La persona que por primera vez asiste a la Feria del Caballo de Jerez, es seguro
que repite; yo soy una de ellas. En el vuelo de Madrid a Jerez coincidí con un grupo
de Irún que asisten hace siete años. Y en la televisión de Jerez entrevistaban
a un grupo de asturianos que repiten hace años.
Repito lo de la primera vez: La feria del Caballo de Jerez, es diversión y
caballos de pura raza. La nobleza de los ejemplares que se pueden admirar
durante su celebración la ha hecho famosa internacionalmente. Por el día
el parque González Hontoria, se llena de cientos de jinetes, amazonas y
carruajes que pasean por las calles del recinto ferial en un majestuoso
espectáculo digno de contemplar. En este espacio se colocan las casetas
(más de doscientas) de las hermandades y peñas, cuya decoración gira
alrededor de una temática diferente cada año. En su interior se toma
vino, se degustan los productos de la tierra y se bailan sevillanas hasta altas
horas de la madrugada; en un ambiente de alegría y diversión increíble
que parece trasformar el parque en un tablao flamenco. Lo que más me
impactó fue el alumbrado, (más de un millón de puntos de luz) es de una
belleza increíble, hermoso, deslumbrante.
La ciudad se viste de fiesta para disfrutar de todo su esplendor. En el parque
González Hontoria se puede pasear y contemplar tranquilamente el Real
tanto en el encanto del día como la magia de la noche sin soportar el
bullicio y el empujón. Los días que se reúnen con amigos y familiares, las
mujeres se visten de gala, o con sus trajes de gitana. Los caballeros
no menos elegantes, y con un clavel en la solapa.
En este ambiente y en compañía de buenos amigos jerezanos, es disfrutar
al máximo. Y, ¿si añadimos el rebujito y un paseo en coche de caballos?
De todo lo mencionado he podido disfrutar, al ser una afortunada por
tener unos amigos pendientes de hacerme la estancia lo más agradable
posible. Una vez más mi amiga Macuchi me ha preparado otro traje de
flamenca, lo que ayuda a integrarme en su ambiente y sentirme una jerezana
más.
El esplendor y la alegría de la Feria, y las atenciones y el cariño que me han
dedicado mis buenos amigos, han sido para mí muy reconfortantes,
por los momentos penosos que estoy pasando. Gracias amigos.
Terminada la Feria seguí unos días más en casa de mi amiga Chelo, asturiana,
pero afincada en Jerez; por motivos de salud lleva largo tiempo sin salir a la
calle y en silla de ruedas, pero en estos días se animó y ha salido a dar
un paseo y hemos almorzado en un restaurante. Espero querida amiga
que no decaiga el ánimo para salir y disfrutar por las calles de Jerez.
Tu fiel Pepa, maneja muy bien la silla y encantada por ello.
Gracias a todos mis buenos amigos por estos días vividos en vuestra grata
compañía.
Delia Sánchez
Oviedo – mayo 2018
GALERÍA DE FOTOS DE LA AUTORA
MI GUAPA NIÑA DE DOCE AÑOS |