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"LA CRÍTICA ANTE EL CINE DE PASOLINI (4), por JOSÉ LUIS CAMPAL

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16) La decimosexta colaboración cinematográfica de PPPasolinituvo lugar en el filme colectivo Amor y rabia(1969), en el cual aportó el cortometraje de 12 minutos La secuencia de la flor de papel. Sería, además, su última participación en una película de estas características.

El analista Emiliano Fernándeznos cuenta la sinopsis de este trabajo: «La premisa central es muy sencillay gira en torno al errar de un caminante por las calles de Roma, un muchacho inocente y alegre que se topa y conversa con distintos trabajadores, entre ellos un anciano, un conductor, un barrendero y una chica con la que se besa; todo vía distintos travellings encarados desde la calle y condimentados con algo de música pop».

Para el crítico Jordi Batlle Caminal se trata de «un emblemático filme de episodios que debía ser la ilustración moderna de varias parábolas bíblicas, pero al final cambió su título por razones comerciales». En el segmento de Pasolini, «el cineasta hace su lectura del pasaje en que Cristo maldijo una higuera por, al ser marzo, no arrojar todavía sus frutos».




17) Pocilga(1969)fue un provocador drama simbólico sobre los tabúes que a España no llegó hasta 1976.

El crítico Enrique Moralesescribió sobre ella que «no es una película, en el mismo sentido en el que la pocilgaa la que hace alusión el título no es un lugar, sino un estado de la conciencia, de la historia y del lenguaje. Pocilga es un determinado estado de la mirada, una película-bisagra que proyecta una visión dobley de compleja diferenciación: aquella de quien observa secretamente tras la puerta y aquella otra de quien es observado. Dos miradas que se miran sin mirarse jamás, dos realidades que se escinden sin dejar nunca de ser una. Es meramente una película doble o doble película, pues narra dos historias. Dos historias, no obstante, independientes que no parecen llegar a imbricarse en momento alguno. No solo sus tramas son autónomas, sino que la realidad temporal de cada una de ellas hace imposible la citada imbricación».

Por su lado, Sofía Castañoreconoce en Replicante, acerca de este controvertido filme, que «es difícil hablar de Pocilgaporque implica hablar de las pasionesque han sido reprimidas en el fondo de nuestro inconsciente, enfrentarnos al temor de ser nosotros también capaces de matar a nuestro padre y abandonarnos a este deseo de devorarnos mutuamente y temblar de alegría».


18) En Medea(1969), PPPasolini procede a la reconstrucción de la tragedia griega de Eurípides, a cuyo papel estelar insufla vida la gran Maria Callas, si bien la primera opción había sido la actriz griega Irene Papas. Sin embargo, la elección fue la adecuada, pues cuando se estrenó en EE.UU., el crítico del New York Times aseveró que «bajo la dirección de Pasolini, Callas adquiere una presencia cinematográfica asombrosa, poseída por una fuerza que desafía a todos los enemigos, incluida la edad».

Acerca de la personalísima versión del mito, nos dice la profesora portuguesa Ana Flávia Ferraz que Pasolini está influido por «las experiencias políticas y estéticas que tuvo a lo largo de su vida», lo que le empuja a considerar a la antigua Grecia como «la cuna de los fundamentos poéticos, políticos y artísticos del mundo moderno». Y con respecto al rol femenino principal, afirma: «La Medea de Pasolini no parece querer denunciar la condición de restricción que las mujeres vivían en la polis griega, sino su naturaleza transgresora, revolucionaria y libertaria. La Medea pasoliniana apenas habla, no demuestra la fuerza de su ira y su capacidad vengativa; pero que es capaz de soltar amarras y resurgir, aunque sea de forma tan trágica».

19) Apuntes para una Orestiada africana(1970) es un trabajo de poco más de una hora de duración que el profesor João Sousa Cardoso define como un «ensayo político sobre la invención de la libertad». Su origen fue el encargo que una década atrás le hizo a Pasolini Vittorio Gassman para traducir la Orestiada de Esquilo, y que con Edipo Rey y Medeaconformaría su trilogía dedicada a los genios del teatro clásico griego.

Piensa Sousa Cardoso que nos encontramos ante «un falso estudio preparatorio, enfocado en los espacios y las gentes de África Oriental (Tanzania, Uganda y Tanganica), con vistas a una supuesta película que se realizaría posteriormente. Pero el interés de Pasolini es transformar este trabajo ficticio de búsqueda de paisajes y cuerpos en un ejercicio libre de collage que, teniendo como fondo una intención de película, encuentra en las notas, aparentemente inconexas, el objetivo último del proyecto. Los lugares del rodaje se volvieron en sí mismos el material inmediato para el trabajo de reflexión sobre la actual condición poscolonialde los recién independizados países africanos».

[Continuará]


"LA CRÍTICA ANTE EL CINE DE PASSOLINI (5) por JOSÉ LUIS CAMPAL

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20) La vigésima pieza cinematográfica de PPPasolini fue un corto documental de 13 minutos titulado Las murallas de Sanaá(1971), rodado durante la filmación de El Decamerón y que perseguía reclamar a la UNESCO que salvaguardara esa joya arquitectónica de Yemen designándola Patrimonio de la Humanidad, lo que se haría efectivo en 1986, demostrando que el empeño de Pasolini no resultó baldío, todo lo contrario.

Concluye su minifilme Pasolini con la siguiente alocución: «Me dirijo a la UNESCO, en nombre de la verdadera, si bien todavía no expresada, voluntad del pueblo yemenita. En nombre de los hombres simples que la pobreza ha mantenido puros. En nombre de la gracia de los siglos oscuros. En nombre de la escandalosa fuerza revolucionaria del pasado, porque aún estamos a tiempo para convencer a una todavía ingenua clase dirigente, que la única riqueza de Yemen es su belleza y conservar tal belleza significa, entre otras cosas, poseer una reserva económica que no cuesta nada. Salvemos a Yemen de su destrucción, porque es un patrimonio que pertenece a la humanidad».


21) Con El Decamerón(1971), epicúrea adaptación de nueve historias del monumento literario de Bocaccio,abre PPPasolini su Trilogía de la vida. Transcurre, y de ahí quién sabe si una (im)posible analogía con la actual crisis del coronavirus, durante la epidemia de peste bubónica que arrasó Florencia en la mitad del siglo XIV.

En su versión, apunta Mario Salazar, «Pasolini da rienda suelta, o confabula con el original, en el pensamiento de irreverencia y mofa hacia la religión, mostrando a curas, monjas y a la propia iglesia como un espacio de erotismo y de libertinaje, junto a ladrones, mujeriegos, damas infieles, pecadores, pícaros y tipos audaces».

Estamos ante una obra, escribe Juan Sardá en El Cultural, que «huye por completo de la idea de alta cultura en la que los personajes se comportan de manera grosera y bufa en una celebración de la espontaneidad escatológica de las clases populares frente a la exquisitez hipócrita y puritana de los ricos».


22) El combativo documental 12 de diciembre(1972) lo dirigió PPPasolini conjuntamente con Giovanni Bonfanti. Retratando los convulsos avatares del movimiento obrero de su país y suimparable ascenso entre las masas proletarias, se ocupa del atentado con bomba ocurrido tal día de 1969 en la Piazza Fontana de Milán, con resultado de 16 muertos y 84 heridos, y del que se acusó a los anarquistas (uno de los detenidos falleció al ser arrojadopor la ventana de la comisaría de policía), cuando detrás de la masacre se agazapaban grupos neofascistas en connivencia con los servicios secretos italianos.

Financiado por el propio Pasolini, el filme lo rodó codo a codo con el colectivo militante izquierdista Lotta Continua, de cuyos miembros opina que «son extremistas quizás fanáticosy arrogantemente toscos desde el punto de vista cultural, pero tiran de la cuerda y me parece que, solo por esto, merecen ser apoyados».

23) La segunda entrega de la Trilogía de la vida atiende al título de Los cuentos de Canterbury(1972), conjunto de ocho relatos del siglo XIV debidos al escritor inglés Geoffrey Chaucer (rol que en la cinta se reserva el propio Pasolini), en los que el cineasta, nos dice Paula López Montero, nos traslada «un idílico Medievo, donde religión y paganismo, analfabetización, humor escatológico, avaricia, cierto movimiento picarescoy el choque entre las clases sociales son lo más significativo».





En esta reconstrucción, «Pasolini nos enseña los fondos más bajos, el tabú de toda cultura y su representación como puede ser la escatología y lo anal», afirma López Montero; y Emiliano Fernández subraya que «pone en primer planola dimensión sexual de la vida con toda su acritud, fogosidad y trampas recurrentes en oposición a la mascarada burguesa/cristianade la respetabilidad y una represión bien falaz y ridícula, lo que genera las primeras secuencias abiertamente homosexuales del cine de Pasolini».


24) En Las mil y una noches(1974), cierre de la Trilogía de la vida, PPPasolini vuelve su mirada al famoso libro amatorio oriental, extrayendo del mismo una serie de relatos que «van imbricándose como un puzle. Algunos surgen de otros, como cajas dentro de otras cajas. Otros, como partes de un fractal, se van uniendo en un sinfín de enlaces y conexiones», afirma Daniela Espejo.

El filme es, para esta crítica, «una celebración constante de los cuerpos naturales, de la belleza carnal, de los placeres. Pasolini mira los cuerpos con actitud sagrada. Su mirada es la de un fiel ante su santo. La de un niño. La de un humano que ama a su prójimo. Lo sacro es aquello que surge virgen, de la naturaleza, sin mediación. Aquello que simplemente es antes de ser pensado». El comentarista cinematográfico de El País Fernando Morales la definió como «una maravillosa y poética mezcla de comedia febril y drama desgarrador».


25) La última película de PPPasolini fue la muy polémica Salò o los 120 días de Sodoma (1975), que adaptaba el texto del Marqués de Sade transponiéndolo ferozmente a la época del fascismo mussoliniano. Una obra que iba a inaugurar la Trilogía de la muerte, y que resultó tan excesiva como radical.

La crítica Mireia Mullor condensa la trama del filme así: «Los representantes del poder (un aristócrata, un magistrado, un obispo y un banquero) crean una micro-sociedad para dar rienda suelta a sus deseos más perversos y configurar un orden socialdonde los cuerpos son partes vivientes de un supermercado de placer ilimitado». Para el crítico Javier G. Trigales, Pasolini consuma «los retratos humanos más repulsivos jamás vistos en una pantalla. El mal en estado puro».

Pasolini no llegaría a verla estrenada. A los pocos días de ser brutalmente asesinado, fue secuestrada por «obscenidad alucinante». Esta pieza fúnebre e involuntariamente testamentaria respondía a su desengañoy pesimismo: «No creo que volvamos a tener nunca una sociedad -declaró en su día- donde los hombres sean libres. No deberíamos poner esperanzas en ello. No deberíamos poner esperanzas en nada. La esperanza es un invento de los políticos para mantener al electorado feliz».



"LA DIOSA FORTUNA EN TIEMPOS DE CONTAGIOS", por ÁNGEL AZNÁREZ (publicado en "LA NUEVA ESPAÑA" , (12/04/2020)

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             "Para que surja un pensamiento en una cabeza de un capullo deben de ocurrirle 
muchas cosas muy crueles".

                                "El cretino pretencioso es quien se cree más inteligente
                                  que los que son tan burros como él".

                                 "En efecto, la de los imbéciles es una familia muy numerosa".

   (Del libro"¿La estupidez?" de Lucien Jerphagnon, Ed. Paidos, 2011)

           
                                           
  Nunca me imaginé en aquel año 2011, cuando compré el libro de aforos del sabio helenista y académico de la inmortal "francesa", L. Jerphagnon, que su estudio de antología sobre la estupidez, iba a serme tan útil, nueve años después -ahora en tiempos de epidemia-. Tal francés ya había advertido que "la estupidez respira su presencia en todos los días a lo largo de la historia"; también, pues, en tiempos de pandemia. Un libro, aquél, muy interesante desde el principio, primer capítulo, "¿Acaso hay tantos estúpidos? hasta el fin, último capítulo, "Quién es exactamente estúpido".
                                                Hacer una retahíla -me remito a escritos periódicos y a televisiones cupleteras de la España cañí - de lo que en tiempos de epidemia se consideran estupideces o capulleces del personal, es muy arriesgado, pues muchas son ocurrencias y/o actitudes bobas de gentes que las consideran útiles, serias y sensatas, para tiempos de encierros cual toritos de los sanfermines y para escapar de claustros con estampitas, aunque se quieran muy calladas para burlar a los guardias civiles y a los militares o gentes de levas. Aquellas personas jamás tolerarán un reproche y menos aún un cachodeo sobre ideales y ocurrencias.
                                                 Llama la atención ese siniestro juego, de presencias y escondidas, que parece existir entre policías y "ladrones", estúpidos estos últimos, considerando tales a los que desde las ciudades quieren ir a eso que llaman "la segunda residencia", tan paradisíacas  en las imaginaciones de encerrados, violando así las reglas de encierros y con los consiguientes peligros. Y creen que nos pagarán multas por estirar como chicles los llamados pliegos de descargos y las ocurrencias de los peritos leguleyos. Y ante tanta estupidez, de "saltarse a la torera" los mandatos de la Autoridad -algo muy propio de la historia de España-, se infecta y expande el virus, de manera centrífuga , de Madrid a las periferias. Esto no lo paran ni los borbones ni cofiños, en castellano o en bable, instigando a delatar al vecindario, reunido en patio como el de comedias de Almagro.
                                             
¿Mascarillas o chuches?
 Mientras unos dicen que no "coger" el agente infeccioso, por contagio, en España, es un milagro u obra de Dios, otros aseguran que es un capricho de la diosa ciega llamada Fortuna, tan discutida, pues unos decían que estaba loca y otros que era una necia. Tuvo que ponerse seria y tiesa para decir con toda solemnidad: "Soy de Dios y de su divina Providencia". O sea, palabra de Gobierno. La Equidad quiso ser señorita de compañía de la Fortuna y se quedó en criada.
                                               
En estos tiempos, cada vez más paganos y de dioses laicos, bueno será recomendar a los preocupados con los  vaivenes de la diosa Fortuna, lo que de ella escribió, con tanto saber, Baltasar Gracian en el Siglo de Oro ("Curso VI de la segunda parte de El Criticón"), si bien hay que tener en cuenta -no olvidarlo- que fue un fino jesuita, luego obsesionado con los pecados del Sexto, y también un poco bruto por "maño" o zaragozano de Calatayud.
                                                  Y a lo Jerphagnon termino:cualquier cautela es cualquier tiempo es muy aconsejable, sobre todo en estos tiempos, siendo de recordar la película de Francis Veber, "La cena de los idiotas", donde el imbécil no es siempre el que uno pensaría. Pudiera ser que también imbéciles sean acaso, los que a lo loco, como fascistas o totalitarios, se están aficionando a delatar y amenazar con cobardía, a sus vecinos por incumplir, según ellos, las reglas de confinamiento. Cualquier ocasión es propicia para alardear de puros.


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ÁNGEL AZNÁREZ, SOBRE EL ARTÍCULO DEL PRÓXIMO DOMINGO Y SOBRE LAS EMPRESAS DIGITALES EN TIEMPO DE CORONAVIRUS

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   I.- SOBRE EL ARTÍCULO DEL PRÓXIMO DOMINGO.

                                                                                "Los enfermos morían lejos de su familia y se habían prohibido los velatorios de ritual, de suerte que, aquél que moría por la tarde, pasaba la noche solo, y el que moría durante el día, era enterrado sin dilación".
                                                                             (Albert Camus, "La Peste")


         
 Ayer, miércoles, 22 de abril, un destacado profesional de Onda Cero, Arturo Tellez, me preguntó lo que destacaría de la pandemia del Covid-19.  Mi respuesta fue destacar la presencia de la muerte, más intensa en Madrid (muchos miles de muertos) que en Asturias (varias centenas). Y eso no es original, pues con ocasión de las grandes epidemias, las de los siglos VI, VII, XIV y XIX, la muerte siempre se hizo muy presente.

          La muerte pestifera no sólo es un hecho masivo, un fenómeno colectivo de la desaparición de los humanos -el fin de los fines-, sino que se produce con trasgresion de normas antropológicas fundamentales: muertes en soledad, muertes con inhumaciones o incineraciones clandestinas, abandono de enfermos en hospitales, pues el dejar morir a unos se pretende garantia de vivir de otros, lo que es modalidad del nazista y terrible "vidas sin valor vital (es lamentable las muchas responsabilidades por homicidios que pudieran quedaran impunes). Mucho de ello y de lo contrario, de la peste y de lo pestifero, está en la crónica de Camus.

          Ante tanta muerte, ante tanta y profunda opresión, ante tanta impotencia, ante la omnipresencia de la NADA, resurgen los consuelos, las magias y religiones; tambien los echadores de cartas y las clerecías.  El "homo" se hace "religiosus".

          La muerte es también un gran tema politico; por eso nos acordamos del laico Maquiavelo, en su día llamado el "turco" o mahometano, y del dominico Savonarola; de los totalitarismos y de los demócratas. Ya se dijo hace mucho que la mejor manera de hacer el demonio es pretender hacer el ángel; que es lo mismo que decir: "Lo mejor es enemigo de lo buena".

          Y concluimos acordandonos de Wuhan, que está en la República china.


                                    II.- LAS GAFAM AL SERVICIO DE LOS GOBIERNOS EN EL COV-17

           Se llaman "GAFAM" a las cinco empresas privadas norteamericanas que dominan el mundo digital: GOOGLE, AMAZON, FACEBOOK, APPLE y MICROSOFT. Dada la importancia de las redes sociales, utilizando instrumentos tecnológicos de esas empresas, las posibilidades de control, vía teléfonos móviles, sobre la ciudadanía son totales. Eso ya se sabía. Lo realmente novedoso, es lo que estamos ahora descubriendo por el coronavirus.

          Los GOBIERNOS, puestos de acuerdo con las GAFAM, tienen a su disposición todas las posibilidades de control de las redes sociales. Y la pregunta es: ¿Cuál es el precio a pagar por tan excepcional servicio de las Gafam a los Gobiernos? Aún no lo sabemos ¿España exigirá a Google el pago de la famosa tasa, que tanto pidió "Podemos", tal como ya aprobó el Consejo de Ministros, aplazando unicamente su exigencia? ¿Insistirán en ello?

          Las posibilidades de control, ilegal, por los gobiernos son totales: a las televisiónes mercenarias, se suma ahora lo de las redes sociales y telefonía.

          Se ha descubierto un nuevo papel para las nuevas tecnologias: ser "mamporreras" de los Gobiernos. Y no olvidemos que las llamadas "cinco" son empresas "made in USA".

A.Aznarez.

"LA POLÍTICA MÁS NECESARIA EN TIEMPO DE PESTES", artículo de ÁNGEL AZNÁREZ (publicado en "LA NUEVA ESPAÑA -26/4/2020-)

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  "Cuando las mujeres, en número de unas doscientas, escucharon el ruido, se pusieron de pie todas de un brinco, aguzaron los oídos y se apretaron estrechamente en un montón. Poco después los hombres elevaron sus voces. Escuchamos con claridad cómo cantaban todos a coro y repetían muchas veces una interjección para alentarse: "¡Hé, Hé, Hé!".

                        (Según Elías Canetti en "Masa y Poder", el hugonote Jean de Lery fue testigo en 1557 de una fiesta entre los tupinambu del Brasil).

        
         
        
  Nunca me interesaron las ocurrencias de los vates y de los rapsodos tribales, autores de vaticinios; tampoco esos ánimos de lucro, delicuentes, de las "echadoras de cartas" de barajas, oportunistas y parientes de los primeros. Siempre, unos y otras, ignoraron e inventaron todo, y ahora ya están -ahí y aquí- dando lecciones y sacando provechos de los miedos a las dolencias y ahogos pulmonares. Necesitamos creer en lo que sea, monoteísmo o politeísmo, con sólo una condición: que sean lo más divinos posibles.

         
Vivimos en una cosmologia sin espacio; sólo disponemos de un lugar, el del confinamiento; estamos presos o en cautividad, que nos paseamos, en busca de aire puro, únicamente por el "patio carcelario". Vivimos, también, en una cosmologia sin tiempo; nos robaron el futuro, dejándonos un raquítico presente. "El tiempo es el vecino de la eternidad", que escribiera un prosista de León (Luis Mateo). Y en el último capítulo del excepcional "La democracia en America" de Tocqueville, acaso el más importante, ya se anunció: "El espíritu camina en las tinieblas".

          No queremos "savonarolas" ni predicadores en los gobiernos; por el contrario, faltan  "maquiavelos" astutos y no atolondrados; tampoco necesitamos "gurus" o hechiceros tribales, redondos,cuadrados o picudos, que sepan decir mentiras. No se trata de convertir en pulpitos, con ayuda de los bomberos, las azoteas de templos o edificios y los teatrillos mercenarios de las televisiones. Y en tiempos de sin tiempo, puede que tampoco interese la literatura pestifera, la de peste, cólera o de polio, aunque sea tan artistica como la de Boccaccio, Manzoni, Roth o Camus.

          En realidad, lo más apetecible es divertirse en su sentido etimológico, muy preciso: "divertire", en latín, es apartar o desechar, como papeles higiénico usados, lo que nos aflige, debiendo desviar la atención o no pensar en la muerte o en otras miserias humanas. No pensar en lo terrible (si la histeria y demás patologías mentales nos lo permitieran), además de ser un instrumento contra la depresión (la depresión siempre es una obsesión), es también una manera de "divertirse". Y la Política, puede ser una recomendable diversión y/o una necesidad.

         
Arquitectura de Poder (1)
Del dictador Franco se decía que recomendaba no meterse en Política; eso mismo parece que lo recomiendan ahora los que gobiernan y sus dóciles seguidores, docilidad de collar y de correa. "No es tiempo para la Política", se dice. Y la pregunta es: ¿Si en un estado de alarma, con derechos fundamentales suspensos, y con la información secuestrada, no ha de haber política, cuándo debe haberla? ¿Ni siquiera cuando los muertos pueden llegar a superar los 30.000? La Política ha de ser la gestora de lo ciudadano en situaciones normales y en situaciones excepcionales. Cierto que lo más cómodo es gobernar sin política, pero eso fue  ocurrencia de dictadores y no de demócratas. De dictadores y no de demócratas es hacer lo que venga en gana a los que mandan.


          Estos días se está escribiendo de un personaje maldito, Carl Schmitt. El domingo 2 de abril de 2006, página 16, "El Pais", en crónica de Manuel Riva,  se escribía: "El homenaje franquista en 1962 al principal jurista del nazismo, Carl Schmitt". Es verdad que España, al jurista alemán, sirvió de refugio y de banco de ensayo de algunas de sus teorías (totalitarismo teocrático); también es verdad que su libro, importante, "Teoría de la Constitución", por primera vez, fue publicado en Alemania en 1928, traducido por Francisco Ayala en 1934 y epilogado por Manuel García Pelayo (ex Presidente del Tribunal Constitucional español), es de conocimiento obligatorio.

          Querer excluir de la Política al estado de urgencia es dar la razón a Carl Schmitt en su rechazo radical al parlamentarismo y a la separación de poderes. Volver a la dialéctica "amigo-enemigo", como base de lo político, es de Schmitt ("los míos son amigos, los otros son enemigos"). No hay mayor excepción a la Política que en las situaciones excepcionales, en las que sólo existe un Poder, el Ejecutivo, ni el Legislativo ni el Judicial, precisamente, este último el guardián de la democracia (eso ha de demostrar si es o no verdad). Ante tanta exclusividad de un Poder, ¿no resulta inadmisible que los miembros de ese Poder pidan a los ciudadanos que callen? Eso de que no es el momento, es, simplemente, una sinvergüencería de sinvergüenzas.

         
Arquitectura de Poder (2)
  En su obra "Teología política" comienza con la siguiente afirmación: "Soberano es aquel que decide sobre el estado de excepción". Gregorio Saravia, autor de "Thomas Hobbes y la filosofía política contemporánea (Dykinson, 2011) escribe: "Desde el momento en que el soberano tiene en sus manos la potestad para decidir si la Constitución  puede ser suspendida en la totalidad de su contenido, se puede llegar a la conclusión  de que todo el sistema jurídico  se encuentra sustentado por una decisión y no por una norma". He ahí la decisión totalitaria de Schmitt.


          El politólogo y comunista Claude Lefort, acaso el mejor tratadista sobre Maquiavelo,  no tuvo inconveniente en recordar el decreto de Lenin de 1918 que prescriba "proteger a la República de los Soviética contra los enemigo de clase aislando los en campos de concentración". Sin necesidad de tanto coraje, con tantos miles de muertos en España, sería de buena política que el Gobierno social-comunista de España preguntase al gobierno comunista chino si el desgraciado COVID-19 se originó en un mercado de animales salvajes o en un instituto de virología (IVW), en la localidad de Wuhan. Cuando se hable o escriba del "sistema económico", causante de la pandemia, habrá de recordarse que la central nuclear de Chernobyl, que reventó, estuvo en la soviética Rusia y que Wuhan está en la llamada República Popular de China.

          La gramática con el "género" hace maravillas: a la Política hace femenina, pero masculiniza al feminismo. En cualquier caso, es indiscutible que el feminismo ha sido y sigue siendo una gran revolución, ya irreversible, de lo social y político en los últimos siglos; seguramente la revolución más trascendental después de la Francesa. Por ello resulta conveniente preguntarse sobre el papel de lo femenino en la lucha contra el COVID-17. La pregunta y su respuesta la haremos y responderemos otro día.

ÁNGEL AZNÁREZ: UN BREVE ADELANTO DEL PRÓXIMO ARTÍCULO

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   En el precedente artículo, párrafo último de "La Política más necesaria en tiempo de pestes", prometí referirme al FEMINISMO, relacionado con el Cov-19. A dicho efecto, tiene pleno sentido la cita de Elías Canetti al encabezamiento. Es importante releerlo.

          Me di cuenta, al escribir el prometido y ahora avanzado, el proximo artículo, de la delicadeza del tema. Más ningún miedo tuve, al tener aconstumbrada y muy afilada la estilográfica, pues mis dos principales ocupaciones profesionales fueron muy finas y parturientas: escribir "escrituras públicas" y dictar sentencias algunas sobre feminicidios.

          Con modestia y rotundidad, debo decir que lecciones sobre esta materia acepto únicamente las justas o mínimas.

          Quise escribir un sólo artículo sobre el feminismo y el Coronavirus, pero eso me resultó imposible: "salieron" dos (I y II).

          El tan silente Ministro de Universidades tiene mucha voz en el texto. Hacer muchas preguntas sobre el feminismo y el ejercicio del poder es inevitable, así como sobre el sexo satánico, esto último -el sexo infantil- descubierto, con escándalo, por Freud a principio del siglo XX, y que también lo arrancó, como con forceps, de los retirados y secretos confesionario. Un siglo después, a principios del XXI, salió a la luz en Roma el gran bollo o pastel de los "pedes".

        
  Miedo, mucho miedo al sexo, que ordinariamente, excluida la masturbación y otras prácticas, es alteridad. ¿Cuáles?

          El confinamiento, de cristianas y de musulmanas, con o sin "harem", fue algo sustancial para todo tipo de maltratos contra las mujeres. ¿Serán machistas los virus como machistas, muy machos, son los del Partido comunista chino?

          Y sin poder olvidar lo ocurrido el 8 de marzo ¿Lo recuerdan?

RECORDATORIO DE DAVID FOTO SALGUEIRO, por ÁNGEL AZNÁREZ (publicado en la Voz de Ortigueira, 8/5/2020)

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           (Con  ocasión del XXV aniversario del fallecimiento del propietario de “La Voz de Ortigueira” (La Coruña).


          Llegué a Santa Marta (de Ortigueira) una tarde de final de verano de 1978, para ejercer mi oficio de notario en la comarca y villa Condal. Parece que fue ayer, pero si pienso que días antes había falleció Pablo VI, concluyo que fue hace mucho tiempo. Vicente, el dueño del "Hostal La Perla", inteligente y muerto, para desgracia, años después por un "traspiés" cardíaco, me presentó a David, lo cual fue inevitable y necesario -no por azar o por la fortuna-, pues David era Santa Marta y Santa Marta era David. ¡Tiempos aquéllos de una Arcadia feliz!

        
 
David Fojo Salgueiro (izda.) y Federico Maciñeira  Teijeiro
Entré al establecimiento de David en el Cantón; llegué al fondo del pasillo recorriendo en paralelo el mostrador, giré a izquierda y luego a derecha. Allí, en su garito, covacha o palacio, estaba don David, rodeado de escribanías, cofrecitos, secreteres con infinitos estantes, burós y consolas. No faltaba ni la máquina eléctrica de escribir, ni el paquete de "Ducados" y con las gafas, unas veces colocadas para leer, apoyadas en la nariz, y otras colgadas de un cordón al cuello. Olía a tinta aquel aposento y David escuchaba al mirar y dejaba ver su cabeza, grande, monumental, como de vate romano.

          Aquello, el garito o palacio, era como una rebotica de tertulia -la botica de Tito Sandomingo estaba enfrente- en la que no faltaban (en la rebotica de David) gentes de curia y toga: el juez Antonio Rubín, los letrados Santomé, J.L.Pía y Ramón Álvarez, la  registradora de Puentedeume, María Jesús, que, aunque casó en la Villa, siempre conservó la lozanía de fallera valenciana. El que esto escribe siempre pedía lo mismo: ¡Cuénteme, don David, cosas fabulosas de Cunqueiro, sobre tortugas corredoras o dragones voladores! 
Maruja Bouza, esposa de David Fojo

        

  Cuando llegaba de Madrid, el militar Luis Vierna, natural de Mera, contaba inconfesables secretos de la Armada y de sus barquitos. Mi querido, también notario, Federico Maciñeira, nos hablaba de su lancha y de su tío, el de Mañón, que amaba las camelias y que tenia un novio. Nunca confesé los baños nocturnos, en pelota, en la playa de Morouzos, en compañía del "rojerío" llegado al Instituto para enseñar y cuyo director, del Bloque, fue Tello.

         
Mientras esas tertulias se celebraban, Leandro Pita Romero escribía a don David desde Argentina; Lumumba moría de cáncer, cerrándose el bar; Piñón arreglaba Renaults; Jerónimo, en el Banco Pastor, pagaba letras de cambio; Durán probaba pantalones y prendas de muy finos paños; Carmona hacía bocadillos con queso y con tocinos traídos de Lugo; Moncho Prieto vendía candados y surtía gasolinas; Platas se iniciaba en adivinaciones y cosas de brujas, conjuros y maleficios; Matilde, mirando a "Las tres farolas", confeccionaba flores de color rosa con trapos; Dorila, soltera y solitaria, disfrutaba de los jugos de las retorcidas vides. 

          Mi amistad con David fue tan grande que cené en su domicilio muchas veces; su gran esposa Maruja era primorosa en las albóndigas, en las tortillas de toda clase, incluida la de los berberechos de Ladrido, y en las filloas, muchas filloas. En esa casa jamás comí o cené pollo frito, jamás. Debo decir, no obstante, que la mejor tarta de Ortigueira la guste en casa de Margarita de la Peña, esposa de Adolfo, médico de Puentecesures. 

         David me contó muchas historias de Alianza Popular, de Fraga, de "Totora" o esposa del periodista Augusto Assia, del "Cura Picúrri" de Cariño, que tenía levantado al pueblo de Cariño, de conserveros y de "la merluza al pincho", en lucha por la liberación municipal de Santa Marta. Don David llegó hasta regalarme un voluminoso libro, enorme, de un tal Bascoy que, por supuesto, jamás leí.

          David Fojo sigue estando en la memoria, en mi memoria, luego no está del todo muerto. No y no. En cualquier caso y por si necesario fuese -no lo creo-, aquí dejo mi deseo, que no es ritual o frío, sino de mucho afecto, hacia él y a las personas fallecidas que aquí recordé. Para todas un REQUIESCAT IN PACE.

A.Aznarez.

ASUNTO DE GÉNERO QUE NO GENÉRICO, por ÁNGEL AZNÁREZ

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  (EL FEMINISMO ANTE CORONAVIRUS) 


                                                                                        
                                                                                 "Un día pregunté al cardenal Lustiger que justificaba la exclusión de las mujeres del sacerdocio; me respondió que había  doce hombres alrededor de Cristo en el momento de la Cena. ¡Pero si había tres mujeres en el momento de darle sepultura! Cuando se trata de una comida, los hombres están siempre presentes, pero en los momento de mucha pena, hay sobre todo mujeres".
                             (Bachelot y Fraisse. "Dos mujeres en el reino de los hombres". Hachette 1999).






El denominado "feminismo", otro alumbramiento de la Ilustración, que atravesó por los siglos XIX, XX y por lo que llevamos del XXI, es una gran revolución, de costumbres y de la politica, contra la dominación masculina o supremacía de los hombres sobre las mujeres. Tal fenómeno hunde las raíces en una estructura básica y/o familiar, que se llama "el patriarcado". Una lucha revolucionaria, la de la emancipación de las mujeres, y una lucha con resultados ya irreversibles.
       
          Procede ante este importante y delicado asunto implorar la precaución o el "ad cautelam", teniendo en cuenta las excitaciones y sensibilidades que causan las violentas, reiteradas y delictivas acciones masculinas, de "impotentes machos", contra las mujeres, con resultados de malos tratos y de feminicidios. Digamos que no existe un feminismo, sino varios y diferentes, sucesivos en el tiempo, y a veces contrapuestos; desde el feminismo antiguo, de lucha por el sufragio, luego los feminismos de la igualdad y de la diferencia, hasta el actual y radical de la teoría del género de Judith Butler (judia, profesora de la Universidad de Berkeley y autora en 1990 de "Gender Trouble"), y del cuerpo de la mujer, que distingue las categorías binarias, de lo masculino y femenino, de las no binarias, agrupadas en las siglas LGBT, de gays, transexuales, lesbianas y bisexuales). Lo que vale hoy, mañana puede ser no, como el caso de la píldora anticonceptiva, que en los años sesenta del siglo XX fue liberadora, y ahora puede ser todo lo contrario, en cuanto manipulacion y medicalizacion del cuerpo femenino.

        
Precisamente en tiempos de vuelta al confinamiento de mujeres (y de hombres) por causas sanitarias, debemos reflexionar y preguntarnos, si el patriarcado,después de tanta lucha, cayó derrotado, como cayeron derrotados todos los imperios. La respuesta no es fácil. Manuel Castells, ministro de Universidades y autor de "El poder de la identidad" (volumen II, Alianza Editorial, cuarta reimpresión, 2000), después de señalar que "el feminismo es la revolución más importante porque llega a la raíz de la sociedad y al núcleo de lo que somos", escribe, con lo que estoy de acuerdo: "Los indicadores presentes señalan un declive sustancial de las formas tradicionales de la familia patriarcal". Un patriarcalismo contemporáneo -añado- frente a un primitivo y mítico matriarcado, acaso tan mítico como fue aquella hipotética horda, que asesinó al primitivo  "padre" (complejo de Edipo) según Freud en "Tótem y tabú". En España, lo último interesante publicado sobre el matriarcado en el primitivo pre/indoeuropeismo, está en el libro recomendable de filólogo Bernardo Souviron, "Hijos de Homero, un viaje personal por el alba de Occidente" (Alianza Editorial, 2006).

          El autor teatral Harold Pinter, de nacionalidad británica y judío de origen ruso, en el Discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura del año 2005 leyó lo siguiente escandaloso: "LOS HOMBRES POLITICOS NO SE INTERESAN POR LA VERDAD, SINO POR EL PODER Y SU MANTENIMIENTO. PARA ESO LAS GENTES HAN DE PERMANECER EN LA IGNORANCIA, HAN DE VIVIR EN LA IGNORANCIA DE LA VERDAD". Y la pregunta es: ¿Cuándo las mujeres son las políticas se interesan por la verdad? ¿Lo femenino político es diferente al masculino político? ¿El poder político de las mujeres, cuando gobiernan, tiene otra aproximación a la verdad y a la ignorancia? ¿El otro sexo, el femenino, supone una diferente aproximacion a la Política? ¿Habrá una manera femenina y más adecuada de actuación contra el virus que tanto mata?

        

No lo sé y sigo sin saberlo. Intuyo que el Poder, con su fatal, pestilente, mortífera y demoníaca pulsion, parece no permitir lo que puede considerar como sutilezas o matices. Al interés de saber aquello, escrute y hasta "escrote", con atención, dos memorias, la de Margarita Thatcher, publicada en 1993, tan "femenina" ella y muy esposa de Denis, y también la de Madelaine Albright, no amante de Clinton, publicada en 2003, así como una autobiografía, la de Golda Meir, Primera Ministra que fue de Israel, no alardeadora de precisamente de belleza, autora de  "My Life", publicada ("Futura publications") en 1975. Mucho ruido hay en todo ello, tal vez ruido y sólo ruido. Pudiera ser algo parecio a lo que se dibujaba en un chiste de Mingote sobre el revolucionario Concilio-, que unas beatas muy tranquilas decían: "al cielo, digan lo que digan los nuevos teólogos, iremos las de siempre".

          No ignoro que, desde un cierto feminismo que pudiera ser "conservador", se ha escrito de valores propios de la mujer contrapuestos a los masculinos -de "virtudes no viriles" escribió, por ejemplo, Victoria Camps en "Virtudes publicas" del año 1990, de unas actitudes y de un peculiar estilo de ver las cosas.  ¿Tiene el feminismo algo que decir ante una pandemia como la actual? ¿ Existe algo parecido a lo que pudiera ser un " leaderhip" femenino?

          En próximo articulo nos referiremos a Judith Butler, que estos dias, en la Revista "Bulb", se ha pronunciado sobre esta importante cuestión. Ahora digamos sólo que el diario "The Guardián" -en editorial firmado por la periodista Catherine Bennet- público que gobiernos como los de Nueva Zelanda, Noruega, Dinamarca, Islandia, Taiwan y Alemania, dirigidos por mujeres, fueron muy diligentes en la toma de medidas contra el entonces incipiente Virus-19, lo que contrasta, según tal información, con las tardanza de gobiernos presididos por hombres.

        
Y otra pregunta: ¿El decretado confinamiento por el Gobierno de España, es igual para hombres y mujeres? La respuesta ha de ser No. La mujer tradicional o patriarcalmente ha sido confinada en espacios íntimos o privados, lugares de violencia y de silencios contra las mujeres, y tanto si eran cristianas o musulmanas; fue el espacio público -la mujer fuera de casa- lo liberador y emancipador. Y ahora las mujeres vuelven a estar confinadas, con aumento de los riesgos de violencia contra ellas. Mucho pueden perder y la alerta ha de ser máxima.

             (En el siguiente artículo, volveremos, como dijimos, a Judith Butler; escribiremos de los miedos funestos de muchos hombres al sexo y a lo sexual, con figuraciones defensivas, masculinas, frente a lo femenino, caso de las "vaginas dentadas" y de las dulces sirenas convertidas en arpías. Miraremos también, es inevitable, a la manifestación del 8 de marzo de Madrid, sin prejuicios. Eso sí, con lamentos de que por contagios del Cov-17, ministras hayan tenido que dejar vacias sillas del Consejo, más que nunca de Ministros, para curar su infección pestifera).

   FOTOS DEL AUTOR


"FEMINISMO Y COVID 19", por ÁNGEL AZNÁREZ RUBIO (publicado en LA VOZ DE ASTURIAS DIGITAL, 14/05/2020)

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"La nuda veritas", cuadro de KLIMT


"Se dice que las sirenas, vírgenes hijas de la Tierra, tienen cabeza de mujer, ojos relucientes cómo las gemas engarzadas en el mármol de las estatuas divinas, y cuerpos de pájaros con garras de rapaces. Su metamorfosis en mujeres-pájaros se pierde en la oscuridad del pasado".
                                 (María Corti, El canto de las sirenas)





Alma Malher, mujer excepcional, esposa de Gustav Malher, Walter Gropius y Franz Werfel,  supo -así lo escribió- que el hombre tiene que hacer de pavo real y que su primer esposo, Malher, fue un "solterón con miedo a las mujeres" (página 52 de "Mi vida"). María Bonaparte, última descendiente de Napoleón y que, gracias a sus dineros, salvó a Freud y a otros muchos judíos del nazismo, en su Diario escribió: "El hombre tiene miedo de la mujer". Por último Delphine Horvilleur, mujer, madre y rabino de Francia, escribió: "Lo femenino da miedo".
        
libros de la biblioteca del autor
 
          Es que el miedo al sexo, tanto por hombres como por mujeres, y alentado por célibes clérigos con modelo de mujer madre y virgen, es causante de patológicos, neuróticos, histéricos (de hysteria o matriz) comportamientos. Unas construcciones mentales protectoras frente al miedo y alojadas en zonas muy oscuras, que pueden ser de un material más duro que el cemento armado;  no destruibles ni con potentes piquetas. Este párrafo debería leerse con extremo cuidado. 

          En primer lugar, en el ir de un sexo (masculino o femenino) al otro, al contrario y al diferente, surge la genuina ALTERIDAD -lo otro-, fuente de miedos, para los hombres fundamentalmente, por el riesgo al fracaso e insoportable, NO hay "alteridad" ni en la solitaria masturbación, ni, acaso, en las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo): no hay alternativa, pues sólo es la mujer la que cuestiona al hombre y éste a la mujer. Será la mente, para escapar del miedo, la que suministre los "menús" apetitosos, protectores y encubridores de la verdad (las construcciones del párrafo anterior).

         
En segundo lugar, Elisabeth Badinter en su libro "XY de la identidad masculina", analiza la hostilidad masculina ante el movimiento emancipador de las mujeres, por la amenaza a los poderes masculinos e identidad por parte de las mujeres feministas. Fue el hombre, tratándose de defender, el que inventó los mitos de la "Nueva Eva", lo del "atrofiado" clítoris, lo de la "Mujer sin atributos" (recuerdo del desquiciado R. Musil), lo de las mordedores "vaginas dentadas" a los falos penetradores. Pudiera ser que la realidad actual y muy triste de las violencias contra las mujeres y los feminicidios (muy activo y necesario el colectivo “Me Too”, sea manifestación de la impotencia y crisis de identidad de los varones: de los miedos antes referidos.

            Ortega y Gasset, en la lección VI de ¿Qué es filosofía? escribe: “La  feminidad no busca imponerse por derechura, como el hombre, sino pasivamente, atmosféricamente. La mujer actúa con un dulce y aparente no actuar”. Tal planteamiento –las mujeres hacen viejo a Ortega- seguramente es rechazado por feministas radicales y por quienes niegan, en lo femenino, otro modo de hacer política, diferente, respecto a los varones  (el Poder tiene reglas o exigencias invariables a mujeres y hombres).



Habrá que esperar –aún es pronto- para saber si las mujeres que gobernaron países, caso de Nueva Zelanda (Jacinda Ardern) o Alemania (Angela Merkel), entre otros, lo hicieron mejor que los varones. Parece ya indiscutible, en cualquier caso, que el número de muertos por el COV-19 en países gobernados por mujeres fue inferior al de gobernados por hombres.

            En cualquier caso, la manifestación feminista de Madrid del pasado 8 M parece que fue lamentable, con grave riesgo para la población. Habrá que esperar al resultado de minuciosas investigaciones judiciales y al examen de lo que denuncien los abogados de las familias de algunos fallecidos. Y ¡atención!: bajo ningún concepto nos queremos sumar a los que, por odiar a las feministas, utilizan cualquier pretexto para denigrarlas. Una cosa es eso y otra diferente, muy diferente es callar ante lo que resultó ser un despropósito: una manifestación, la del 8 M, de riesgo para la salud y con maneras o modos muy “churchilianos” o de mucha fuerza o “vir”.

            Judith Butler, figura clave del feminismo norteamericano, en recientes reflexiones sobre la pandemia dijo: “Debemos repensar lo humano, lo animal y lo del mundo viviente del que dependemos y hemos de salvaguardar”. Programa muy ambicioso, que insiste en lo ya propuesto, en el año 2017, por otra feminista, Olivia Gazalé, en su libro “El mito de la virilidad”, sobre una refundición de las masculinidades, liberando a “los hombres de las asignaciones sexuales, que proceden de una repulsión a lo femenino de tiempo inmemorial”.

Acaso –escribo yo- haya que comenzar acabando, tanto con el matriarcado de una “Diosa-Madre” como con y el patriarcado de un “Dios-Padre”.

FOTOS DEL AUTOR  



"ESCRITURA Y ATENEO" (2ªparte) por ÁNGEL AZNÁREZ RUBIO (de la página web del ATENEO JOVELLANOS DE GIJÓN)

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El artículo que sigue ha sido publicado en la página web del Ateneo Jovellanos y forma parte de una serie que se publicarán periódicamente, siendo este el segundo. 


El oficio de escribir está poblado de canallas y de tontos.


                        De plumas y de tizas dijimos que escribiríamos ahora. Y a ello vamos, despidiéndonos allá muy lejos, con los ruidos de las chillonas cornejas marinas, en los mares de aguas saladas, entre Troya e Ítaca: ¡Adiós! a la virgen y diosa Atenea, la de ojos brillantes e hija de Zeus, al igual que las Ninfas, si bien estas, por ser Nýmphé, eran “muchachas preparadas para casarse”. Tal preparación las vírgenes solteras no la han de precisar. Y pregunto si será verdad la afirmación del escritor García Hortelano de que la virginidad perdida nunca cicatriza. Ni idea.

                      
  El Athenaión no sólo era, en Atenas, el templo de la Diosa de la sabiduría y del esplendor artístico, sino también el lugar en que el sabio Ateneo, natural de  Naucratis, apodado el egipcio y gramático, enseñaba a recitar y escribir maravillas. Más próximo a nosotros, como saltando una mata de picantes ortigas, tenemos el testimonio del italiano Roberto Calasso, que escribió en La literatura y los dioses (Anagrama 2002): “La edad heroica de la literatura absoluta se abre en 1798, con una revista hecha por un grupo de veinteañeros, el Athenaeum, entre los que figuraban Schlegel y Novalis; y se cierra en 1898 con la muerte de Mallarmé en Valvins”. ¡Vivan los románticos!

¡Qué maravillosa genealogía, pues, la del Ateneo y la de los Ateneos!

En el vanidoso mundo de las letras, de los llamados letrados, se distinguen los que son de pluma, pluma de ave, o creadores, de los que son de tiza o de tarima, críticos y profesores, escalafonados y/o escalfados como los huevos; también a modo de tábanos literarios, por su picar y ruido zumbón. Los estilos de unos, creadores,  y de otros, repetidores, son inconfundibles. Y eso vale para todos, desde los principales académicos y académicas de la Real de la Lengua hasta los restantes o  secundarios. Y pregunto ahora, lector o lectora, de tanta afición a escribir: ¿Usted qué es, de los de pluma o de tiza?

Si me atrevo a preguntar, tengo la obligación de preguntarme: ¿Y tú, qué? Salvo contadas ocasiones, nunca he disertado subido a entarimados ni he escrito con tizas, en encerados. Mi literatura hasta ahora fue la jurídica, que es un oficio de escribir. Fui autor –notario autorizante- de miles escrituras llamadas “públicas”, teniendo, en primer lugar, que indagar –trabajo a veces imposible- la real voluntad de los llamados otorgantes, y teniendo, en segundo lugar, que convertir aquella voluntad en palabras escritas;  la exactitud y la brevedad son exigencias para evitar pleitos. También fui autor de sentencias –Magistrado- “literaturizando” los argumentos de la decisión en controversia; aquí la argumentación y los derechos s saber los “porqués” han de excluir la brevedad. Aquí viene la frase como oráculo, va después del título, que es –lo digo ahora- del poeta Roberto Bolaño. Nunca he querido saber  ni me preocuparon ni el número de canallas y de tontos que me rodearon; muchos más al principio que al final. Quiera Dios que en la nueva fase, dedicada a la Literatura sin adjetivo, siga siendo quien escribe, un escritor de pluma y no de tiza.

Gracias a You Tube he visto y oído decir a la Hermana Teresa María Gutiérrez, Carmelita Descalza de Santa Teresa, del Convento de Oviedo, decir una maravilla literaria: “Un árbol que cae hace más ruido que un bosque que crece”. Los árboles y sobre todo los bosques, con o sin hadas, todos con encanto aunque estén desencantados, son de excelencia literaria, como lo prueba que son los protagonistas principales de la escritora Ana María Matute y del escritor Wenceslao Fernández Florez. La Hermana Teresa, Monja y Contemplativa, me hizo contemplar el silencio del bosque que crece. Me bastó oírla y dar un solitario paseo por mi bosque vecino, entre Quinteles y el Infanzón. Después, al regresar, me acordé de Santa Teresa y en voz alta leí o recé el literario Camino de Perfección.

Debo indicar que desde niño, habiendo vivido en la calle Muñoz Degraín de Oviedo enfrente del entonces Convento de Las Carmelitas, pegado a una impresionante iglesia en ruinas por los bombardeos en tiempos de la Guerra Civil, la reclusión contemplativa de esas monjas me fascinó y asustó. Tenían un capellán estaba loco; la mandadera Aquilina espantaba a la chavalería que quería fisgar; tras el imponente portón, abierto para que entrara el médico, dos monjas cubiertas con velos negros avisaban tocando una campanilla; una monja lega, cubierta con paño blanco, cuando volvía de la huerta y el gallinero de atrás, calzaba madreñas.

¡Cuántas veces pensé en eso tan literario de levitar con calzas de madreñas! Siempre las Carmelitas de Oviedo, las de antes y ahora, me hicieron pensar mucho.



 Foto de la iglesia de los Carmelitas en la calle Muñoz Degraín de Oviedo, en ruinas por los bombardeos en la Guerra Civil española (foto de José Vélez)

ILUSTRACIONES  DEL AUTOR

"ESCRITURA Y ATENEO" (1ª PARTE), Por ÁNGEL AZNÁREZ (de la página Web del ATENEO JOVELLAOS DE GIJÓN)

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“Así diciendo, la diosa Atenea dispersó la nube y apareció el país ante sus ojos. Alegróse entonces el sufridor, el divino Odiseo, y se llenó de gozo por su patria y besó la tierra donadora de grano. Luego suplicó a las ninfas levantando sus manos”.
        (Canto XIII de La Odisea)

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El hecho o acto de escribir puede ser muy simple; para escribir, para ser eso que ahora se denomina, con mucha pompa y autobombo muy bobo, escritor, suele  bastar con saber juntar letras, haciendo palabras, y luego mezclarlas, unas con otras. Para todo eso –que es muy poco- el único requisito exigible es no ser analfabeto. Mas complicado y difícil es, por el contrario, hacer de la escritura un arte, llamado Literatura, es decir, que colocadas las letras y palabras de cierta manera e intencionalidad, con una peculiar técnica u oficio, lo que resulte sea una obra de arte o de artesanía. Sencillo es aquello y difícil es esto último, como se comprueba por la experiencia, pues de tantas letras como se escriben, apenas surge, en un siglo, obra de arte, de arte literario.   

Texto griego de Homero sobre Ulises y las sirenas
A lo anterior, se puede añadir otra clasificación, según sea el soporte de la escritura. Ese soporte puede ser un efímero papel o periódico –caso de la escritura en prensa-, cuya cortedad en el tiempo, ahora también por Internet, hace que sea ya viejo el periódico o diario matutino antes incluso de nacer (de tan pasajero que es, puede no merecer la pena, tal como llegó a decir Margarita Youcenar).

Menos efímero y menos dado a ser utilizado como envoltorios de pescados azules, son los libros, que puede durar años, para terminar formando montones de papel en “rastros o rastrillos”, en ferias de villas y condados locales, a precios –los libros- muy bajos, casi gratis. Finalmente, ya eternos, imborrables o inolvidables son los soportes denominados tecnológicos o digitales de las escrituras. Si lo más deseado de un escritor de un libro es que no se olvide el libro -que es una “creación” o meta equiparable a tener un hijo o plantar un árbol-, en los escritos digitales no hay manera de que se borre lo tan mal escrito.

Templo griego en jardín privado
Esto que estoy escribiendo ahora va a tener un soporte digital, luego con destino a la eternidad, ni efímero como un “diario” ni susceptible de ser encontrado en un “rastro” como una fesoria para cavar o un trasto inútil. Además tendrá la particularidad de estar en una página web de un ateneo, el Ateneo Jovellanos, el de aquí de Gijón. Diré inmediatamente que la palabra “Ateneo” me conmueve, recordándome tal sustantivo masculino mi enamoramiento en años mozos de la femenina Atenea, de Palas Atenea, Diosa e hija de Zeus, siempre Virgen.

Pienso en el Ateneo y pienso en la Atenea.

Resultó que tal hembra divina nació de la cabeza de su padre y no de la matriz de su madre; en consecuencia, sin posibilidad de tener suegra con problemas de histeria (así llamada a la matriz en el griego antiguo). Además, siempre me impresionó el aire guerrero de la Atenea, con complementos de yelmo o casco, lanza y escudo, lo cual no le impidió ser la Diosa “casta” de esas delicadezas que son las artes, la sabiduría y la razón. Y lo máximo, de consecuencia trascendental: fue la protectora de Odiseo el navegante, así llamado en griego, y de Ulises, así llamado en latín. Aprovecho para recomendar la lectura, en el Canto XIII de la Odisea, de los diálogos entre Ulises, el muy astuto, y Atenea, la diosa de ojos brillantes.

Gracias a Atenea, Ulises pudo ser lo que más le caracterizó, o sea, su cualidad de viajero, viajando de Ítaca a Troya y de Troya a Ïtaca, que esto último -el regreso- es la peripecia de la Odisea.

No es una casualidad que hace años el Ateneo Jovellanos de Gijón haya viajado a Viena, como Odiseo viajó a Ítaca con la ayuda de Atenea, pudiendo contemplarse la impresionante “Fuente de Palas Atenea”, a la entrada principal del Parlamento austríaco. Tampoco fue una casualidad que miembros del Ateneo de Gijón hayan podido contemplar en el Museo del pintor Gustav Klimt, artista de la denominada “Sezession” a principios del siglo XX, las dos impresionantes pinturas: “La nuda veritas” y la “Palas Atenea”. Del pintor Klimt, la excepcional Alma Mahler, esposa de Malher, Gropius y Werfel, en su “Mi Vida” (Tusquets editores, 1984), escribió: “Su inteligencia artística fue grande. Sus paisajes acabaron siendo demasiado aplanados, como gobelinos sin aire, pero su colorido dera una siembra de joyas”.   

Y escribiendo sobre el Ateneo y la Atenea, debo dejar constancia que el filólogo Francisco Rico, en el discurso de recepción del académico de la Lengua Española, el novelista Julián Marías, señaló que a principios del siglo XX se denominó “Docta Casa” no a la Real Academia sino al Ateneo de Madrid. Ese dato me permite ahora y aquí llamar también “Docta Casa” al Ateneo Jovellanos de Gijón, con orgullo de pertenecer al mismo.

Se continuará escribiendo de escrituras y de plumas que no de tizas, y de una monja del Carmelo de clausura, del Convento de Oviedo, situado ahora en la falda del Monte Naranco y antes en la calle Muñoz Degraín.


 
FOTOS DEL AUTOR

"DOS ALEMANES, RATZINGER Y SLOTERDIJK", por ÁNGEL AZNÁREZ (por gentileza de " RELIGIÓN DIGITAL, 27/05/2020)

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“Los cristianos son muy cómodos. No quieren ser mártires, como tampoco quieren caer en combate los soldados. Occidente carece además de un sentido del martirio: el cristianismo moderno es una religión posheróica  mientras que el Islam aún es heróico”.  
Peter Sloterdijk, entrevista en El País el 12 de abril de 2003.


En el archivo de “Religióndigital.com” están los artículos que publiqué, con atracción intelectual, sobre  Benedicto XVI, y que, prácticamente, concluyeron la tarde del jueves 28 de febrero de 2013. Esa tarde el Papa se trasladó en helicóptero desde el Vaticano a la residencia veraniega o de descanso en Castel Gandolfo, dejando de ser Papa a las veinte horas. Ya en Castel Gandolfo, el Papa dijo: “Ahora sólo soy un peregrino”.

Fueron dignas de una superproducción espectacular de Hollywood – no un spaghetti western- las imágenes en las que se vio al helicóptero papal sobrevolando el Vaticano, destacándose lo de despedida definitiva. Las campanas vaticanas tocaban y no paraban, como en un baile majestuoso provocando a los vientos. Tales imágenes buscaban destacar la renuncia irrevocable y el apartamiento del Papa, con carácter definitivo, como dijimos, a sus funciones vicariales, de Vicarius Cristhi.¿Fue así, visto lo visto hoy?También –dicho quede a modo de anécdota- el papa Francisco, por ahora, tuvo su imagen gloriosa y hollywoodense: en la tarde del 27 de marzo de este mismo año con ocasión de la Bendición Urbi et Orbi con Custodia, estando vacía por causa de la pandemia la Plaza de San Pedro y que la imaginación, como excitada por película de aventuras, hacía repleta de fieles.

Aquel helicóptero o ingenio volador es actualmente recordado al producirse, ahora mismo, varios hechos: En primer lugar, el monumental escándalo de si el autor o autores del libro Desde lo más hondo de nuestros corazones son dos (el cardenal Sarah, contradictor destacado del actual Papa, y el Papa Emérito, Benedicto) o es uno (el cardenal Sarah). Ya un efecto muy importante se ha producido: la desaparición del entorno del Papa Francisco de Monseñor Georg Gänswein, secretario particular del Pontífice emérito y Prefecto de el Casa Pontificia del Papa reinante. Todo un detalle escandaloso y todo un dato muy revelador, lamentable, teniendo en cuenta la tradicional opacidad del mundo vaticano, el rango y la condición de las personas implicadas en la publicación del libro.  

En segundo lugar, otro hecho ha sido la noticia de que el periodista alemán, Peter Seewald, autor de las preguntas de su conversación con Benedicto XVI, publicada en forma de libro en el año 2010, con el título Luz del Mundo, publicará próximamente  una biografía del mismo Papa, titulada Mi vida.
Catedral de Oviedo

Y en tercer lugar, por ser asunto entre alemanes (Sloterdijk y Ratzinger), se destaca la publicación en España, en este mismo año de 2020, del libro La herencia del Dios perdido del que es autor el filósofo alemán Peter Sloterdijk. Es un libro complejo, de lenta lectura. Se parte, no de la “ya sabida” muerte de Dios, sino de un ocaso de los dioses, por haberse agotado el “viejo entramado de dioses”; y por ser unos “dioses que no mueren sino que se desvanecen”. En esa Herencia del Dios perdidose comienza con las ideas de mortalidad humana e inmortalidad divina y se termina  con la secularización dentro de las “Oportunidades en lo monstruoso”; en medio, entre el comienzo y el término, entre músicas y psicoanálisis, Sloterdijk repasa temas como la afirmación del mundo, la gnosis, la mejora del ser humano, el imperativo místico y, en el apartado 5 analiza a Cristo, como “el bastardo de Dios: la cesura-Jesús”, considerando el relato evangélico, sobre la generación de Cristo como el mayor ataque contra el vigente orden patriarcal.

Tal apartado 5 se encabeza con la siguiente frase de Christopher Marlowe, sin duda que desmesurada, inaceptable e insultante para muchos creyentes católicos, que, a su vez, descalifican al “filosófico” libro: Christ was a bastard and his mother dishonest”. Ya podrá deducir el lector/lectora el contenido de ese apartado 5, sobre el nacimiento de Jesús, que es completamente diferente a lo escrito por otro alemán, Papa o Benedicto XVI en su libro La infancia de Jesús, publicado en el año 2012. El entonces Papa, hoy emérito, bávaro, en su libro, en referencia al evangelista griego Juan, dice en la página 17: “Mientras que Mateo da a su genealogía una clara estructura teológico-simbólica con tres series de catorce generaciones, Lucas presenta sus 76 nombres  sin ninguna articulación reconocible externamente. No obstante, también en ella se puede percibir  una estructura simbólica del tiempo histórico”. Sloterdijk, de Karlsruhe, en la página 155, en referencia al evangelista Juan, escribe: “No se pueden rechazar de forma más decidida las ficciones patriarcales de legitimidad de los inventores de árboles genealógicos. Quien viene de lo absoluto no necesita ancestro barbudo alguno procedente de las tiendas de los patriarcas”.

Sloterdijk escribe de las que llama “irregularidades genealógicas”, que acompañaron a la persona de Jesús”, de las “huellas de las anomalías de su origen, desde la misteriosa anunciación del Ángel, que da indicios de un método alternativo de concepción”, del “afecto antifamiliar que manifestó el predicador Jesús”, de la “llamada patropoesía o lirismo paterno” y del antifamiliarismo jesuánico, todo ello, desde la página 138 ala 162, para concluir así: “En cualquier lugar puede escuchar un ser humano, saliendo del agua, una voz de arriba que le dice que es su hijo querido, en el que él mismo, el Altísimo, se complace”

Ratzinger escribió en su libro de 2010, con citas de los evangelistas Mateo, Lucas y Juan, sobre el nacimiento de Jesús real y realmente de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, “que vale también ahora para nosotros: nuestra verdadera  genealogía es la fe en Jesús”.





Anteriormente, en el año 2000, el 6 de agosto, en la Declaración Dominus Iesusde la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el entonces cardenal Ratzinger, “Sobre la Unicidad y universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia”, se escribió lo siguiente:

Debe ser, en efecto, firmemente creída la doctrina de fe que proclama que Jesús de Nazaret, hijo de María, y solamente él, es el Hijo y Verbo del Padre. El Verbo, que « estaba en el principio con Dios » (Jn 1,2), es el mismo que « se hizo carne » (Jn 1,14). En Jesús « el Cristo, el Hijo de Dios vivo » (Mt 16,16) « reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente » (Col 2,9). Él es « el Hijo único, que está en el seno del Padre » (Jn 1,18), el « Hijo de su amor, en quien tenemos la redención [...]. Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud, y reconciliar con él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos » (Col 1,13-14.19-20)”.

Una declaración vaticana que se hizo célebre por las protestas que levantó su radical planteamiento sobre la Religión Católica en cuanto verdadera Religión: el diálogo interreligioso se resintió.

Y todo lo que antecede, lo escribimos a modo de lamento por las críticas tan parciales que se hicieron -aún hace poco- al publicarse el texto filosófico en lengua castellana.

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"ESCRITURA Y ATENEO" (3ª parte), por ÁNGEL AZNÁREZ

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       (Levitando y testando)

“Afortunadamente no se le emponzoñó la pluma, para él lengua del alma: se le llenó de humor, de gracia soleada. Echado del mundo, de la colectividad, se retiró a un mundo que se hizo para él”.
     Ramón de Garciasol, Cervantes y El Quijote. Austral 1969.

   El escritor, que es el único que hace la Literatura–el lector lo que hace es otra cosa muy diferente-, tiene dudas; por ejemplo, no sabe si las explicaciones a dar, de los textos, han de ser minuciosas, advirtiendo al lector para que se fije en detalles, o si, por el contrario, ha de utilizar elipsis o “entendidos”, a libre “rellenar” por el lector. En la 2ª Parte, por ejemplo, el lector ha de concluir –el escritor nada dice- si hay desmesura o jocosidad entre una “descalza” Carmelita, hermana lega que así se llamaba entonces, que “calzaba” madreñas cuando regresaba de la huerta del Convento; calzado, el de madreñas, que es de mucho calzar. En aquel tiempo, en el Convento de Carmelitas Descalzas, de la calle Muñoz Degraín de Oviedo, había tres hermanas legas; las restantes se llamaban madres; hoy todas se llaman hermanas. 

Es innegable que tan pesado tipo de calzado, el de las madreñas, hacía más pesado eso tan difícil, ya de por sí, que es levitar, flotar o elevarse del suelo como por arte sobrenatural o de magia.  “Tirar de la levita, del levitín o del levitón” a una persona da idea de una cierta elevación; suele requerir que el que tira sea bajito, siendo el tirado mucho más alto o estar subido a una banqueta. Para levitar, ciertamente, no se ha de utilizar madreñas, pues lo deseable es estar descalza, como una monja carmelita, o bien calzada aunque de manera ligera, con zapatillas.

En cualquier caso, no es suficiente: la elevación, mística o no, por acción sobrenatural o de magia, requiere pasar hambre, mucha hambre, además de tener baja la tensión y la temperatura corporal. Se ha de estar escuálido/a como un pez escualo o ser “mini” cual ninfa o sílfide de ballet. Todo muy flaco, para levitar, menos las ilusiones, la imaginación, alucinaciones, santidades, aquelarres o las echadoras de cartas, todas las cuales han de ser gordas, muy gordas, monstruosas, de alta temperatura espiritual, y como si estuvieran fuera de sí.

Zapatillas diseñadas para levitar


Los expertos en “ciencia dietética” darán recetas especiales para facilitar la levitación; no la aconsejarán a personas que padezcan diabetes, dado el mucho peso del azúcar en sangre, y sí recomendarán comer muchas avellanas. Por comer muchas avellanas en Tarragona “levitó” el llamado Avellaneda, autor fingido, apócrifo, del Segundo Tomo del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, al que tanto Cervantes en la Segunda Parte de su Quijote zahiere. Se da la circunstancia de que el tal  Avellanas era natural de Tordesillas, lugar de trigos y de mucho secano, pero muy escaso en avellanas. Del tal Avellaneda, Francisco Rico, en sus Anales Cervantinos, dice que “profesaba una religión estrecha y oscura, llena de peregrinaciones e imágenes religiosas; un fanático de la eficaz y fácil devoción mariana”.

Testamentos viejos
No es extraño, pues, que por tal religiosidad, el de Tordesillas levitará creyéndose ser el autor de esa tragicomedia o entretenimiento cómico que es El Quijote. Se elevó en verdad, pero no se sostuvo en las alturas, cayendo al suelo y pegándose un gran golpe.  Y ese es el problema de muchas gentes, incluidos letrados, economistas, asesores expertos en saberes o en nubes, que creyéndose en los cielos como divinos, cuando son únicamente frágiles pompas de jabón, caen a tierra y se la pegan.

Una ateneísta, de muchas mayúsculas, pues dice ser A.P.D. y ser filóloga por Salamanca, luego escritora de mucha tiza, me hace dos preguntas, en referencia a la escritura jurídica, la de notarios y jueces, a la que nos hemos referido en parte anterior. La primera pregunta es si la escritura de notarios y jueces es en prosa o en verso; la segunda es sobre qué género es el de esa escritura -que no es ni el género masculino o femenino, los dos verdaderos géneros-, sino si es lírica, épica o dramática.


Contestar a las dos preguntas es complicado, pues habría que hacer muchas  divisiones, subdivisiones y/o cuadros sinópticos, algo muy normal o anormal tratándose de notarios y de jueces: ocasiones tendremos de explicarnos en partes posteriores. Bástenos ahora referirnos a esa literatura del “mas allá” que es la de los testamentos, en los que se dispone de los bienes, “para después de la muerte”, teniendo especial cuidado e interés en aquéllos que creen, al final de los tiempos, en la resurrección de la carne, al final de los tiempos –modalidad de literatura apocalíptica y escatológica, del estilo del profeta Jeremías.

El testador ha de ponerse en situación o trance, casi levitando. Ha de hacer un esfuerzo gigantesco para creer en eso tan extraño, convencido de que no va con él o con ella: que es morirse siendo inmortal y que los que se mueren son los demás. Y es razonable la siguiente pregunta: ¿Si reparto los bienes, cómo los recuperaré al resucitar? A esto, sin duda, un sabio notario dará respuesta, estando el problema y la dificultad en encontrarlo, al notario, al notario. En el Capítulo LXXIIII de la 2ª Parte de Don Quijote de la Mancha se dice que Alonso Quijano vivió únicamente tres días después de haber hecho su testamento; he ahí otra prueba más del necesario “¡fute, fute!” a los testamentos, para vivir o sobrevivir.

 Para tranquilidad de A.P.D. diré que la literatura escatológica suele ser en prosa, aunque excepcionalmente en verso, y suele ser épica, aunque excepcionalmente lírica, muy lírica. Y en un texto, como este mismo, de tanta Escritura para ateneístas, qué mejor que concluir tal como empezamos, con un escritor o poeta, ocasionalmente de herencias: “Si el rico es hijo de su herencia, el pobre es hijo de sus obras”.

(En próxima parte, escribiremos de una Condesa, que llegó a tal, no por esa institución tan sexual que es el matrimonio -casarse con un conde-, sino por méritos propios, apreciados por la eminencia que fue Alfonso XIII, abuelo y bisabuelo de otras eminencias).

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"ESCRITURA Y ATENEO" (4ªparte), por ÁNGEL AZNÁREZ RUBIO (de la web del ATENEO JOVELLANOS)

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                                                                LA CONDESA

“La literatura es para las lenguas una lima
que pule, barniz que abrillanta, mirra que conserva, nardo
que perfuma, flor que adorna, savia que hace brotar y
crecer el árbol”. ¡Desdichada mil veces la lengua que
carece de consagración literaria!”
(Doña Emilia Pardo Bazán)

Pazo de Mariñan, próximo al de Meirás
La señora Condesa, situada en lo alto de una de las tres Torres de Meirás, antes de llamarse Torres, se llamó Granja y después Pazo, con una mano apoyada en su tocador agarrando el abanico de nácar y con la otra retocando su moño a medio hacer - fue negro como el betún y ya gris como una nube- se miraba al espejo muy emperifollada y emperejilada. No cabía en el corsé. Estaba desconsolada, pues no entendía que habiendo tanto hablado y tanto escrito, unos zascandiles de la Real de la Lengua, los Menéndez, los Pereda, los Valera y otros, misóginos, no la quería allí, en la Academia, ni en verdad ni en pintura.

Su amante y académico, Pérez Galdós, la repetía, para consuelo, por carta y carta, que a él, la Academia sueca del Nobel, menos corrupta que la española por ser ésta de cooptación, le negó el Nobel de Literatura a principios del siglo XX y se lo dio a un francés llamado Romain Rolland. Se acaba de publicar Memorias de un desmemoriado, de Pérez Galdós, y lo fue mucho pues no recuerda a su amante la Pardo Bazán, que siempre escribía a él como Maquiño mio.

La tal Condesa, de la hidalguía gallega, fue tal por Título Real, ya que fue el mujeriego Alfonso XIII el que la otorgó, por ella y no por ser esposa de otro, el Condado de Pardo Bazán. Su padre únicamente había conseguido un titulito de esos que da el Vaticano -en este caso el condado eclesiástico lo otorgó Pio IX-. Resultó que la escritora Pardo, heredando y después de haberse casado en la capilla de las tres torres, de haber vivido en ellas en estivales meses, nunca fue la Señora de Meirás, que lo fue otra, natural de Oviedo. La tal Señora, por Decreto-Ley 18/1975, firmado por el Rey Juan Carlos, concediendo la Merced Nobiliaria del Señorío de Meirás, con grandeza de España, fue doña Carmen Polo de Franco.

         ¡Jolin, Jolin, Jolin!

El caso es que el Registro de la Propiedad de Betanzos, lugar de tortillas muy afamadas (Betanzos que no el Registro, se ha de entender), en un trajín de escrituras de compraventa y donación, acabó poniendo el complejo de las torres a nombre de Francisco Franco después de la Guerra. Se excitó el Ayuntamiento de La Coruña para los veraneos del “Caudillo” allí; al parecer también se excitaron
 con promesas de dineros a gallegos mesocráticos, luego ennoblecidos, hasta con titulo de compañía eléctrica. Eso, lo último escrito, fue la segunda parte de la historia, pues la primera –también hay que contarlo- fue el asesinato por milicianos y republicanos de la FAI, en el año 1936, de descendientes directos de Doña Emilia (muerta en 1921): un hijo y un nieto.

Jardines del Pazo de Mariñán y al fondo la ría de Betanzos

Ese conjunto de Torres, las de Meirás, gustaron a doña Emilia, a Franco, y, sin dudarlo, hubiesen hecho las delicias de Don Quijote de la Mancha, el cual a allí hubiese ido, si en vez de realizar la secular salida caballeresca por la Mancha, hubiese decido hacer una peregrinación santa por el Norte, la del Camino de Santiago. ¡Qué mejor sitio para armarse caballero “de todas sus armas” que allí, entre torres almenadas, una llamada, precisamente, la Quimera, con ventanas de triple arcada y balcones  de inspiración de Musas, aunque sin puentes levadizos ni hondas cavas! ¿Quién hubiese sido el alcaide la fortaleza? ¿Cómo hubiese sonado la pescozada y el espaldarazo al ser armado caballero? ¿Hubiese aparecido, en Meirás, también el castrador de puercos?

De la Literatura de doña Emilia Pardo saben mucho los y las del Ateneo; de sus cuentos, de sus novelas y de esa cosa tan complicada acerca de si la Pardo fue tan naturalista como su admirado Zola. Nos interesará pasar página y ver a doña Emilia en los salones madrileños, de gente rica y de aristocracia de cepa vieja, que tanto frecuentó a finales del siglo XIX y principios del XX, como la Marquesa de Coquilla, el Marqués  de Valdeterrazo o doña Cuca, la de Acapulco. A dicho efecto es importante un libro raro, titulado Los Salones de Madrid, cuya primera edición es de 1898, escrito por un autor que dice llamarse Monte-Cristo, y en cuya portada y contraportada hay una fotografía del Marqués de Montevirgen jugando al billar. El prólogo de dicho libro es nada menos que de doña Emilia, y a él vamos.

De su escrito acerca de la influencia de la buena sociedad en las costumbres y en el arte, da luz del conservadurismo de Doña Emilia, igual que como luz de su feminismo es escribir aquello de que hablando con señoras no se puede ser ni pedante ni dogmático ni desenfrenado ni chabacano. De dulzuras y espinas de los cronistas de salones escribe, requiriéndose, según ella, mucho aplomo y añade:“Si el cronista lucha por callar, también hay casos que solicitan de él, con mayor refinamiento, el silencio; pero si todos aspirasen a la elegancia por la reserva y el horror a la letra de imprenta, sería peor, pues al cronista se le acabaría el oficio”. Y concluye: “No hay sensaciones más leves y fugitivas que las de la sociedad”.

Orense, que en sus novelas llama Auriabella, siempre fue importante para la Condesa, ciudad de obispos ilustres, como Temiño y Osoro, el primero de letras y el segundo de matemáticas, y ciudad del Padre Feijó, el benedictino del Teatro Crítico Universal. Varias veces asistió Pardo Bazán, en aquella Ciudad, a acontecimientos literarios. En 1901, con ocasión de los Juegos Florales y de la erección de una estatua de Feijó, pronunció un importante discurso: rechazó la peregrina bellaquería acerca de su desamor por la tierra gallega, hizo referencias al Quijote, habló de sus convicciones sobre la mujer y de sus creencias religiosas, para acabar sobre el caciquismo y sobre el patriotismo en el Estado español, sobre el Estado y contra el Estado, si preciso fuere.

Gran mérito el de esta mujer, que, por primera vez, ocupó tanto un sitial de Catedrática –la primera- en la Universidad Central de Madrid, como fue importante ateneísta de la “Docta Casa”, también llamada el Ateneo de Madrid.
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"LA BURLA DEL PODER AHORA Y SIEMPRE", artículo de ÁNGEL AZNÁREZ (cedido por LA VOZ DE ASTURIAS, 11/06/2020)

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                                                                   (Lo literario y lo político)


No sé si fue por simple o complicada casualidad. En cualquier caso fue por casualidad. Bien merece explicarlo con detalle por pedagogía: con ocasión del pasado confinamiento por el Cov-19, navegando como Ulises por el piélago de Internet, encontré una “web” de excepción, que pertenecía a la conocida “Fundación Juan March”. Dicha “web” contenía un archivo con miles de conferencias, discursos y debates, excepcionales la mayor parte y de fácil acceso, que se pronunciaron en aquella docta y filantrópica “casa”, desde el año 1975 hasta marzo de 2020. Una “casa” de muchos cuartos, que, por ser tantos, tienen siempre un origen muy discutible. Eso siempre pasa cuando se tienen tantos cuartos.

¿Es Rajoy o Sánchez?: ¿
Me interesaron, en general, todas las grabaciones sobre Literatura española y, en particular, las correspondientes al ciclo sobre “Novela española contemporánea”, celebrado en el mes de junio del ya lejano año de 1975. En una de las sesiones del ciclo, moderado por el que fue mi profesor de Geografía en los Maristas, don José María Martínez Cachero, debatieron Juan Benet, adusto ingeniero-escritor, y Darío Villanueva, barbudo –sin una cana, no como ahora- y crítico literario, más tarde Director de la Academia de la Lengua, aún barbudo o barbado, cargo académico ejercido después del rubio Víctor, de Villaviciosa y del Toisón.

Un brillante Darío Villanueva que destacó, en la obra literaria de Benet, dos temas importantes: la ruina y el devenir del tiempo que, escuchados en 2020 y después de los faraónicos proyectos de ingeniería de Benet en los años sesenta y setenta, entre otros, la construcción del embalse o pantano del Porma, en la provincia de León, se comprobó que pasaron de la obra literaria a la de ingeniería de Benet. No hay mayor ruina y “des-tiempo” que hacer desaparecer por el agua a pueblos enteros, incluido Vegamián, en el que nació el “catedralicio” (por haber escrito tanto y tan grueso sobre catedrales) Julio Llamazares, que jamás lo perdonó al hacedor Benet. Llamazares, como cualquier escritor, siempre escribe de lo mismo. Así acaece en el último libro Memoria de la Nieve, aunque reconoce el autor que ya se publicó en 1982; lo novedoso y muy logrado ahora es que el libro sobre nieves esté editado por una editorial llamada Nórdica (com-penetración perfecta). 

¿Es Rajoy o Sánchez?: ¿
Lo que hizo Benet al sumergir pueblos, no lo superaría el portentoso norteamericano, apellidado Faulkner, maestro y copia del ingeniero. Es indudable que Benet fue un ingeniero y que, como tal, siempre escribió: su literatura es ingenieril. Que eso no lo sepan u oculten especialistas y fatuos diversos, hasta académicos engolados, que siguen hablando como de un paraíso persa, masticando chicles, de la residencia de Benet en Madrid, en Pisuerga 7, es de artificio. 

A final de una de sus intervenciones, de manera un tanto precipitada y confusa –aún vivía el temido Dictador- afirmó Juan Benet, de manera pesimista, que con la literatura o la filosofía y las ciencias en general, el hombre trataba de impedir la acción ciega del azar, con la máscara del conocimiento, y buscando un más confortable acomodo frente a todos los poderes que circundan su esfera. Y concluyó:” El único tratamiento que conoce el hombre, y para satisfacerse asimismo, es la ironía y el burlarse del poder”. Estoy muy de acuerdo con ese contenido final y que está al principio, en medio y al final de la novelística de Benet, de sintaxis de ingeniero. 

Benet no se refería exclusivamente al genuino Poder, al Político, sino a todos, a los naturales y a los sobrenaturales. Ahora en 2020, estos últimos (sobrenaturales) están en decadencia; solamente se habla de “Poder eclesiástico” cuando se hace referencia a esa cuestión hipotecaria que son las inmatriculaciones o aficiones a lo del prójimo, con amparo en Registros que quieren ser de lo propio, no de lo ajeno. Y es que ahora, a los jóvenes y a los viejos casi, ya no interesan ni las promesas celestiales ni las infernales. En tiempos de tanta rapidez como los actuales, ¿qué interés –pregunto- puede tener lo eterno, la vida eterna? Por ahí empezó el desmoronamiento de esa Torre de Babel que es Dios.

Los otros sí que son poderes: el político y el económico, que se ponen tiesos como víboras picadoras cuando se les sorprende haciendo de las “suyas” en sebes o malezas. Pocas cosas hay cosas tan brutales y salvajes como los poderes tratando de defenderse. Y ese reírse de ellos, como reírse de los “nuevos ricos”, les resulta insoportable y cabrea mucho. Ese continuo hacer de las “suyas”, es lo único que hacen porque es lo único que saben hacer. ¡A burlarse del Poder, YA!

Esa burla fue lo primero que hicieron griegos y romanos; acaso antes, los de las cavernas. La burla y la ironía sobre el Poder es la historia misma de la literatura, y hemos de lamentar que no se haya aún escrito una historia de La Transición española en clave de risa y burla sobre el Monarca emérito y sobre los Presidentes de Gobierno que han sido. ¡Tiempo habrá! Así y empezando por lo último no se ha escrito lo que ocurrió en el Congreso de Diputados la tarde en que Rajoy, “ahogando sus penas en Whisky” como se escribió, perdió la “censura” y el bolso (junio de 2018), que apareció en su escaño el muy femenino él, como si fuera de Isabel II, siendo Rajoy un caballero, seguramente de cabeza a pies.

La culpa de casi todo la tuvieron, de una parte, los vascos del PNV, algunos tan alopécicos --por ejemplo, el  presidente del Euskadi no sé qué más-- como los demás españoles, inferiores de “raza”. Por otra parte, también tuvo culpa del desalojo de La Moncloa o descalabro una Sentencia de la Audiencia Nacional –caso Gürtel- de la cual no podemos aún reírnos en caso de ser nula por ser nula –un magistrado notoriamente se durmió durante sesiones  del juicio--, al pender aún, aún, la definitiva y muy pensada del Supremo: ¡Qué ya han pasado dos años desde la inicial sentencia, faltando la definitiva y que seguimos esperando!

Llegó don Pedro Sánchez que tanto me recuerda al bachiller quijotesco don Sansón Carrasco, y al viajero Ulises, al que Homero llamó “el mañero”. Siempre me interesó ese “opúsculo” u obrita que Maquiavelo llamaba a su “El Príncipe”, que tomé muy en serio, lo mismo que a Claude Lefort, su mejor especialista, pues el abandono, a principios del siglo XVI, de teologías medievales y de asuntos de sacristías para fundamentar el Poder político me pareció genial.

Con Pedro Sánchez valoré “El Príncipe” como pieza maestra del humor político, especialmente su capítulo XVIII que, encabezándose acerca de la “Fidelidad del Príncipe a la palabra dada”, está lleno de maldades que parecen las especialidades del político Sánchez: bien la necesidad de ser bestia y también de ser hombre, bien tener los modelos de la raposa o la zorra y del león, bien saber a quienes se engaña y quienes son engañados, bien hablar mucho de paz y libertad y luego hacer lo contrario. El hecho de que Pedro Sánchez no emplee la  “virtud de religión” en cuanto táctica política es consecuencia lógica de lo que más arriba escribimos sobre el no poder religioso.

Hasta los lectores de El País –los rubidos del ABC por supuesto (desde lo del llamado “plagio del doctorando” están en alerta continua) saben que Sánchez, el muy mañero, hace sin parar de zorra y de león. Eso, acaso, no sepan los de Ciudadanos, que tienen una Presidenta muy “arrimada” y que algunos son sólo abogados del Establo. ¡Cuántos dineros van a recibir de los bancos los de Ciudadanos para hacer lo que hizo últimamente su Presidenta, la intrínsecamente arrimada!

La Botina banquera ya lo prometió. 



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"EL PAPA EMÉRITO Y EL CARDENAL SARAH", artículo de ÁNGEL AZNÁREZ, publicado en RELIGIÓN DIGITAL el 2 de junio 2020

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“Es preciso exaltar el lazo profundo que unió al
hombre y a la mujer, hasta tal punto de no tener, en la
práctica, más que un solo nombre: ish (“hombre”) en
masculino y isshah (“mujer”) en femenino, tal como se
explica en el Génesis (2,23).
                                             Cardenal Gianfranco Ravasi

En anterior artículo que titulamos Dos alemanes, Ratzinger y Sloterdijk anunciamos ya el presente, que lo comenzamos recordando al filósofo Reyes Mate, director que fue del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, y que en El País el 6 de febrero de 1992, escribió: “En asuntos de religión es difícil saber dónde se está”. Ser y estar –añado- son dos realidades, que, por corresponder a lo religioso, a veces de tantas inseguridades y de miedos, incitan a hogueras e inquisiciones, destapándose algunos y jaleando sus vergüenzas. Leí con interés el libro Desde lo más hondo de nuestros corazones con el prejuicio de que, dado el mucho ruido sobre la autoría del mismo, habría de corresponder, necesariamente, a un sabroso contenido de nueces; y “prejuicio” no elevado, después de su lectura, con lástima, a juicio definitivo. Gran ruido y con pocas
nueces teniendo en cuenta las circunstancias que concurren en sus dos “autores”. Por una parte, un cardenal, Roberto Sarah, con notoriedad en sus planteamientos teológicos y pastorales, en manifiesta oposición al actual pontífice; y por otra parte, un Papa innovador, que es el primer Papa Emérito de la Historia. Este Papa, mi bendito Benedicto XVI, en la mañana de 11 de febrero de 2013, por la edad avanzada (“Ya no tengo fuerzas”), renunció al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, prometiendo llevar una vida “dedicada a la oración” y dijo: Ma nel servizio della preghiera resto, per così dire, nel recinto di san Pietro. El cristiano cretense, Nikos Kazantzakis había escrito en La Carta al Greco: “La voz de Dios es el silencio”.
No es discutible la condición de “papa teólogo” de Benedicto XVI, pero de lo cual no se han extraído todas las conclusiones. Hace ya años, aquí, en Religión Digital, comparamos el papa teólogo (Benedicto XVI) con los dos últimos papas juristas (Pío XII y San Pablo VI). Escribimos que un papa jurista jamás, jamás, hubiese renunciado a ser Vicario de Cristo como hizo el papa teólogo. Son muchas las diferencias entre los papas juristas y los papas teólogos -a ello volveremos líneas después, por juzgarlo esencial-.
La renuncia, tanto en el Derecho civil (por ejemplo, la renuncia de una herencia) como Canónico es un acto jurídico complicado, pues excepciona la normalidad jurídica de que unos derechos o de una posición jurídica (status) se extingan no naturalmente o por fallecimiento. De ahí que la manera de producirse, muy formal por seguridad jurídica, y el modo de mantener esa renuncia son esenciales para que aquella complicación no vaya a más. Esto lo han sabido muy bien los papas juristas y parece que no tanto el papa teólogo, Benedicto XVI, cuya cabeza no está “formateada” por el rigor prudencial de lo jurídico y sí por la libertad, libertad intelectual de la Teología. Procede, volviendo al libro del papa y del cardenal, distinguir el fondo de la forma, teniendo en cuenta que la división de lo que es intrínsecamente uno (caso del fondo y la forma), es a los únicos efectos de un mejor entendimiento, un recurso para mejor entender lo complejo. Esto los canonistas lo saben muy bien, y acaso los teólogos no. Distingamos en el libro:
CAMPANAS DE IGLESIA DE PUEBLO
A.- En cuanto a la forma (o autoría del libro), el barullo que a continuación se apunta patentiza una cierta anormalidad del libro: En su portada está el nombre del cardenal Robert Sarah y el del emérito Papa, unidos por la preposición con. En la contraportada se dice que uno y otro hablan; que el papa emérito firma un texto, que se completa con el del cardenal; y se añade: Estos últimos meses, mientras en el mundo resonaba el estruendo generado por un extraño sínodo mediático que se imponía sobre el sínodo real, hemos mantenido varios encuentros. En la página 7 se aclara: “La introducción -¿Por qué tenéis miedo?- y la conclusión –A la sombra de la Cruz- las ha escrito el Cardenal Robert Sarah y las ha leído y aprobado el papa emérito Benedicto XVI. Previa a la introducción, hay una “Nota a la edición española” en la que se señala libro que publican conjuntamente, que es una reflexión magistral, lectio y disputatio del papa emérito. Más adelante dice el editor: Benedicto XVI no ha querido afrontar el solo un problema tan delicado. Le ha parecido natural e importante la colaboración del cardenal Sarah. Y concluye: Buscando en lo más hondo de sus corazones, Benedicto XVI y el cardenal Robert Sarah han querido disipar esa contaminación y abrir las puertas de la esperanza. Causan sonrisa las explicaciones y esfuerzos del editor para “dejar las cosas bien”.
TOBILLOS HINCHADOS DE BENEDICTO EN VIAJE A VENECIA
B.- En cuanto al fondo del libro, éste es doble: además (a) de la tesis tradicional y tradicionalista que sus autores sostienen sobre el Sacramento del Orden, está la cuestión (b) de si un papa que renunció y prometió oración puede ser co/autor de un libro sobre materia tan delicada y con un co/autor tan señalado. En relación a la tesis central (letra a), se puede decir que “nada nuevo bajo el sol”: no y no, ni al sacerdocio femenino ni al sacerdocio de personas casadas, tal como resulta de textos pontificios, como Ordinatio sacerdotalis (1994) y otros, así como de Cartas de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El cardenal Sarah escribió en el libro de de manera llamativa: “Es urgente, es preciso que nadie, ni obispos, ni sacerdotes, ni laicos, se dejen impresionar por argumentos equivocados, puestas en escena teatrales, mentiras diabólicas y errores de moda que quieren desvalorizar el celibato sacerdotal”. La segunda cuestión de fondo (b) es sobre la conveniencia o no de la escritura de Benedicto XVI, y volvemos a su condición de teólogo, incidiendo sobre este fondo el barullo de la forma arriba analizado. Un jurista, para el supuesto improbable de renuncia, tal como dijimos, jamás arriesgaría, destacada la prudencia, a que se le reprochase haber incumplido compromisos de una renuncia tan innovadora en la Historia del Papado -eso jamás-, con los riesgos que ello supone de limitación y de discusión para las decisiones del papa ejerciente de Vicario de Cristo. E insistimos que la “mentalidad” e “inteligencia” de un Papa teólogo puede ser –es- otra.
Otra cuestión: Si en la renuncia anunciada el 11 de febrero de 2013 por Benedicto XVI dijo: “He llegado a la certeza de que, por la edad avanzada…” ¿Qué se puede pensar de esa edad ya en 2020? Ciertamente que no se cuestionó –tampoco ahora- la capacidad mental del Papa emérito, pero es raro el pensar que “sus estados, el físico y psíquico” están en plena forma. Y las consecuencias de ello son muy importantes, facilitando todo tipo de manipulaciones e intrigas. En esta cuestión es muy importante la labor de ayuda y de colaboración, de una cierta vigilancia por el Secretario particular del Pontífice emérito, que es, además, Prefecto de el Casa Pontificia del Papa Francisco: un Arzobispo, amante de los oropeles y del barroquismo germánico, en manifiesta oposición a la radical sencillez de S.J. del Papa Francisco. La consecuencia de la no adecuada mediación no se ha hecho esperar y un nuevo nombramiento de Prefecto de la Casa Pontificia no debería esperar. Aunque sea volver atrás en exceso, a la renuncia del Sucesor de San Pedro, el Benedicto XVI, y para tratar de comprender la misma, habría que acudir ¡oh asombro! a las Memorias de Hans Kung, en concreto, al episodio intenso de la renuncia de Ratzinger a seguir enseñando en Tübinga, revelándose antes (1969) y después (2013) un Ratzinger constitutivamente contrario a estar en medio de disputas y barullos. Podría, como formuló un periodista español, preguntarse: ¿Por qué quiso ser Papa? Joseph Ratzinger, sin duda, un ser para exquisiteces apolíneas, al que, acaso, va mejor a su dedo el anillo de la contemplación estética (Balthasar) que los restos escamosos de los pescados.
En siguientes colaboraciones deberíamos analizar lo que un jesuita importante, en 2006, escribiera: “El sexo es una piscina en la que la Iglesia católica no hace pie”.
O también dar respuesta a la pregunta de importantes revistas: ¿Por qué causan tanto temor las mujeres en las religiones? Y qué escribir de la edición semanal de L´Osservatore romano de 13 de marzo de 2015, que tituló: “Sin mujeres un mundo estéril”.
Dos ideas centrales tratan de vertebrar, cual esqueleto central el pensamiento de quien escribe: Por un lado, que la novedad de un papa emérito no destruya sus importantes aportaciones teológicas y, por otra parte, que el creciente y acuciante problema de falta de clérigos, tratándose de una religión de naturaleza clerical, pueda afectar a la pervivencia religiosa misma.

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"LA CONQUISTA DEL PODER Y OTRAS BURLAS", artículo de ÁNGEL AZNÁREZ, publicado en LA VOZ DE ASTURIAS DIGITAL el 18 de junio de 2020

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“Dícese que burladero es un trozo de
valla que se pone delante de las barreras o de las
paredes de plazas y corrales de toros, separada de
ellas lo suficiente para que pueda refugiarse el
lidiador, burlando al toro que le persigue”.

(Diccionario)

En anterior artículo (“Burla del Poder, ahora y siempre) ya dijimos que tal idea, nada novedosa y frecuente desde la Grecia oscura de muchos siglos antes de Cristo, en la época contemporánea fue también ocurrencia de escritores orgullosos como suelen ser los ingenieros, escritores de la llamada generación del tranvía, de los años 50 del pasado siglo. Ya en el Siglo de Oro, en Sevilla, hubo un burlador del mundo, llamado Don Juan, también Convidado de Piedra, para unos querubín crecido y para otros descarado libertino. Decidí ir a ello, a reírme y burlarme del Poder, debidamente parapetado, cual caballería de picador, ya que en toda burla, ha de haber burladero.
Burla sin burladero, en Tauromaquia o en Política, es temeridad.

Es sabido que los extremos se tocan, y que los tristes y dramáticos escritos de Kafka y Beckett –de Literatura- tienen lectura opuesta, la cómica y de mucha risa. Escribió Félix de Azúa que Kafka deseaba que sus lectores se rieran a carcajadas de la esencia trágica de nuestra existencia. Lo mismo cabe con escritos de Filosofía, la política, como los de Maquiavelo, pudiendo ser ejemplo Príncipe bien un registrador inmatriculador de bienes eclesiásticos y/o civiles como Rajoy, bien un científico con doctorado en Economía como Pedro Sánchez.

Lo reconozco: travestir en objeto de risa al Secretario florentino, requirió estudiar mucho, desde leer al insuperable Claude Lefort, su mejor especialista, hasta el historiador Friedrich Meinecke, autor memorable de La idea de la razón de Estado en la edad moderna, con estudio preliminar de don Luís Diez del Corral. Meinecke escribió que Maquiavelo fue en el fondo un pagano, que reprochaba al cristianismo “haber hecho al hombre humilde, afeminado y débil”. Añadió el florentino que “su anhelo se dirigía a dar, de nuevo vigencia a la fuerza total del hombre natural, a la grandezza dell´animo y la fortalezza del Corpo”.

Aquella tarde, la de 1 de junio de 2018, la del “Viva el whisky” y del bolso en escaño vacío, Rajoy pareció humilde y débil, mientras que el oponente Sánchez brillaba por su grandeza de ánimo y fortaleza del cuerpo, tal como vimos y luego nos contó Adriana Lastra, ninfa de Pedro. Un Pedro o Juan, que recordando a Agamenón el Atrida, parecía un creído y crecido toro, bufando para asustar con arrimo al burladero. Y a partir de esa victoria, la de Pedro, petrus de rostro, comenzó la brujería: ¡Brujería, brujería! dijeron los del Partido Popular, al igual que en día exclamaron los cómicos
Perico Beltrán y Fernán Gómez, guionistas de ¡Bruja, más que bruja!

Y también a partir de aquella fecha, terminó el Calculemus, que fue quehacer de progresistas e ilustrados, y de magos y místicos y del Sagrado Corazón como los vascos, del PNV o de Bildu. Y se produjo el milagro, pues, por el éxito de la moción de censura, Pedro Sánchez, el de muchas mañas al igual que Ulises peregrino, con los suyos y los otros, conquistó el Poder, buscando un arte nuevo de gobernar. ¡“Milagro, milagro”! se repitió y fue la palabra adecuada, pues “todos los conceptos
pregnantes de la teoría moderna del Estado son conceptos teológicos secularizados”, según Carl Schmit.

El artificio acaecido, que algunos, precipitados, denominaron de “ruptura revolucionaria”, se produjo al triunfar la moción de censura sumando en el calculemus los votos de la izquierda y de la extrema izquierda, contraria al Monarca y al proceso que se inició en La Transición, también los votos de los separatistas vascos y catalanes, estos últimos muy contrariados con España por los adefesios del “Procés”. E incluido “Podemos”, de los leninistas del New age y de la deep ecology, teniendo muy claro por donde empezar, a diferencia de las dudas que tuvo el momificado Lenín, momificado como Juan XXIII, al iniciarse la Revolución rusa. La pregunta inevitable fue: ¿Iba la Derecha y sus lobbys, después de los conjuros contra Mariano, después de lo de la II República, los 40 años de Franco y la
Transición, decir “aquí me las den todas? ¿No tendría la Derecha que comprender que, después de todo eso, alguna oportunidad de llegar al Poder debería darse a la Izquierda, aunque fuera a trancas y barrancas? Los desajustes y galimatías llegaron de inmediato por la forma de la conquista del Poder, habiendo dudas en importantes preguntas como las siguientes: ¿Quién manda aquí? ¿Dónde está el Poder? Aquella conquista del Poder fue, ciertamente, pero supo y sabe a poco. De ahí que Pedro, torero bregado y bragado, mezcla de homo demens y homo sapiens, iniciase una cruzada teológica declarando que él es el bien y los otros, las derechas, son el mal en un juego clásico entre amigos y enemigos, agonistas y antagonistas; que hiciese alarde de tener principios y/o valores aunque se apliquen con dificultad; que recordarse lo que escribiera Baudelaire de que los pueblos adoran la autoridad; que fichase a un redondo para hacer de homo loquens, o sea, para contar mentiras, y que Pedro se rodease de oráculos y pitias dirigidos por el viejo Tezanos. De la esperanza y del entusiasmo, al ganar la moción de censura, quedará la inevitable decepción. Es sabido que todo acaba en derrota.

Pedro no tiene más remedio, para seguir en el Poder, siguiendo a Maquiavelo, que hacer la fiera y el hombre, ser toro bufador y torero bailador, ser tramposa raposa y leona forzuda, hacerse querer como Fernando el Católico, hombre grande y de excelente ingenio, según Nicolás, y recordar, pensando en Pablo Iglesias, eso de que “un príncipe nunca debe hacer alianza con otro más poderoso que él”. Y lo del COV-19 fue como una lupa de aumento, de aumento de las contradicciones. Muy interesante fue lo que hizo Sánchez al formar Gobierno, que recordó lo que cuenta la Youcenar en su excepcional cuento oriental Cómo se salvo Wang-Fô: al igual que el Maestro Celeste del cuento, Pedro Sánchez nombró Vicepresidenta 1ª a una ministra encargada del Ministerio de los Placeres Perfectos y Vicepresidente 2º a un ministro encargado del Ministerio de los Tormentos Justos.

La Derecha, mientras tanto, hace cosas inconfesables y confesables: deja que Casado cuelgue barba, aparentando ser una viuda triste y enamorada del difunto; que Abascal sólo saque, por ahora, pecho; y que Arrimadas haga lo que la mandan los plutócratas.



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"ESCRITURA Y ATENEO" (5ª PARTE), texto de ÁNGEL AZNÁREZ PUBLICADO EN LA WEB DEL ATENEO JOVELLANOS DE GIJÓN

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                       (VOLVIENDO ATRÁS Y REVOLVIENDO)

“En aquella sociedad tan de su gusto, donde
canónigos reían, aristócratas fatuos hacían el pavo
real, muchachuelas coqueteaban, jamonas lucían
carne blanca y fuerte, diputados provinciales
salvaban la comarca”.
CLARIN, La Regenta.

La literatura puede ser un arte en el que también pueden darse acrobacias y peripecias varias, producidas por lo que se llama la casualidad, y que es opuesto a lo que se llama causalidad. La biografía, siempre imprecisa, y la biología, siempre exacta, pueden ser masa o argamasa, como la del pan, harinas, agua, sales y levaduras; de un pan, de un pan literario que fabrica el escritor y panadero.

Mucho de biografía y de biología, del recuerdo de mi infancia y adolescencia, hay en mis lecturas de La Regenta, allá en los años setenta al comprar La Regenta, en edición de Noguer (Colección de “Clásicos hispánicos”). Ese libro grueso (900 páginas) su lectura la comencé, en peripecia curiosa, de novato fiscal –con muchos problemas- y lo terminé siendo notario –reitero en los años setenta del pasado siglo-.

Muchas personas y lugares relacionados con La Regenta me fueron, me siguen siendo, muy próximos. Muy presente permanece el profesor José María Martínez Cachero, muy principal especialista de Clarín y de su obra. Con anterioridad, fue mi profesor de Geografía Universal (2º de Bachillerato) en el Colegio Auseva de la calle Santa Susana de Oviedo. Don José María M. Cachero obtuvo la cátedra de la Universidad teniendo como contrincante destacado al profesor José María Roca Franquesa catedrático del Instituto femenino de Oviedo, que vivía en la calle Quintana y veraneaba en Luanco.

Tanto uno, M. Cachero, como otro, Roca F. eran catedráticos de Instituto; el prestigio entonces de los catedráticos de Instituto era tal que se llegó a decir: “Eran catedráticos de Universidad los que no podían serlo de Instituto –eso gustará leerlo a mucho, pero disgustará si añado que eso era antes, muy antes; ahora... Don José María Roca y Emiliano Diez-Echarri escribieron una monumental “Historia de la Literatura española e Iberoamericana, editada por Aguilar en 1960, que en la página 1111 sobre Leopoldo Enrique García-Alas Ureña, se escribe:“Como en el siglo XVIII el padre Fejoo, Clarín, también a últimos del XIX, desde su apartado recinto ovetense, fue el crítico más discutido y leído; el que más al corriente estuvo de la literatura del momento…”

Don José María Martínez, ya entonces, en mi bachillerato, era de modales “cachazudo” y de pretensiones difíciles, como que el mapa ”mundi” quedara sostenido, por arte de magia o de una chincheta, en el “encerado”. Ya lucía, don José María, en la mejilla derecha una destacable verruga, asombro para niños-alumnos, la cual, a lo largo de su vida, no dejó de crecer. Creo verla aún en la última fotografía del profesor (julio del año 2010), mirando, en entrevista de periódico, desde su domicilio de la calle Toreno de Oviedo al Campo de San Francisco.

 Y es que don José María trabajó mucho. Fue esencial para que cambiaran las “tornas” y la novela de Clarín entrara en el canon literario, del que había sido excluida. Importante fue su contribución en el año 1984, con ocasión del Centenario de la publicación de La Regenta. En la entrevista de periódico del párrafo anterior, dijo:“Abrí brecha a favor de Clarín, que no era nada agradable en el Oviedo de los años cuarenta y cincuenta”.

Me sorprendió que nadie, ni don José María (ciertamente, era profesor de Geografía, no de Literatura), mencionara en las clases de bachillerato la existencia de la literatura de Clarín, que era un completo desconocido. Luego resultó ser Clarín lo que es hoy: un gran mirón, un gustoso del fisgoneo, de gran facilidad con la pluma y un crítico literario muy temido; todos requisitos para ser un excelente escritor, que lo fue.

Y ¿por qué aquel silencio? –siempre me pregunté-.

Pensé primero que la causa era haber sido Clarín un republicano y de izquierdas, que la Dictadura había ordenado su silencio con censura. Eso lo pensé hasta que conseguí en el año 2002, un ejemplar, editado por la Cía. de FF.CC. Económicos de Asturias, del libro Clarín y la Regenta, cuya autoría es de Manuel F. Avello (Manolo Avello). En la página 226 del libro hay un dibujo anunciador de un Concurso-Homenaje a Clarín (año 1952) organizado por el Frente de Juventudes de Asturias (SEU de Oviedo). Cambié de opinión –no por razones políticas-, gracias al libro de Manolo Avello, al que recuerdo, por cierto, con su granulosa cara saliendo del Colegio Auseva, que enseñaba “no se qué”, y al que recuerdo, también, como radiofonista, sentado en una mesa de Radio Asturias, en la calle Asturias, escribiendo unas cuartillas junto a Toño Crovetto (Toño) y a la locutora Horencita.

Más tarde pensé en la censura eclesiástica, la diocesana, como responsable del “silencio” sobre Clarín, dada la condición de levítica de Oviedo y dada la temática novelesca de La Regenta, en la que se cuenta la actuación sacrílega de un Vicario General de la Diócesis, también Provisor, Canónigo y Magistral, don Fermín de Pas, y una adultera esposa de un Regente jubilado de la Audiencia. Tuve en cuenta la requisitoria episcopal contra La Regenta al salir su 1ª edición en el siglo XIX y que el Obispo Fray Ramón Martínez Vigil, el 25 de abril de 1885, había publicado una pastoral condenando la novela “libro saturado de erotismo, de escarnio de prácticas cristianas”. El jesuita Ladrón de Guevara llegó a escribir que La Regenta “rebosa de porquerías, vulgaridades y cinismo”.

También supe de los comentarios negativos y las recomendaciones de no leer el libro de Clarín por los que fueron deán y magistral de la Catedral, don Demetrio Cabo y don Eliseo Gayo, respectivamente, en los años sesenta y parte de los setenta del siglo XX. Contó el profesor Martínez Cachero que el sacerdote Florentino Arroyo le dijo un día, prestándole una primera edición de La Regenta lo siguiente: “Haré una cosa que no debes decir a nadie, porque me excomulgan”.

Al final, concluí que dos habían sido las razones para el silencio. La Regenta, por una parte, interesó muy poco a los lectores y a los editores de entonces, pues no era leída: ocurrió con ella eso de que “no funcionó en ventas”. Además, la figura progresista de un Clarín, de izquierdas, republicano y enemigo del aparato eclesial tan poderoso en Vetusta, resultó detestable para muchos conservadores del llamado hasta hoy el “Oviedín del alma”. Es importante destacar la ola contra Clarín que resultó de la condena a muerte, seguida de la ejecución del hijo de Clarín, el rector Leopoldo Alas, también republicano. Una barbaridad absurda. No se debe olvidar aquí a los que ganaron en Asturias y en Oviedo la Guerra Civil, que mandaron tanto consiguiendo que Asturias fuese su cortijo y ostentando un poder hasta la muerte de Franco.

   FOTOS DEL AUTOR                          (Continuará con más de Clarín y La Regenta).

"HECHOS DIFERENTES SOBRE UN MISMO OBJETO: LOS LUGARES RELIGIOSOS", por ÁNGEL AZNÁREZ, publicado en "RELIGIÓN DIGITAL" (15/7/2020)

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 Al mismo tiempo se han producido tres hechos diferentes: 1º.- La pretensión del turco Erdogán de que la que fue Iglesia de Santa Sofía, se vuelva abrir al culto musulmán. 2º.- Un programa en una cadena de TV (la católica y francesa denominada KTO) en torno al tema de los “lugares religiosos”, que tuvo lugar el pasado 28 de junio último. 3º.- La vuelta y revuelta del asunto de las inmatriculaciones en el Registro de la Propiedad español de bienes diocesanos en España.

 

Los tres hechos, unificados por el objeto, merecen un análisis separado:

 

            1º.-Lo de Santa Sofía.- Antes de estudiar en primero de Derecho los textos jurídicos de Justiniano, ortodoxo y cristiano, Emperador de Bizancio, un magnífico profesor de griego clásico me explicó, en el colegio del bachillerato (de los Maristas), lo de Bizancio, Constantinopla y Estambul, ciudad del Bósforo, insistiendo en que este último nombre propio, Es-tam-bul, hoy principal ciudad de Turquía, fue de origen griego, derivado de tres palabras: “hacia-la-ciudad o eis tnv polín” (una preposición, un artículo y un nombre común. Aquello me quedó como una marca imborrable, entre otras muchas.

 


Libros de Historia e Internet explican, magníficamente, detalles de aquel Imperio Romano y de Santa Sofía, y a ellos me remito. Este escritor ni copia libros ni Internet.

 

Ahora interesa destacar:

 

            --La emoción sentida al pisar Santa Sofía por primera vez, cuando llegué en barco a Estambul. Imagine a Justiniano, Emperador y Sacerdote, en compañía de su esposa Teodora, en solemne procesión por el vestíbulo a la entrada del Templo de Santa Sofía, viéndolo todo el gran Cristo que está en la cúpula central.

 

            --La recomendación de que los lectores vuelvan a ver en vídeo la visita que hizo Benedicto XVI, en su viaje a Turquía en el año 2006, en compañía del gran Mufti de Estambul, al entonces Museo de Santa Sofía, que fue Basílica cristiana hasta 1453.

 

            --La dialéctica histórica entre dos monoteísmos, el cristianismo y el musulmán, que en afán hegemónico y de rivalidad llevó a construir mezquitas allí donde hubo iglesias e iglesias donde hubo mezquitas; ejemplo de ello fue lo ocurrido en Córdoba y en Sevilla.

 

Lo actual de Santa Sofía, de volver al culto musulmán, es, pues, una continuidad histórica, lamentable ciertamente. Hay que reconocer que los monoteísmos han tenido una literatura de mucho éxito en su contra, a diferencia de los politeísmos, con frecuencia cantados de manera “simpática”, desde los inicios mismos de las epopeyas. La novelista Margarita Youcenar es ejemplo de ello, describiendo a un encantador y estupendo politeista, de nombre Adriano, ejemplo de ejemplos, y, por el contrario,  a los judíos, “con lengua de sectarios, tan obsesionados por su dios, que han desatendido lo humano” Capítulo II de Memorias de Adriano, y calificando también a los cristianos y al obispo Cuadrato, en el penúltimo capitulo del mismo libro, de fanáticos. Esto último, lo del politeísmo y los monoteísmos bien habrá de merecer una revisión.

 

           

2º.-Lo de la televisión francesa KTO. Muy interesante el debate entre un historiador de la Arquitectura y un Presidente de una Fundación para la conservación de lugares sagrados, celebrado en esa televisión francesa el pasado 28 de junio, dentro del programa La Foi prise au Mot. Remito a los lectores a ver, a través de Internet, el video correspondiente, siendo muy interesantes las sugerencias conclusivas del debate.

 

Deseo señalar ahora que esa televisión católica, creación del que fuera Cardenal-Arzobispo de París, Jean Marie Lustiger, me parece excelente y ejemplo de lo que debe ser una televisión de dedicación religiosa. Una televisión así, se echa mucho de menos en España, resultando lamentable la TV equivalente de aquí, en la que se puede ver algún acto litúrgico muy escondido entre películas y películas, infinitas. Malum Signum! Malum Signum! que exclamara Don Quijote momentos antes de volver a ser Alonso Quijano.

 

Pudiera acaso pensarse que la estupidez no está en la televisión misma, sino en los espectadores, posiblemente.

 

            3º.-Lo de las llamadas inmatriculaciones en España. Sobre ello ya hemos escrito de manera extensa en los periódicos importantes y digitales “La Voz de Asturias.es” y en “Religión Digital.es” (a ellos nos remitimos).

 

Como las cuestiones hipotecarias y del denominado Derecho Eclesiástico español son muy complejas, para abordar debidamente el problema, tenemos que resumir: a).- El privilegio inmatriculador, ya derogado, se refirió exclusivamente a la Iglesia Diocesana (la desamortización afectó principalmente a los bienes de las Órdenes religiosas, que en la actualidad, éstas vuelven a tener un inmenso patrimonio inmobiliario). b).- La propiedad de los bienes inmuebles se adquiere con carácter previa a la inscripción registral, fuera del Registro, que es únicamente instrumento de publicidad –se publica lo ya adquirido-. c).- Los bienes de la Iglesia Católica son objeto de una doble regulación, la canónica, que se contiene en el Código de Derecho Canónico, y la Civil, sobre los modos de adquirir la propiedad y su publicidad, ya sin diferencia específica y privilegiada. Las inscripciones primeras en el Registro al amparo de la legislación hipotecaria 1944 y 1946 constituyeron en su día el objeto del llamado Derecho Eclesiástico, por ser normas estatales sobre la Iglesia Católica.

 

            Y escribiendo al principio del Imperio Romano de Oriente, protector de la Religión, por eso llamado advocatus Ecclesiae, me es inevitable la cita del cretense contemporáneo que tanto me enseñó, Nikos Kazantzki, también llamado Nicos Casandsakis, que, en el Monte Athos, oyó que alguien, dirigiéndose al hermano almendro, le pidió: “¡Háblame de Dios! Y contó que el almendro, en respuesta, se cubrió de flores”.

 

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CRÓNICA "TOMA DE POSESIÓN EN ASTORGA", por ÁNGEL AZNÁREZ RUBIO (publicada en "RELIGIÓN DIGITAL el 19/7/2020)

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Que los obispos también nos morimos, pero no
nacimos obispos (Palabras del Arzobispo
Metropolitano de Oviedo en el funeral por el
obispo emérito de Astorga celebrado el 15 de julio
de 2020).


Llegué a la urbe maragata en hora pronta, hoy mismo, comenzando a despertarse la Villa. Dejé el vehículo en el aparcamiento de la Casa de Misericordia; transité por la calle Rodríguez de Cela; me situé delante de las puertas del Seminario, que miran a la Plaza de Don Marcelo, cerradas a cal y canto. Unos metros antes, salió de la Casa Sacerdotal el arzobispo Julián Barrio, trajeado con clergyman; por el otro lado, accedían al patio del Seminario, los vehículos de los monseñores, siendo vehículos de dimensiones utilitarias, normales, no escandalosas, destacando, como excepción, un lujoso Audi conducido por un obispo de diócesis gallega.

En la mañana de hoy, 18 de julio de 2020, monseñor don Jesús Fernández González, cuyos padres viven en el populoso barrio de Gijón, conocido como “Nuevo Gijón”, tomó posesión canónica de la milenaria Diócesis de Astorga (Obispo), siendo el número 138 del Episcopologio de la misma. Se acreditó el nombramiento papal según el Código de Derecho Canónico. Iba vestido todo de morado, con mascarilla y calcetines negros.


 
Las referencias pastorales, detalladas, sobre el nuevo Obispo, son excelentes y así lo debieron estimar también dos Arzobispos, el de Oviedo, por exigencia del Derecho canónico, al ser Astorga diócesis sufragánea de la asturiana, y el de Santiago de Compostela, nacido en territorio diocesano de Astorga, habiendo sido hasta ahora, don Jesús Fernández, Obispo Auxiliar de Santiago. Un oficio el de obispo auxiliar, que es trágico o hamletiano, pues ha de estar en continua duda entre el ser y el no ser, que esa es la cuestión.

Estando en Astorga y escribiendo de obispos auxiliares, no puedo olvidarme de don Angel Riesco Carbajo, que fue hijo de esta diócesis asturicense, luego vicario general de la misma y más tarde Obispo auxiliar de Oviedo. En la actualidad Venerable por haberlo declarado así el Papa Francisco. Recuerdo a don Ángel especialmente, pues visitó a los de Primaria del Colegio de los Maristas de Oviedo, asombrando a los pequeños –entre los que me encontraba- por los entonces ropajes episcopales y con los pectorales en su sitio, no en el ombligo. Pregunté por él varias veces siendo niño, llegando a la conclusión de que le hicieron la puñeta, que no sé si del Arzobispo de Oviedo entonces, F.J. Lauzurica y Torralba, o de alguno de sus curiales. Ahora que supe lo de Venerable, tengo una preocupación menos.

Hizo muy bien el Administrador diocesano –un mérito más-, en su discurso de salutación al nuevo obispo, tener un recuerdo para Monseñor Don Ángel Riesco.

Tan solemne acto jurídico y pastoral de toma de posesión debería tener un efecto destacado de humildad que no suele tener, pues la satisfacción y el “orgullo” del elegido se tendría que reducir si pensara que otra persona, pronto o tarde, ocupará la misma sede, y que ese acto de toma de posesión, que es de gloria, también es de pena, como una oración fúnebre, al tener que recordarse al “número anterior en el Episcopologio”. OBISPOS QUE LLEGAN Y QUE VAN predicó Jesús Sanz en el funeral del miércoles, día 15. Y tan solemne acto jurídico es, al mismo tiempo, muy sacro, pues es un sacrificio eucarístico celebrado en la Cátedra del Obispo y muy clerical también, con ostentación, frente al pueblo, de poderío por el “aparato” clerical.



A las 10,30 horas salió del Seminario la comitiva, presidida por el Obispo electo, teniendo a su derecha al nuncio de Su Santidad y a la izquierda al Arzobispo Metropolitano de Oviedo, estando en el extremo derecha el administrador diocesano y en el izquierda Monseñor Barrio, ambos con cleryman. El Administrador Diocesano explicó al nuncio lo del Palacio de Gaudí y lo de la Catedral en la misma plaza. Delante de la hilera episcopal iba tocando la gaita el grupo Martaina y detrás iba tocando la Banda de Música de Astorga. El legado pontificio lució con luz propia, vestido como procedía, recordándose que, en la toma de posesión de don Juan Antonio Menéndez, Enzo Frattini, entonces nuncio, vistió de manera indebida.

Y salieron del Seminario, no del Palacio Episcopal, obra de Arte de Gaudí, que desde el Pontificado de don Marcelo pasó a ser Museo. Aquí ha de distinguirse entre diócesis en las que el Obispado está en un palacio y diócesis en las que el Obispado está en un seminario. Astorga teniendo dos palacios episcopales, el Obispado, ejemplarmente, se residencia en un Seminario que, por evidentes razones, tiene muchos huecos.

Ya en el interior de la catedral, el deán ofreció al obispo electo el Lignum Crucis, para besarlo, y el aspersorio. Con el nuncio en la cátedra y con báculo, el administrador diocesano, en primer lugar, hizo la alocución de entrada o de bienvenida al nuevo obispo, con una adecuada entonación propia de un paisano leonés y con bienvenidas y recuerdos múltiples. Este administrador diocesano es ya más que una más promesa. Luego el nuncio recordó a anteriores obispos y felicitó al Administrador diocesano por sus trabajos y desvelos en sede vacante. Por cierto que lo de llamarse el nuncio don Bernardito puede ser normal en Filipinas, pero aquí suena un poco raro, no pareciendo compatibles unos superlativos tan superlativos como excelentísimo y reverendísimo con un diminutivo como Bernardito.



Hicieron bien en recordar todos, el administrador, el nuncio y el nuevo obispo a don Juan Antonio Menéndez, que fue obispo de Astorga, con posesión tomada hace poco más de cuarenta meses y fallecido hace sólo catorce. Y se le recordó porque dio ejemplo, como dice el Código, “de santidad con su caridad, humildad y sencillez de vida”, con graves problemas, eso también. Del “verde y fresco como una lechuga”, que le vió el Papa Francisco en Roma al poco de nombrarle, pasó al tostado por la parrilla incandescente que resultó ser lo del Seminario de La Bañeza y asimismo por su Presidencia de la Comisión contra abusos sexuales en la Conferencia episcopal española, atrapado en la telaraña de la llamada “cultura del silencio”.

Y algo que engordó sus méritos: don Juan Antonio fue Obispo auxiliar de Oviedo, habiendo sido antes Vicario General de esa diócesis, lo cual fue una excepción, pues la regla general es que, por unas razones u otras, los Arzobispos de Oviedo no “consiguen” hacer obispos a sus vicarios. Por cierto que al antecesor de don Juan Antonio, como Obispo Auxiliar de Oviedo, don Raúl Berzosa, ilustre conferenciante, no lo encontré en Astorga –estuvo en la toma de posesión de don Juan Antonio-; pregunté por él y me dijeron que era residente en la Iglesia española de Montserrat, en Roma, la misma en la que estuvo muchos años el recientemente fallecido P. Novalín, muy amigo de monseñor Gómez Cuesta y de Vázquez Vázquez, el alcalde que fue de La Coruña y que ahora quiere ser proclamado santo súbito.

Dentro de la ceremonia eucarística tuvo lugar la toma de posesión, propiamente dicha, siguiendo las normas del Derecho canónico. El nuncio mandó la exhibición de las Letras Apostólicas por el Canciller al Colegio de Consultores, leyéndolas éste en alta voz, y pasando a ocupar luego el obispo la Cátedra episcopal, ya con báculo. Se continuó la celebración de la Santa Misa.

Muy interesante fue la homilía del nuevo obispo de Astorga. El tono de su voz fue el adecuado, sin los gorgoritos y maneras habituales o manierismo en las predicaciones del alto clero. El recuerdo a las personas fallecidas con ocasión del COV- 19 se juzgaron muy apropiadas. Las indicaciones sobre las nuevas realidades sociales y nuevos derechos parecieron ir en sintonía con las predicaciones papales (“El Evangelio como herramienta social” dijo. Por ello, considerándola de relieve y disponiendo ya de la homilía por vía electrónica, tendremos ocasión de analizarla de manera pormenorizada y próximamente en forma de artículo.

En un acto tan religioso y teniendo el ya Obispo de Astorga como lema episcopal Evangelizar los pobres, es obligatorio el recuerdo a los pobres y a los perseguidos por la Justicia, incluida la de la Santa Sede. Por ello recordamos al Reverendo Lucio Vallejo Balda, al parecer por tierras de patronazgo de Nuestra Señora de Guadalupe, respecto al cual, en el mismo documento por el que se le concedió la liberazione condizionale de la pena impuesta por un tribunal vaticano, se indicó que volvía a la jurisdicción del Obispo de Astorga, sua diocesi di appartenenza. Es, acaso, buena idea recordar al nuevo obispo de Astorga que tiene también un hijo al otro lado del Mar tenebroso y que, a ese hijo, papas y espías, hombres y mujeres, también tenebrosos, volvieron loco.

Recuerdo que en la primera bendición como obispo de Astorga, en su toma de posesión, don Juan Antonio Menéndez leyó las siguientes palabras: “Firmes en la fe, alegres por la esperanza, diligentes en el amor”. Hoy no las escuchamos.

Como el calor, concluida la ceremonia, apretaba, no pudimos aceptar la caritativa invitación para acercarnos a la cercana localidad de Castrillo de los Polvazares y comer un cocido maragato. Nos conformamos, hoy, con unas verduritas maragatas y dulces mantecados, pasión de clérigos.

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