UN CARDO LEONÉS |
El domingo próximo seguiremos de viaje, siendo la cabeza y la imaginación, ambas, el medio de transporte y lo que los romanos, Cesar y Cicerón, llamaban la “impedimenta”. Esta vez será por tierras más cercanas; iremos no a la Castilla de La Mancha, sino a la otra, suponiendo que León sea Castilla, que no lo es según dicen los leoneses.
La primera parada será de recuerdo a quien falleció por mamoneo político. La segunda parada será también de recuerdo a otra fallecida, esta vez por mamoneos y baboseos múltiples. No parece que vayan a descansar en paz ambas fenecidas.
Escribiremos de una Casa que tuvo o sigue teniendo nombre de Virgen, lo que es una garantía. Y con unas monjas con toca de mariposas, que los ingleses llaman, por eso,
Recordaremos a Manolita, sin duda un portento; una autentica Donna angelicata, según rezan los italianos.
UNA MONJA "MARIPOSA" |
De repente, del luto se pasará al júbilo: piedras pulcras aquí y allá, con Catedral de obispo asturiano de dos colores: verde y amarillo azafranado. Antes de llegar a nuestro destino, nos acordaremos de Llamazares, Julio, que andará, como buen vate, nostálgico mirando pueblos sumergidos en pantanos.