¡Gregoria! ¡Gregoria! ¿Qué pasa?
(Cuentos del reino secreto de José María Merino)
Veo acá, alrededor mío, desde la suave altura de un cerro, entre Valdevimbre y Villamañán, respiraderos de bodegas subterráneas y majuelos de muchas vides, de tierras con suelo de piedras, de cantos rodados. Las uvas, de sabor y color intensos, se apiñan en racimos prietos y de bayas picudas que, después del vendimiario otoñal, en las comarcas leonesas de Valdevimbre, la ribera del Cea y los Oteros, resultará el vino rosado o tinto -según sea el “tiempo de sangrado”-, que se denomina “Prieto Picudo” (no confundir ese vino con la forma de ser, estar, incluso andar, “prieto y picudo” de muchos).
Vista de Valderas al fondo |
Miro allá, al Norte, a la Cordillera Cantábrica, separadora entre León y Asturias, y veo lo mismo que vieron otros, antes y desde siempre, como el escritor José María Goy, el escritor de Puebla de Lillo y Boñar: “las Sierras o Valles de Laciana y Babia, los Picos de Europa y los de Mampodre, el Puerto de San Isidro y el pico Torres, y Ventanilla”. Contemplo primero las paredes montañosas de Asturias y León, con sus laberínticas hoces y desfiladeros, y luego, mas abajo y hacia aquí, sigo las planicies, páramos o llanos del Sur. Recuerdo las escrituras de tantos escritores como parió esa tierra, que hicieron de León y Provincia, además de un espacio físico, muchos otros espacios literarios, muchos más (Celama, por ejemplo). Excelentes literatos los leoneses, que no dejan de hacer ficción literaria cuando escriben su Historia o las historias de sus vinos –buena literatura y mala historia-.
“Espacio literario” es Volverás a Región de Juan Benet, La que no tiene nombre de Jesús Fernández Santos, El espíritu del Páramo de Luis Mateo Díez, El río del olvido Julio Llamazares, La Maragatería de Concha Espina, Del Bierzo y su gente de Ramón Carnicer. Y aquello también son las poesías de los Panero, Crémer, Gamoneda, Basilio Fernández y hasta de Bernardino de Rebolledo. Un conjunto o genuino “Prieto Picudo” literario, estupendo. E inconveniente de León que, para disfrutarlo, haya que tener una biblioteca de compañera; la única compañera, que es silenciosa de verdad.
Castillo de Valencia de Don Juan |
Acullá, mirando al Sur, está Valencia de Don Juan, antigua Coyanza. En ese principio del Sur de León, muy al comienzo de los “Campos Góticos (o de godos)” o Tierra de Campos, anuncian al Río Esla unos imponente chopos y unos sauces, conocidos como novios del agua, paleras o mimbrales. Y ahí se produce un singular fenómeno náutico, un autentico “Mundo del agua”, que así se llama; un mare magnum que se divide en atracciones acuáticas y servicios recreativos, muy utilizado por asturianos que, a diferencia de los de antes, llegan de Asturias a mojarse y no a secarse. ¡Redios!
Un palomar de Tierra de Campos |
Leo la carta de comidas del gigantesco “Mundo del agua”, y dudo elegir entre un plato combinado (un plato a 6,50 euros) o el menú del día (dos platos y un par de euros más caro), si bien ¡cuidado y precaución! en el caso del plato combinado, las bebidas se cobrarán a parte, a precio de cafetería. Me doy cuenta de que al otro lado del Esla, hay una inmensa mole, que fue el castillo de Coyanza y que parece que de un momento a otro se va a desplomar, con estragos, sobre el “Mundo del agua”. Ante ese mamotreto o armatoste de castillo, Cela exclamó: ¡Qué coño es eso! Y entre sustos y congojas, sin apetito, digo adiós a unos paisanos de Laviana, ya leoneses por mimetismo, hasta el punto de haberse hecho socios de la “Cultural Leonesa Club de Fútbol”, ya en Segunda como nosotros, y que tiene un entrenador gallego muy inteligente, Rubén, que tiene la desgracia de que sus futbolistas “conviven en situaciones complejas” como el mismo dice.
Camino de cantos rodados |
Castillo de Valencia de Don Juan |
Constato que la llamada “Semana cultural”, organizada por la Asociación “Altafría”, es muy intensa, pues el lunes hay zarzuela y el martes una conferencia coloquio sobre el “Tren Burra”. Visito, como siempre, primero el arco y la puerta mudejar, para no olvidar que España, antes de ser España, fue durante siete siglos musulmana; luego, por ser cristiano, rezo ante la Matrona de Valderas, la Virgen del Socorro, que es de las más milagreras, y cuya Novena empezará la primera semana de Septiembre. De eso, y porque don Pedro A. Grande Martínez, hijo de Roales de Campos, acaba de publicar un gordísimo libro (680 páginas) sobre Valdescorriel, seguiremos contando y cantando en nuestro viaje, camino de Benavente, como el Río Cea. También explicaremos lo del conejo del “Gatito”.
Fotos del autor
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