el sacramento fundamental de salvación, SIGNO del don salvador de Jesús en Cristo, que a su vez se parcela en siete para mejor entendimiento, los siete sacramentos, entre ellos el del matrimonio (con sus Opus operatumet opus operantes), según el Dogma definido en el Concilio de Trento. Un sacramento, el del matrimonio, que es de “estado de vida”, tan parecido y tan diferente al del orden sacerdotal, y sobre el cual trataremos en sucesivas partes, la 5ª o 6ª.

"Un zascandil, no precisamente maronita libanés"


Pero una cosa es lo Sacramental, lo verdaderamente sacramental y de verdadera Iglesia, y otra lo que es Poder, poder de la peor clase, el poder mundano de dominación, por parte de los que se sirven de la Iglesia. Muchas veces más que teología –Teología del matrimonio y sacramental-, lo que hacen es Política, pues sólo les preocupa seguir mandando. Naturalmente, lo matrimonial también es una fuente de su poder. Y allí donde hay poder las puertas nunca están abiertas sino cerradas –esto lo escribo después de haber leído el Dinamismo del rinnovamento (L´Osservatore Romano de 29 de noviembre último)de Monseñor Bassetti, y puntualizo que no puede haber “porte aperte” allí donde, por poder, hay secreto por necesidad (parentesco etimológico entre secreto y excremento según el psicoanalista Arnaud Lévy)-. Y vuelvo a recordar la predicación de Fray Ricardo.

Por todo ello, próximamente, cogeremos el bisturí para separar, con cuidado y con pretendida finura, y en lo matrimonial, lo que es exigencia sacramental de lo que es afán de poder, de Poder.

Continuaremos pues, y que a partir de ahora, los leones y las cuatro bestias, como las del profeta o nabí,salgan de la jaula un momento, sólo un momento.

                                                           -----
En Religión Digital fueron publicadas las precedentes partes: La 1ª, el 27 de octubre; la 2ª, el 3 de noviembre y la 3ª, el 19 de noviembre.


                                    FOTOS REALIZADAS POR EL AUTOR

ISABEL MENÉNDEZ BENAVENTE: "Se puede... Carta de amor a la persona con la que llevo compartiendo 33 años de feliz unión" (La Nueva España, 7/1272013)

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Foto procedente de la Red
Treinta y tres. Treinta y tres años, uno por uno, segundo a segundo, lágrima a lágrima, risa a risa. Cuando escribo esto, hace justo 33 años que me maquillaba yo misma y me preparaba para encontrarme con él. Le dije entonces que me entregaba a él, que prometía serle fiel, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. Ambos lo hemos cumplido hasta ahora. Han sido 33 años de lucha continua para mantener esa promesa, con altibajos, pero siempre sin dejar de nadar muchas veces contra corriente.
Muy poco tiempo después yo perdí a mis padres, ellos que eran mis referentes, mi refugio; el destino quiso que el principio de mi vida con él estuviera plagado de un dolor lacerante que no me dejaba respirar. Sin nadie que me diera consejos de cómo seguir amando y conviviendo, como ellos habían hecho los 25 años que vivieron juntos, hasta su muerte. Nadie que me ayudara con la niña que acababa de nacer y con los que vinieron detrás. Por eso aquel novio, aquel marido recién estrenado, se convirtió en mi padre, mi madre, mi amante, mi compañero. En el padrino de la boda de mis hermanas, en el cabeza de familia con 26 años. Es algo por lo que le estoy eternamente agradecida.
No se lo digo a menudo, por eso hoy quiero que sepa que lo ha sido todo para mí, que lo es para mi familia, que lo es para mis hijos. Que ha hecho de mi vida algo maravilloso, a pesar de todo lo que le riño, lo que me enfado con él, a pesar de lo distintos que somos. Él odia la música, yo la adoro. No quiere saber nada de bailar, yo lo haría todo el día. Yo odio la cocina a él le encanta. Él ve el vaso medio vacío y yo siempre medio lleno. Yo soy apasionada y él reflexivo. Él pudoroso en su vida y sus sentimientos y yo aquí contándoles mi vida. Sé que somos como el blanco y el negro, pero hemos hecho entre los dos un gris con matices preciosos. Me complementa. Me hace pensar, es mucho más inteligente y sereno, me aconseja y me frena. Aunque haga como que me escucha y no lo haga, aunque esté en su mundo y no se entere de nada, aunque se enfade por cosas sin importancia y me ponga de los nervios porque "zapee" sin parar.
A pesar de nuestros enfados, sobre todo de los míos, siempre tengo su regazo, su hombro, para dormir, para llorar, y para refugiarme en el único sitio del mundo en el que me siento segura. Aunque a veces tenga que decirle que me abrace más fuerte, porque ya se sabe que los hombres consuelan mal. Con el tiempo esos ojos verdes que tanto amo, se van volviendo más sensibles y por eso le quiero cada día un poco más. Con el tiempo sus caricias se han vuelto tiernas y la pasión va cediendo paso a la paz más absoluta, que sólo encuentro cuando aún después de 33 años le digo que le quiero. Cuando me acurruco junto a él para ver una película juntos, cuando me dice lo guapísima que estoy y que parezco una niñina... eso es amor.
Sé que me quiere más que a nada, porque me lo ha demostrado aguantando estos 33 años mis malos humores, mis reproches, mi adicción al trabajo y a los demás, cuando pienso que tantas veces me habrá necesitado él y me tenían todos los demás. Seguimos juntos, y solo le pido a Dios que me deje seguir con él hasta el final... y lo hacemos posiblemente queriéndonos más, con tres hijos que han sido la culminación perfecta de una unión que sellamos hace 33 años, en la iglesia de San Julián, con el mismo vestido de novia de mi madre y él tan guapo, tan niño, con 24 años?y para mí sigue tan guapo, tan bueno y tan cascarrabias. ¡Y es mío! ¡Y por él... mato!
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